AKP: Una unión entre el nacionalismo turco y el Islám autoritario.
Por Cihad Hammy – KurdishQuestion
Durante los últimos siete meses, la estrategia del AKP ha sido la intimidación y el terrorismo contra los kurdos dentro de sus fronteras ocupadas. Esta estrategia se ha manifestado en la matanza de kurdos, jóvenes y ancianos, así como la pretensión de generar miedo y pánico en mujeres y niños kurdos. Las escuelas se han convertido en sitios donde las fuerzas especiales turcas intimidan y asustan a los niños, mientras se preparan para ataques militares contra pueblos, ciudades y su gente. Los tanques y ametralladoras disparan en los hogares de las personas, convirtiendo los restos y escombros en una zona de guerra. Los soldados y la policía dejan tiradas en las calles a mujeres kurdas desnudas después de haberlas matado Todos estos son los resultados de una mentalidad patriarcal, racista y autoritaria que está profundamente entrelazada con la naturaleza de un estado-nación autoritario.
Con el fin de entender lo que está sucediendo en el Kurdistán, es necesario entender la mentalidad del partido gobernante de Turquía, el AKP, ya que es esta mentalidad es la base ideológica que persistentemente intenta homogeneizar diferentes culturas, religiones y etnias. El AKP representa la fusión de dos corrientes de pensamiento: el nacionalismo turco y autoritarismo Islámico..
Esta es la mentalidad del AKP, que consiste en la acumulación extrema de autoritarismo y el nacionalismo racista. Es esta mentalidad la que alimenta las matanzas y el asesinato de los niños, las mujeres y los jóvenes y viejos en el norte de Kurdistán.
Una breve historia del nacionalismo turco y autoritario Islam, que estructura el cuerpo del AKP, junto con sus efectos en la guerra que se está llevando a cabo en el sur de Turquía (Kurdistán del Norte-Bakur), será útil para entender el conflicto actual.
Historia del nacionalismo turco
La ideología del nacionalismo turco y el surgimiento de la nación-estado aparecieron en Turquía durante la descomposición del Imperio Otomano a finales de los siglos 19 y 20 y fue iniciado por el movimiento de los Jóvenes Turcos. Las principales figuras de los Jóvenes Turcos y fundadores de la República eran un grupo de pensadores y militares que defendían las concepciones de la modernidad capitalista, como el positivismo, el nacionalismo y el darwinismo social, que fue pionero en la modernidad capitalista en el Oriente Medio.
Los jóvenes turcos abogaron por ciencias positivistas, con un enfoque que se limita estrictamente a la formulación de hipótesis sobre el examen empírico y la producción de leyes científicas, sin tener en cuenta las responsabilidades metafísicos y morales. El dicho más popular entre los jóvenes turcos era «La ciencia es la religión de la élite, mientras que la religión es la ciencia de las masas». Esto fue porque creían en una interpretación rígida de la ciencia para curar la enfermedad del «hombre enfermo de Europa», una metáfora usada para describir el Imperio otomano, y para crear un estado moderno respaldado por las ciencias positivistas.
En enero de 1913, el «Committee of Union and Progressseized» llevó a cabo un golpe de Estado, después de alinearse con los jóvenes turcos en 1906. El Comité de Unión y Progreso abrazaró una forma de nacionalismo turco que era xenófoba y excluyente. Esta visión de pensamiento condujo directamente al genocidio armenio, y desempeñó un papel particularmente negativo sirviendo a la estrategia de divide y vencerás colonialista.
A finales del siglo XVIII, la Revolución Francesa, primero bajo Robespierre y más tarde bajo Bonaparte, conformo la primera nación-estado centralizado en Europa. Un siglo más tarde, Mustafa Kemal Ataturk estableció un Estado-nación homogéneo por primera vez en el Oriente Medio.
El secularismo asertivo, el cientificismo, el positivismo y el darwinismo social de los jóvenes turcos ha potenciado el nacionalismo kemalista. Estas ideologías se institucionalizaron de forma entrelazada y constituyeron un Estado-nación que se esforzó para diseñar y crear una homogeneidad artificial de la sociedad. El sistema educativo funcionaba como institución clave en la siembra de la semilla del nacionalismo turco en la mente de la sociedad; implicando desde la bandera como símbolo, el himno nacional, jefe de estado, las fronteras geográficas, literatura, música, arte, y así sucesivamente.
Dado que esta forma de Estado-nación es alimentada por estas ideologías que buscan crear una identidad nacional única, una única identidad cultural y una sola religión unificada, la diversidad y la pluralidad tiene que ser destruida. Este enfoque ha dado lugar a la asimilación y genocidio de toda diferencia espiritual, intelectual, y de las tradiciones culturales.
Öcalan, el representante ideológico encarceloado del movimiento de liberación kurdo, sería aún más explícito en este sentido. De acuerdo con Öcalan:
«Estos objetivos por lo general se logran mediante el uso de la fuerza o mediante incentivos económicos y con frecuencia han dado lugar a la aniquilación física de las minorías, culturas o idiomas a través de la asimilación forzada. La historia de los dos últimos siglos está llena de ejemplos que ilustran los intentos violentos para la creación de una nación que se corresponde con la realidad imaginaria de un verdadero estado-nación «.
El nacionalismo kemalista no comulgaba con el Islam, se consideraba que con el mismo no se avanzaba, además de considerarlo reaccionario. También fue tras izquierdistas y comunistas, a los que llamaban «saboteadores», y después explícitamente contra los kurdos, a los que llamaban ‘separatistas’. El objetivo detrás de esto era tener una extrema monopolización de la vida social, así como un muy centralizado y burocrático estado monolítico.
A pesar de la diversidad de las partes dentro del parlamento y el gobierno, ya sea el CHP, MHP o AKP ahora, en la historia moderna de Turquía, el nacionalismo turco se conserva de una manera muy fuerte e influyente en la política del estado turco. Por lo tanto, no es sorprendente ser testigos de las masacres cometidas por el AKP contra los kurdos; considerando que el movimiento de liberación kurdo amenaza al nacionalismo turco y la continua existencia del Estado-nación turca altamente centralizado en la misma forma.
Recientemente, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu ha acusado a los kurdos de ser como «bandas de Armenia con la colaboración de Rusia.» Esta afirmación puede entenderse como una justificación obstinada del genocidio armenio por la misma mentalidad nacionalista turca que sigue cometiendo masacres en el misma área geografía, pero ahora en el siglo XXI, contra los kurdos.
Islam autoritario (Islam político)
Sobre la base de un estudio sociológico e histórico de la era islámica, el Islam autoritario en su historia profunda representa una rebelión contra los valores del Islam de Mahoma, que se incorpora en la Constitución de Medina. Esta constitución abrazó el pluralismo y la democracia para todos los diversos partidos en Medina. El Islam autoritario tiene como objetivo utilizar el Islam para las agendas políticas y como una manera de tomar el poder y el control del estado, lo que significa la erradicación de todas las formas de pluralismo, y monopolizar todos los ámbitos de la vida.
Bajo este análisis, no es tan difícil de clasificar Arabia Saudita, Qatar, Irán, Turquía, e ISIS (la versión reciente del Islam político), bajo la bandera del islam autoritario. Esto deja claro que el apoyo que recibe Daesh de estos estados, especialmente de los estados sunitas islamistas, es debido al hecho de que todos ellos comparten la misma raíz ideológica – el Islam autoritario. El papel de estos estados es regar esta raíz y nutrir su crecimiento. También debe quedar claro que estas versiones del Islam político, especialmente los estados sunitas islamistas, no son tan anti-imperialista, y sirven a la agenda del imperialismo.
Samir Amin, un economista marxista egipcio-francés, explora esta en uno de sus artículos titulado ‘Political Islam in the Service of Imperialism’:
«El Islam político no es anti-imperialista, incluso si sus militantes piensan de otra manera. Es un aliado inestimable para el imperialismo y éste lo sabe. Es fácil de entender, entonces, que el Islam político siempre ha contado en sus filas a las clases gobernantes de Arabia Saudí y Pakistán. Por otra parte, estas clases estaban entre sus promotores más activos desde el principio. La burguesías incipientes locales, los nuevos ricos, los beneficiarios de la globalización imperialista actual, generosamente apoyan el Islam político «.
El Islam político sirve al capitalismo, ya que su política está acompañada de una aceptación del orden económico capitalista neoliberal, por un lado, y tratando todo lo posible de luchar contra el ala izquierda, por otra parte.
El partido AKP y «Turquía verde»
En Turquía, se logró el golpe de los militares de 1980 (con el apoyo de los EE.UU.) en gran medida contra el creciente poder de la izquierda en la década de 1970. La disminución de la izquierda después de 1980 fue uno de los factores más importantes que allanaron el camino en el aumento de un autoritario Islam, que Öcalan llamo La «identidad verde turca»[NdT: verde es el color que se identifica con el islam, así también se diferenciaba del rojo de Russia]
La «identidad verde turca» es una unión entre el nacionalismo turco y autoritarismo de un sector del Islam. EE.UU. y la OTAN apoyaron este nuevo modelo creado en la década de 1980 para lograr ciertos objetivos en esa epoca. El primer objetivo era bloquear la expansión rusa en ese momento, y el segundo era evitar que las comunidades en el Oriente Medio alcanzaran sus sueños de socialismo la libertad.
El movimiento kurdo: más allá del nacionalismo
El 7 de junio de 2015, Partido Democrático de los Pueblos (HDP) obtuvo una victoria histórica en las elecciones generales de Turquía y ganó 13.1% del voto nacional, superando el umbral del 10% del parlamento turco. Por primera vez en la historia de la Turquía moderna, un partido abiertamente pro-kurdo ocupó oficialmente escaños en el parlamento. No sólo impidió que el AKP con estos resultados obtuviera una mayoría, sino que también se convirtió en un obstáculo para que el AKP lograra su objetivo de un sistema presidencial, que se centra en la creación de un estado cada vez más monolítico y autoritario.
El crecimiento del HDP es una amenaza real para la soberanía del AKP, ya que el HDP aboga en su modelo político de izquierdas por el laicismo, la igualdad de género, el pluralismo político, la democracia directa, los derechos de las minorías, el igualitarismo, anti-neoliberalismo y anti-capitalismo .
Debido a estas razones, no es de extrañar que el estado turco, bajo el gobierno de la última versiónde la identidad verde turca (AKP), con el apoyo de los EE.UU. y la OTAN, está lanzando una guerra sistemática contra el pueblo kurdo en el norte de Kurdistán. La primera razón es que este modelo está diseñado principalmente para combatir y aplastar a la izquierda en Turquía y Oriente Medio. En segundo lugar, se encuentra el deseo de las fuerzas de la modernidad capitalista por arrancar las raíces de la libre voluntad de los kurdos, y por lo tanto crear una base para un nuevo modelo capitalista y explotador de la región.
El nacionalismo que se institucionalizó en el aparato de Estado-nación y del Islam autoritario ha demembrado el Medio Oriente en pedazos bajo la supervisión del capitalismo.
Una nueva y libre manera de pensar, que se institucionalizó en una forma descentralizada, que puede abarcar la diversidad cultural, el anticapitalismo y el anti-estatismo, modelo planteado desde el Confederalismo Democrática (propuesto por Ócalan, y puesto actualmente en práctica en Rojava el Kurdistán sirio), nos indica que es necesario superar las ideologías autoritarias que han llevado a la gente en el Oriente Medio a las masacres, genocidios, ahogo en los mares, y finalmente convertirlos en mendigos a las puertas de los estados capitalistas.
Cihad (Yihad) Hammy es un escritor kurdo de Kobanê. Él era un estudiante de literatura Inglés en la Universidad de Damasco antes de huir debido a la guerra civil en Siria.
FUENTE: Kurdish Question
Traducido por: Asociación de Amistad con el Kurdistan – Komeleya Hevalbendîya Kurdistanê
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Traducción alternativa de Rojava Azadî:
Durante los últimos siete meses, la estrategia del AKP ha sido la intimidación y el terrorismo contra los kurdos dentro de sus fronteras ocupadas. Esta estrategia se ha manifestado en la matanza de kurdos, jóvenes y ancianos, así como en la orientación específica contra las mujeres y los niños kurdos. Las escuelas se han convertido en sitios donde las Fuerzas Especiales Turcas intimidan y asustan a los niños, mientras se preparan para ataques militares contra pueblos, ciudades y sus habitantes. Tanques y ametralladoras disparan contra los hogares de los ciudadanos, dejando los restos y escombros de una zona de guerra. Los soldados y la policía arrancan la ropa y desnudan a las mujeres kurdas después de matarlas. Todo esto es el resultado de una mentalidad patriarcal, racista y autoritaria que está profundamente arraigada en la naturaleza del aparato dictatorial del Estado-nación.
Con el fin de entender lo que está sucediendo en Kurdistán, es necesario entender la mentalidad del partido gobernante en Turquía, el AKP, ya que es esta mentalidad la base ideológica que, persistentemente, intenta homogeneizar diferentes culturas, religiones y etnias. El AKP representa la fusión de dos corrientes de pensamiento: el nacionalismo turco y el autoritarismo islámico.
Esta es la mentalidad del AKP, que consiste en una acumulación extrema de autoritarismo y de nacionalismo racista. Es esta mentalidad la que alimenta las matanzas y el asesinato de niños, mujeres, jóvenes y ancianos en el norte de Kurdistán.
Una breve historia del nacionalismo turco y del autoritarismo islámico, que conforman el cuerpo ideológico del AKP, junto con sus efectos en la guerra que se está librando en el sur de Turquía (Kurdistán del Norte), resultan útiles para entender el conflicto actual.
Historia del nacionalismo turco
La ideología del nacionalismo turco y el surgimiento del Estado-nación aparecieron en Turquía durante la descomposición del Imperio Otomano a finales de los siglos XIX y XX y fueron iniciados por el movimiento de los Jóvenes Turcos. Las principales figuras de los Jóvenes Turcos y los fundadores de la República eran un grupo de pensadores y militares que defendían las ideas de la modernidad capitalista, como el positivismo, el nacionalismo y el darwinismo social, pioneros de la modernidad capitalista en Oriente Medio.
Los Jóvenes Turcos abogaron por las ciencias positivistas, un enfoque que se limita estrictamente a la formulación de hipótesis sobre el análisis empírico y la producción de leyes científicas, sin tener en cuenta las responsabilidades metafísicas y morales. El lema más popular entre los Jóvenes Turcos era «La ciencia es la religión de la élite, mientras que la religión es la ciencia de las masas». Esto se debía a que creían en una interpretación rígida de la ciencia para curar el mal del «hombre enfermo de Europa ‘, una metáfora usada para describir al Imperio Otomano y para crear un estado moderno en su lugar, respaldado por las ciencias positivistas.
Tras alinearse con los Jóvenes Turcos en 1906, el Comité de la Unión y el Progreso alcanzó el poder, mediante un golpe de Estado, en enero de 1913. El Comité de la Unión y el Progreso abrazó una forma de nacionalismo turco que era xenófoba y excluyente en su pensamiento. Esta forma de pensamiento condujo directamente al genocidio armenio y desempeñó un papel particularmente negativo sirviendo a la estrategia del divide y vencerás colonialista.
A finales del siglo XVIII, la Revolución Francesa, primero bajo Robespierre y más tarde bajo Bonaparte, conformó el primer Estado-nación centralizado en Europa. Un siglo más tarde, Mustafa Kemal Ataturk estableció un Estado-nación homogéneo por primera vez en Oriente Medio.
El secularismo asertivo, el cientificismo, el positivismo y el darwinismo social de los Jóvenes Turcos también potenciaron el nacionalismo kemalista. Estas ideologías se institucionalizaron de forma entrelazada y constituyeron un Estado-nación que se esforzó por diseñar y crear una homogeneidad artificial de la sociedad. El sistema educativo funcionaba como institución clave en la siembra de la semilla del nacionalismo turco en la mente de la sociedad; expresado en forma de bandera, símbolo, himno nacional, jefe de estado, fronteras geográficas, literatura, música, arte, y así sucesivamente.
Dado que esta forma de Estado-nación es alimentada por estas ideologías que buscan crear una identidad nacional única, una única identidad cultural y una sola religión unificada, la diversidad y la pluralidad tienen que ser destruidas. Este enfoque ha dado lugar a la asimilación y genocidio de todo tipo de tradiciones, espirituales, intelectuales y culturales.
Öcalan, el representante ideológico del movimiento de liberación kurdo, que se encuentra en prisión, sería aún más explícito en este sentido. Según Ocalan:
«Estos objetivos se logran generalmente mediante el uso de la fuerza o de incentivos económicos y con frecuencia han dado lugar a la aniquilación física de minorías, culturas o idiomas y a su asimilación forzosa. La historia de los dos últimos siglos está llena de ejemplos que ilustran los intentos violentos de creación de una nación que se corresponde con la realidad imaginada de un verdadero estado-nación».
El nacionalismo kemalista apuntó al Islam, al que consideraba retrógrado y reaccionario. También persiguió a izquierdistas y comunistas, a los que llamaba «saboteadores» y después, explícitamente, a los kurdos, a los que denominaba “separatistas”. El objetivo escondido tras esta actitud era mantener una extrema monopolización de la vida social, así como un Estado muy centralizado, burocrático y monolítico.
A pesar de la diversidad de partidos tanto en el Parlamento como en el Gobierno, ya sea del CHP, MHP o del AKP actualmente, en la historia moderna de Turquía, el nacionalismo turco se ha mantenido con gran fuerza e influencia en la política del Estado turco. Por tanto, no resulta sorprendente ser testigo de las masacres cometidas por el AKP contra los kurdos, ya que el movimiento de liberación kurdo amenaza tanto al nacionalismo turco como a la propia existencia del altamente centralizado Estado-nación turco.
Recientemente, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, ha acusado a los kurdos de ser «bandas de Armenia y colaboradores de Rusia». Esta afirmación puede entenderse como una obcecada justificación del genocidio armenio por la misma mentalidad nacionalista turca que sigue cometiendo masacres en la misma área geográfica, pero ahora en el siglo XXI y contra los kurdos.
El Autoritarismo Islámico (el Islam político)
Basándonos en un estudio sociológico e histórico de la era islámica temprana, el autoritarismo islámico, en su historia más profunda, representa una rebelión contra los valores del Islam de Mahoma, que se incorporaba a la Constitución de Medina. Esta constitución abrazó el pluralismo y la democracia para todas las diversas facciones en Medina. El autoritarismo islámico tiene como objetivo utilizar el Islam para las agendas políticas y como una manera de tomar el poder y el control del Estado, lo que significa la erradicación de todas las formas de pluralismo, y así monopolizar todos los ámbitos de la vida.
Bajo este análisis, no es tan difícil clasificar a Arabia Saudita, Qatar, Irán, Turquía y el ISIS (la versión reciente del Islam político) bajo la bandera del Islam autoritario. Esto deja claro que el apoyo que recibe de ISIS de estos estados, especialmente de los estados islámicos sunitas, se debe al hecho de que todos ellos comparten la misma raíz ideológica: el Islam autoritario. El papel de estos estados es regar esta raíz y nutrir su crecimiento. También debe quedar claro que estas versiones del Islam político, especialmente los estados islámicos sunitas, no son simplemente anti-imperialista, sino que sirven a la agenda del imperialismo.
Samir Amin, un economista marxista egipcio-francés, explora ésta cuestión en uno de sus artículos titulado «El Islam político al servicio del imperialismo”:
«¡El Islam político no es anti-imperialista, no importa si sus militantes piensan lo contrario! Es un aliado inestimable para el imperialismo y éste lo sabe. Así, es fácil entender que el Islam político siempre haya contado en sus filas con las clases gobernantes de Arabia Saudí y Pakistán. Más aún, estas clases han estado entre sus promotores más activos desde el principio. La burguesía consumista local, los nuevos ricos, los beneficiarios de la globalización imperialista actual, apoyan, generosamente, al Islam político «.
El Islam político sirve al capitalismo, ya que su política está acompañada por una aceptación del orden económico capitalista neoliberal, por un lado, y trata en todo lo posible de luchar contra la ideología de izquierdas, por otra parte.
El AKP y la “turquedad verde»
En Turquía, el golpe militar de 1980 tuvo éxito (con el apoyo de los EE.UU.) en gran medida contra el creciente poder de la izquierda a lo largo de la década de 1970. El declive de la izquierda después de 1980 fue uno de los factores más importantes que allanaron el camino para el surgimiento del autoritarismo islámico, al que que Ocalan llama ‘la turquedad verde».
La turquedad verde representa la unión entre el nacionalismo turco y el Islam autoritario. EE.UU. y la OTAN apoyaron este nuevo modelo, creado en la década de 1980, para lograr ciertos objetivos en ese momento. El primer objetivo era bloquear la expansión rusa en curso, y el segundo era evitar que las comunidades de Oriente Medio alcanzasen el socialismo y la libertad.
El movimiento kurdo: más allá del nacionalismo
El 7 de junio de 2015, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) obtuvo una victoria histórica en las elecciones generales de Turquía y logró el 13,1% del voto nacional, superando el umbral del 10% para acceder al Parlamento turco. Por primera vez en la historia de la Turquía moderna, un partido abiertamente pro-kurdo conseguía oficialmente escaños en el Parlamento. El resultado no sólo impidió que el AKP lograse la mayoría absoluta, sino que también fue un obstáculo para que el AKP lograse su objetivo de instaurar un sistema presidencialista, cuyo objetivo es la creación de un Estado cada vez más monolítico y autoritario.
El crecimiento del HDP es una amenaza real para la soberanía del AKP, ya que el HDP aboga en su política por un modelo de izquierdas, el laicismo, la igualdad de género, el pluralismo político, la democracia directa, los derechos de las minorías, el igualitarismo, el anti-neoliberalismo y el anti-capitalismo.
Por estas razones, no es de extrañar que el Estado turco, bajo el gobierno de la última versión de la “turquedad verde” (AKP) y con el apoyo de los EE.UU. y la OTAN, está lanzando una guerra sistemática contra el pueblo kurdo en el norte de Kurdistán. La primera razón es que este modelo está diseñado principalmente para combatir y aplastar a la izquierda en Turquía y Oriente Medio. En segundo lugar, se encuentra en el deseo de las fuerzas de la modernidad capitalista arrancar las raíces de la libre voluntad de los kurdos y, por tanto, crear la base para un nuevo modelo capitalista y explotador de la región.
El nacionalismo institucionalizado en el aparato del Estado-nación y el Islam autoritario han desgarrado en pedazos el Medio Oriente bajo la supervisión del capitalismo. Una forma nueva y libre de pensar, institucionalizada de manera descentralizada, que puede abarcar toda la diversidad cultural, el anticapitalismo y el anti-estatismo, tal como el modelo de Confederalismo Democrático (propuesto por Ocalan y puesto en práctica en Rojava, Kurdistán sirio), se postula necesaria para superar las ideologías autoritarias que han llevado a los pueblos de Oriente Medio a masacres, genocidios, ahogamiento en los mares, para, finalmente, convertirlos en mendigos a las puertas de los estados capitalistas.
Cihad (Yihad) Hammy es un escritor kurdo de Kobanê. Era estudiante de Literatura Inglesa en la Universidad de Damasco antes de tener que huir a causa de la guerra civil en Siria.