Comprender la naturaleza de ISIS – Parte 2/3
YPJ-info – 3 septiembre 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Abuso del concepto de yihad para legitimar la violencia y la barbarie
En la primera parte de nuestra serie sobre Estado Islámico explicamos brevemente la fundación, historia y organización de ISIS. Este artículo se centrará en el plano ideológico y explicará cómo ISIS utiliza indebidamente el concepto de yihad para legitimar atrocidades.
¿Qué es la yihad?
La palabra yihad procede del árabe y se conceptualizó por primera vez con la aparición del islam. Significa trabajar o laborar con una intención buena y limpia. La versión abreviada de la palabra yihid significa trabajo o labor. El origen de la palabra procede de las sociedades preislámicas de Oriente Medio. Durante cientos de años antes de que surgiera la religión islámica, las sociedades habían estado influidas por los valores del trabajo, el esfuerzo y la laboriosidad. Con esta interpretación de la yihad, se puede decir que antes del desarrollo de las religiones monoteístas, para las sociedades de Oriente Medio, la yihad era un principio de vida con sentido. En otras palabras, la yihad desempeñaba un papel sagrado en la creación de una vida hermosa para el pueblo. Con la aparición del islam, tanto el significado como el concepto en sí se hicieron completamente inseparables de Dios.
La aparición de la religión fue un paso importante en la evolución del pensamiento humano. Este desarrollo de la mente humana puede considerarse incluso una revolución por lo mucho que cambió la sociedad. La religión estableció nuevas formas de superar y dar respuesta a los problemas tribales de la sociedad que existían desde hacía cientos de años. En Oriente Próximo, la religión del islam ha dejado su impronta en la sociedad sobre todo a través de la presencia de Mahoma y sus sermones entre la gente. Es la primera vez que yihad se entiende como lucha en el camino de Dios, es decir, trabajar para Dios. Su significado ha sido explicado en muchos versículos del Sagrado Corán. El verdadero significado de la yihad en el islam es corregir, construir, crear y mantener, es decir, hacer el bien. Así que para esto, sobre la base de la orden y el propósito de Dios, hay que luchar en la yihad.
El verdadero significado de yihad en el islam es corregir, construir, crear y mantener; es decir, hacer el bien.
En los inicios del islam, cuando los musulmanes estaban en La Meca, la yihad consistía en hablar, aconsejar, rezar y llamar a asumir la misión del islam. No había ataques, asesinatos ni guerras. Cuando los musulmanes fueron expulsados de su tierra y emigraron, fueron atacados. Entonces se dio la orden de atacar a los que les atacaban y expulsarlos de su tierra. Pero sólo contra los que les atacaban, no contra todas las personas. Aparte de esto, el profeta Mahoma siempre dijo al pueblo musulmán que la yihad más grande es la yihad contra uno mismo y su propia alma. En un versículo del Corán, cuando el ejército de Mahoma se retiraba de un conflicto armado, se dice que viniendo de la yihad menor (el conflicto físico), llegaban a la yihad más difícil, la yihad mayor.
Yihad mayor y menor
En el islam hay dos conceptos principales de yihad que a menudo se han malinterpretado y se les ha dado un significado según los propios intereses. Ambos conceptos se han llenado de significados que pueden legitimar que la yihad se utilice como arma contra todo el mundo y, en particular, contra las comunidades de Oriente Próximo.
La yihad mayor se conoce como luchar de forma espiritual. Significa luchar contra los malos deseos y fortalecer la propia voluntad contra los malos pensamientos, hábitos y prácticas. Es la lucha interna contra uno mismo y con uno mismo con la intención de mejorar la personalidad para bien. En su esencia, la yihad es la lucha contra las características moralmente impuras, las que no son buenas. Según esto, lo más importante es que trabajes las virtudes de tu personalidad.
La yihad menor significa autodefensa contra potencias hostiles y se divide en dos tipos: yihad defensiva y ofensiva.
* Yihad defensiva (yihad al-daf’): Se encuentra en la primera etapa de la revelación del Corán, cuando los musulmanes estaban en La Meca. Yihad al-daf’ significa trabajar por la protección del islam. Se explica en el Corán que si hay un ataque contra el islam, entonces es tu derecho como musulmán defenderte y responder. En otras palabras, yihad al-daf’ significa la protección del islam contra los ataques. En los versículos del Corán se dice que, hasta que alguien os ataque, no atacaréis a nadie ni tocaréis a nadie, porque a Dios no le gusta la violencia.
En los versículos del Corán se dice que hasta que alguien te ataque, no atacarás a nadie,
y no tocarás a nadie, porque a Dios no le gusta la violencia.
* Yihad ofensiva (yihad al-talab): Tiene lugar en la última etapa del Corán, cuando tras ser atacados en La Meca, los musulmanes emigraron a Medina. Debido a esto, en el Corán se ordenó iniciar una guerra contra aquellos que habían atacado a los musulmanes y regresar a su país. Según esto, se dijo que si se convertían al islam y devolvían el territorio, entonces sería obligatorio dejarles marchar. Sin embargo, si persistían en ocupar tierras musulmanas y no eran musulmanes, entonces estaba permitido matarlos. Lo que se dice aquí es que ningún musulmán atacará a otros hasta que alguien ataque la tierra y al pueblo musulmán. Sin embargo, tras la muerte del profeta Mahoma este concepto de yihad se distorsionó y se utilizó en función de beneficios personales y políticos.
La yihad antes y después de la muerte del Profeta Mahoma
Al analizar el concepto de yihad, es muy importante diferenciar entre la época anterior a la muerte del profeta Mahoma y la posterior a su muerte. Antes de su muerte, la mayor yihad era la yihad contra uno mismo y la propia personalidad. Llevar a cabo la yihad se hacía con sabiduría y persuasión, no matando y saqueando. Tras la muerte de Mahoma, esta práctica de la yihad se invirtió en gran medida. Esto está relacionado con los acontecimientos históricos que sucedieron tras la muerte del Profeta. Durante este periodo surgieron tres tendencias ideológicas en el islam, todas ellas relacionadas con la cuestión de quién sucedería a Mahoma. Cuando Mahoma murió, su cuerpo permaneció en el suelo durante tres días porque todos luchaban por el poder y no se ponían de acuerdo sobre quién asumiría el califato. Como Mahoma no había designado un sucesor, y como no tenía hijos supervivientes, surgió un conflicto.
Tras la muerte de Mahoma, esta práctica de la yihad se invirtió en gran medida.
Tres tendencias ideológicas surgieron en el islam
que están todas conectadas a la cuestión de quién sucede a Mahoma.
La primera línea ideológica se encuentra en los muhajirin, que significa «los emigrantes» y se refiere a los que emigraron con el profeta Mahoma de La Meca a Medina. Uno de ellos fue Umar ibn al-Jattab, también conocido como Omer, que al principio se opuso a Mahoma pero luego se convirtió al islam y emigró a Medina. Los muhajirin decían que ellos eran los legitimados para asumir el califato, porque fueron los primeros que depositaron su confianza en Mahoma.
ISIS sabe que la religión es muy influyente en Oriente Próximo. Utilizan los sentimientos religiosos de la gente para difundir su ideología. Afirman que sus normas y prácticas son obligatorias para todo aquel que quiera ser un buen musulmán. Con el objetivo de establecer un califato, miles de personas acudieron a Irak y Siria para llevar a cabo la yihad. El ISIS utilizó su retorcido concepto de la yihad para engañar a la gente. Miles de personas fueron obligadas a obedecer sus leyes, fueron secuestradas, torturadas y decapitadas, todo ello con la legitimación a través de la yihad. Las mujeres fueron tanto atraídas voluntariamente como forzadas a la yihad al-nikah, que significa yihad sexual, y fueron casadas con combatientes del ISIS para crear una nueva generación de militantes.
Cuando la religión del islam fue utilizada cada vez más por quienes detentaban el poder, el concepto de yihad se vinculó completamente a las nociones de guerra armada y matanza, masacre, decapitación y derramamiento de sangre. El profeta Mahoma advirtió que nadie debía partir el Corán, dividirlo o utilizarlo de forma selectiva, porque el Corán está conectado como un círculo. El principal objetivo de la aparición del islam era salvar a la gente de la ignorancia y crear justicia social y paz. Un principio que Mahoma anotó se refiere al caso de la guerra: si tu enemigo exige la paz, entonces tienes que deponer las armas inmediatamente y hacer las paces.
La segunda [línea ideológica] se encuentra entre los al-Ansar, «ayudantes» en árabe. Eran los habitantes de Medina que acogieron a Mahoma y sus seguidores cuando emigraron de La Meca. Lucharon con Mahoma y muchos de ellos fueron martirizados cuando se enfrentaron a la principal tribu árabe de La Meca, los Quraish. Los Al-Ansar dijeron que serían los primeros en tomar el califato, porque habían derramado sangre al lado del profeta Mahoma.
La tercera [línea ideológica] puede verse entre los Ahl al-Bayt, que se refiere a la familia del profeta Mahoma. Ali bin Abi Talib era uno de los miembros de la familia del profeta Mahoma, siendo su primo y yerno. Cuando Ali se fue a la guerra, un consejo nombró a Abu Bakr al-Siddiq primer califa del nuevo Califato porque fue la primera persona que difundió el pensamiento del profeta Mahoma y lo presentó públicamente.
Tras la muerte de Abu Bakr al-Siddiq, el Califato fue gobernado por Umar ibn al-Jattab, Uzmán ibn Affan y Alí ibn Abi Talib, que se convirtió en el cuarto califa. A estos cuatro se les conoce como los califas rectamente guiados. Tras la muerte de Alí, el califato cayó en manos de los omeyas, una tribu árabe que había estado en La Meca antes de la aparición del islam. Continuaron gobernando todo el mundo islámico, convirtiendo el Califato en una dinastía en la que los hijos heredaban el gobierno de sus padres.
Después surgieron muchas sectas religiosas y estallaron conflictos entre los musulmanes. Aparecieron varios movimientos islámicos que se oponían a la autoridad que se había formado, pero ninguno de ellos tuvo éxito, y muchos han quedado ya en el pasado de la historia islámica. Como resultado, el islam se vinculó al poder y a los Estados, y se alejó cada vez más de la verdadera naturaleza de la religión.
Tergiversación del significado de yihad
Queda claro que tras la aparición del islam ha habido dos vías: una democrática y otra opresora. Abdullah Öcalan continúa analizando lo que ocurre si se sigue utilizando el islam para servir al poder: «El islam que tiene a la sociedad como base se relaciona con la democracia, apoya al pueblo y lo protege. (…) El Islam individual, siempre en ascenso con la demanda de poder, corta su significado profundo de la sociedad. Es muy difícil considerar el Islam de Estado como una religión».
Con esto como base, queda claro que el concepto de yihad ha sido tergiversado y alejado de sus verdaderos orígenes. Mil quinientos años después del comienzo del isla dem, hay grupos que se ven a sí mismos como los únicos verdaderos seguidores del islam, pero que emplean la dominación y la adquisición de poder como base para su agenda política. Han eliminado uno de los elementos más importantes dentro de la religión: el diálogo, la interpretación y la discusión. Por eso ISIS no permite debates sobre la interpretación de la sharia. Por eso ISIS utiliza el concepto de yihad como legitimación para luchar contra «los infieles».
Izquierda: La yihad representada como un acto de matar ‘»infieles» por la revista de propaganda islamista inglesa «Defenders of Truth – Al Mosul Jihad Magazine» , octubre 2009)
ISIS sabe que la religión es muy influyente en Oriente Próximo. Utilizan los sentimientos religiosos de la gente para difundir su ideología. Afirman que sus normas y prácticas son obligatorias para todo aquel que quiera ser un buen musulmán. Con el objetivo de establecer un califato, miles de personas acudieron a Irak y Siria para llevar a cabo la yihad. ISIS utilizó su retorcido concepto de yihad para engañar a la gente. Miles de personas fueron obligadas a obedecer sus leyes, fueron secuestradas, torturadas y decapitadas, todo ello con la yihad como legitimación. Las mujeres fueron tanto atraídas voluntariamente como forzadas a la yihad al-nikah, que significa yihad sexual, y fueron casadas con combatientes de ISIS para crear una nueva generación de militantes.
En nombre de la yihad, ISIS ha dañado profundamente la cultura islámica. Tras crear su propia propaganda en torno al concepto de yihad, ISIS se desató sobre los pueblos de Oriente Próximo como una bestia salvaje. Con la luz verde y la ayuda del Estado turco, ISIS alcanzó un nivel tal que si una tan solo escuchaba su nombre, huía despavorida. Los ejércitos de los estados-nación y las fuerzas famosas por sus guerras no se pusieron en pie para impedir el avance de ISIS, no se opusieron y huyeron cobardemente.
En nombre de la yihad, ISIS ha dañado profundamente la cultura islámica.
La yihad, tal y como la entendía el profeta Mahoma, se basaba en una conciencia moral. ISIS tergiversó esta visión y la convirtió en una lucha contra supuestos infieles. A pesar de que Mahoma dijo que el islam no puede imponerse por la fuerza y que no todo el mundo debe convertirse en musulmán, todos los lugares ocupados por ISIS fueron gobernados con mano dura y violencia. Si lo analizamos según la lucha islámica del profeta Mahoma, la práctica de ISIS es la práctica de los infieles e incrédulos. El objetivo de ISIS no es construir un Estado según los principios islámicos, sino construir y expandir un Estado fascista y ocupante.
«El islam que tiene a la sociedad como base está relacionado con la democracia.»
Desde YPJ llevamos a cabo una gran resistencia contra el «Estado islámico», no solo militar sino también ideológica; contra su ideología antihumana planteamos la idea de la nación democrática. El líder y filósofo de este paradigma, Abdullah Öcalan, ha analizado profundamente la historia y el significado del islam. En la quinta parte de sus escritos de defensa, redactados en régimen de aislamiento en la isla-prisión turca de Imrali, habla sobre el surgimiento del islam: «En la historia de la civilización, se ha producido una dualidad en cada revolución. En la revolución islámica, se formó de una manera difícil. Poco después de que tuviera lugar, la cuestión principal del debate era si continuaría en la línea de la revolución democrática, o en la línea de la revolución dominante. Desde el día en que surgió el islam, ambas tendencias se han hecho sentir de forma difícil. La clase alta de los clanes y quienes ansiaban el poder trataron de conducir la revolución hacia el sultanato islámico, pero los estratos inferiores de los clanes y los elementos esclavizados trataron de conducir el islam por una vía democrática.»
Queda claro que tras la aparición del islam ha habido dos líneas: una democrática y otra opresora. Abdullah Öcalan continúa analizando lo que ocurre si se sigue utilizando el islam para servir al poder: «El islam que tiene a la sociedad como base se relaciona con la democracia, apoya al pueblo y lo protege. (…) El islam individual, siempre en ascenso con la demanda de poder, corta su significado profundo de la sociedad. Es muy difícil considerar el islam de Estado [político] como una religión».
«El islam que tiene a la sociedad como base está relacionado con la democracia, apoya al pueblo y lo protege.
(…) El islam individual, siempre en ascenso con la demanda de poder, separa su significado profundo de la sociedad».
A. Öcalan
Respecto a la conexión entre Estado y religión, Abdullah Öcalan concluye: «¿El Estado ha utilizado la religión o la religión ha utilizado al Estado? Si el Estado utiliza la religión, esa religión ha perdido su identidad. (…) La justificación del Estado por la religión y la justificación de la religión por el Estado es la razón principal de que la religión se vuelva conservadora, sin sentido y hueca».
La autodefensa y el islam democrático como avales de las sociedades pacíficas
Muchos territorios han sido invadidos en nombre del islam político y de la yihad. Hoy en día, en Oriente Medio pero también en todo el mundo, el mal uso de la yihad se ha convertido en una de las herramientas y armas más peligrosas de la consolidación de la fuerza en el patriarcado y el fascismo. A pesar de que muchos desarrollos importantes y beneficiosos surgieron del islam, la política y la guerra que se está librando por el mal uso de la religión está forzando una regresión de la sociedad a la civilización de hace miles de años. La revolución del profeta Mahoma fue como una medicina para la sociedad de aquella época. Pero en manos de quienes relacionan la religión con el poder y el Estado, la medicina se ha convertido en veneno.
En las YPJ, vemos la autodefensa organizada y el debate y desarrollo del islam democrático como un elemento central para contrarrestar la ideología de ISIS. Cuando establezcamos una conciencia dentro de la sociedad que permita el diálogo dentro del islam, así como entre las diferentes religiones y creencias, la propia sociedad crecerá. La sociedad adquirirá la capacidad de defenderse ideológicamente de ataques psicológicos como los que impone la ideología de ISIS. Por tanto, la autodefensa no se refiere únicamente a una defensa física con armas, sino también al terreno mental. En particular las mujeres, que son las que más han sufrido los ataques misóginos de ISIS, necesitan formarse a sí mismas y a sus sociedades para superar los restos mentales de la ideología de ISIS. Como YPJ y mujeres de Oriente Medio, seguiremos luchando contra ISIS y lo que encarna. Contra el sistema masculino dominante, nos comprometemos a impulsar la revolución de las mujeres.
En la última parte de esta serie, publicaremos una entrevista con una miembro de la dirección de la Federación de Heridos de Guerra del Norte y Este de Siria, en la que analizará la naturaleza de ISIS y contará su propia experiencia luchando contra el mismo en la batalla de Kobane.