Carta abierta al público de la presa política kurda Zeynab Jalalian en 2018
17 ABRIL: DÍA INTERNACIONAL DEL PRESO POLÍTICO
Diariamente, desde el día 28 de marzo y hasta el 30 de abril 2022 inclusive, la situación de un preso o presa política kurda actual será puesta de relieve en nuestra web. Es nuestro humilde homenaje a estas personas, héroes silenciados de nuestro tiempo. Sin ellos no cabría esperanza de que otro mundo mejor es posible.
KHRN – 8 marzo 2022 – Traducido por Rojava Azadi Madrid
La presa política kurda Zeynab Jalalian, que ha entrado en el 15º año de su encarcelamiento en Irán, publicó en 2018 una carta abierta al público en la que anunciaba que se le había negado el acceso a la atención médica.
El 10 de noviembre de 2021, Jalalian fue trasladada del Centro de Detención de Menores de Kermanshah a la Prisión Central de Yazd y desde entonces se le ha negado el derecho a recibir visitas de su familia.
La Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN) ha sido informada de que en las últimas semanas la presa política contrajo Covid-19 por segunda vez y se le sigue negando el acceso a los servicios médicos.
Ha estado sufriendo varias enfermedades debido a su largo encarcelamiento y a las difíciles condiciones de la prisión. También ha padecido asma después de la primera vez que contrajo Covid-19 en la prisión de Qarchak.
Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y del 15º año del encarcelamiento de Jalalian, la KHRN vuelve a publicar una carta leída en voz alta por la propia presa política kurda, cuyo texto fue publicado anteriormente por la KHRN en 2018:
"Saludos a los que luchan por el derecho,
Escribo esta carta a quienes valoran y luchan por los derechos de los demás.
Llevo once años en las cárceles de la República Islámica [de Irán] y, a pesar de todas mis enfermedades, no he solicitado tratamiento médico a este régimen.
Al principio, empecé a tener problemas en los ojos y luego se me infectaron los riñones y los pulmones. También sufro de presión arterial alta y de aftas orales. Finalmente, se me cayeron los dientes y tuve que soportar mucho dolor. Aunque llevo tres meses pidiendo ver a un dentista, las autoridades de la prisión no han tomado ninguna medida. Como presa política, estoy privada de todos mis derechos. Siempre he intentado sobrellevar mi dolor, como una madre que calma a su bebé que llora con sus nanas. Porque sabía muy bien que si pedía un tratamiento, no obtendría ninguna respuesta, al igual que ahora.
Este sistema es un régimen mentiroso e hipócrita. Nunca se me ha permitido ver a un médico, pero las autoridades me han inventado un caso médico y han publicado documentos falsos en los medios de comunicación mencionando que yo, Zeynab Jalalian, he sido autorizada a ver a un médico. Esto es una pura mentira. Este sistema es inhumano. Lo peor de todo es que las autoridades han utilizado fotos mías tomadas en 2008 para engañar a las organizaciones de derechos humanos y a la opinión pública.
¿No fue suficiente con torturarme y mantenerme en una celda individual durante todos estos años y privarme del derecho a las visitas familiares y a las llamadas telefónicas?
Me impusieron decenas de condiciones ante mis peticiones más insignificantes. Como un verdugo que me fuera a cortar la cabeza y me pidiera con una suave sonrisa que me levante y camine. ¿Qué tan brutal es el método que estos verdugos han utilizado contra mí?
¿Está una condenada a morir o a pudrirse en la cárcel por no estar de acuerdo con estos verdugos? Esta oscura lógica es la negación de la naturaleza. Entonces, ¿qué ocurre con todos los colores y variaciones de la naturaleza? ¿Debe uno morir por el pecado de pensar de forma diferente a la de ustedes, verdugos sedientos de sangre?
Oh, verdugos… ¿Oís mi voz por la libertad tras las rejas? Permitidme que os tranquilice; no he luchado con mi cuerpo para lamentar que mi cuerpo esté en prisión. Una persona libre lucha con sus pensamientos e ideas, no con su cuerpo, y afortunadamente vosotros, verdugos, no podéis frenar los pensamientos de ningún buscador de la libertad.
Para mí, incluso morir y sufrir en el camino de la libertad es agradable. De hecho, estáis cavando vuestras propias tumbas, y todos vuestros esfuerzos han sido en vano y están condenados al fracaso.
Nadie ni nada es lo suficientemente fuerte como para impedirme alcanzar mis objetivos. Soy más fuerte que todos y seguiré mi camino.
Sinceramente,
Zeynab Jalalian
Prisión de Khoy
Junio de 2018