Carta de los compañeros de Sehid Kawa Amed
Fuente: Rojava No Está Sola
Fecha: 17/1/2018
En memoria del Compañero (Heval) Kawa Amed (aka. Paul Todd).
Te conocimos ya hace más de un año, tuvimos el placer de compartir contigo el otoño del 2016 y el comienzo del lluvioso invierno del 2017. Tu presencia fue para nosotros un regalo enorme, hasta que tuvimos que tomar caminos diferentes de una misma lucha. Todos nosotros estábamos comprometidos por la lucha de la liberación de Rojava. Tú te uniste a las fuerzas de las Unidades de Defensa del Pueblo del Cantón de Kobane, y nosotros a las del Cantón de Jazira.
Fuimos al frente, a tí te enviaron a las primeras operaciones para alcanzar Raqqa, mientras nosotros manteníamos el frente de al Bab. No estábamos muy lejos de tí, pero te echábamos muchísimo de menos, y a menudo nos preguntábamos por tu situación y por la posibilidad de volverte a ver. No ocurrió.
A la vuelta del frente recibimos la triste noticia de tu martirio, una mina se te llevó. La nieve llegó como cerrándonos el paso hacia tí. Sólo nos quedaba la vía de la memoria. Aquellos días nos dolía oír tu nombre. Te echábamos de menos, recordando tu sonrisa, tus palabras, tus canciones, tu presencia … y en este recuerdo, algunos de nosotros cerramos filas entorno a tí. Tu fuerza dulce y calmada fortalecía nuestra unión como un regalo en aquellos días tristes.
Hace un año, al tener consciencia de tu martirio, escribimos unas palabras en tu memoria. Ahora, un año más tarde, desde diferentes partes del mundo, pero todavía unidos y fuertes en tu recuerdo, una vez más, repetimos aquellas palabras para tí. Con el mismo compromiso, desde disitintas luchas, estamos contigo, estás con nosotros.
Valiente Heval Kawa,
sí, la media luna que vimos teñirse de rojo en la mitad de enero del 2016, nos estaba gritando tu nombre. Fue el día que te convertiste en martir, ni siquiera sabíamos que se trataba de tí. La luna se tiñó de los colores de tus ancestros, dibujando caballos con el brillante rojo de tu sangre. Nos estaba diciendo que viviste y moriste como guerrero de la tribu Youroq. Tu pueblo.
Como tú nos enseñaste, tu muerte no fue una gran tragedia, porque viviste como un valiente, no como un esclavo. Trajiste los valores de tu pueblo a esta lucha por la libertad, la dignidad y la esperanza en Rojava-Kurdistan, con tu gran sonrisa enraizada en las montañas y el legado de miles de antepasados tuyos.
Te vemos cruzar los cielos sobre nosotros, cabalgando sobre los océanos y los bosques y la tierra que estabas defendiendo, aquella tierra sagrada, con tu alma hecha de estrellas, sal, sol, arena, rocas, arrollos limpios y fuego.
Tu presencia, tu forma de ser, en cierto modo „anarquista“ empapó tus días junto a nosotros. No tenías que hacerte notar, ni levantar la voz, ni cacarear, simplemete estabas allí, con tu espíritu enorme, brillante, valiente y fuerte, dispuesto a proteger el sueño de una forma de vida comunal y cooperativa basada en el respeto a la naturaleza.
Desde entonces te vemos levantando tu puño al cielo, concentrando en tus ojos el poder de las resitencias indígenas que alumbran al mundo entero.
Te imaginamos en pie, junto a Tasuhka Wittko –el gran guerrero Dakota- y a todos y todas las valientes que hemos perdido. Tú continuaste su lucha, nosotros continuaremos la tuya. El espíritu guerrero que te envolvía nos acompañará a través de las llamas hasta que el fascismo sea erradicado de esta tierra anciana.
Para nosotros tu vida fue un combate honesto, puro y limpio que pervivirá en nuestros corazones. Si caemos en el intento, por favor, guía a otras „compañeras“ para que tomen nuestras armas del suelo y las levanten contigo al cielo para que el fuego de esta Revolución nunca se apague.
Estás con nosotros, te saludamos.
Silav Sehîda. Sehîd namîrin. (Saludamos a los mártires. Los mártires son inmortales)
H. Çîya
H. Çekdar
H. Botan
H. Azadî
H. Delsoz