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Un breve análisis de la situación política y económica en Oriente Medio

Stambul-3
Fuente: Internationalist Commune
Fecha: 10/12/2017
Traducido por Rojava Azadi
 
Al analizar y comprender la situación política, social y económica existente en Oriente Medio, podremos entender la crisis de la modernidad capitalista de una mejor manera, y creemos que puede brindarnos perspectivas para construir alternativas que puedan resolver los problemas a los que se enfrentan hoy los pueblos oprimidos.
Oriente Medio, y especialmente la región llamada Mesopotamia, ubicada entre los dos grandes ríos Éufrates y Tigris, que cubre una gran parte de la tierra que llamamos nuestro hogar Kurdistán es, en muchos sentidos, una región rica, llena de recursos naturales que son necesarios para que la vida y la sociedad humana existan, crezcan y mejoren. Ésta es, por un lado, la razón por la que la revolución agrícola se produjo aquí por vez primera y luego se extendió al mundo. Grupos de cazadores y recolectores se establecieron y comenzaron a cultivar diferentes plantas y a domesticar animales. Entonces se desarrollaron el lenguaje, la cultura, la economía social y muchos otros atributos de la sociedad humana. La sociedad emergió y creció de una manera nueva que no existía antes. Por otro lado, se convirtió más tarde en la razón del surgimiento del primer estado, el estado sumerio, y con él el patriarcado, la esclavitud y la aparición de los primeros imperios. De esta manera, comenzó un tiempo en la historia humana que dura hasta el día de hoy: más de 5.000 años de imperios que surgen y decaen; más de 5.000 años de guerra, dolor, esclavitud, opresión, clases y explotación.
Para describir todo lo necesario al objeto de comprender nuestra situación en este momento, tendríamos por supuesto que escribir un montón de libros, pero afortunadamente hay otros que lo hicieron antes, entre ellos Abdullah Öcalan. Por ello, para profundizar en la historia de Oriente Medio y sus vínculos con el presente, recomendamos a todos que lean sus estudios.
Conocemos como «sociedad natural» a la sociedad que se formó por medio de la revolución agrícola. Hasta hoy, especialmente la gente de Kurdistán ha defendido esa vida de muchas maneras. Estilo de vida comunitario, fuerza de la solidaridad social y una economía basada en la agricultura y la domesticación de los animales. A pesar de la gran influencia de la mentalidad patriarcal sobre la sociedad kurda y sus estructuras sociales feudales, las mujeres tienen una posición diferente a la que ocupan en otras sociedades feudales. Encontramos muchas regiones donde todavía hablan de la diosa Ishtar y las mujeres parecen mucho más fuertes e influyentes que los hombres, por no hablar de los cambios logrados por medio de la lucha por la libertad de las mujeres, que son obvios para todos hoy en Rojava y en todas las partes de Kurdistán.
Es importante ver esos patrones diferentes en la sociedad, porque primero necesitamos entender que no existe una sociedad 100% capitalista o feudal. Algo así no puede existir, excepto en el ámbito teórico. Ésa es nuestra esperanza para la humanidad, porque si bien el sistema capitalista hegemónico intenta formar la sociedad como quiere que sea, es un sistema antisocial. La existencia de la sociedad misma está en oposición a la mentalidad e interés capitalistas. Ése es en cierta manera el dilema del propio capitalismo, porque sin la sociedad tampoco puede existir. Depende de nosotros, pero nosotros no dependemos de él. En este punto tenemos que encontrar nuestra fortaleza y entender por qué la crisis de la modernidad capitalista en todo el mundo se está concretando hoy en medio del caos de Oriente Medio.
Las estructuras creadas por el imperialismo después de la primera guerra mundial no encajan en la región. Con el Acuerdo Sykes-Pycot de 1916 entre Gran Bretaña y Francia, comenzaron a tratar de capitalizar totalmente la región mediante la construcción de estados nacionales. Desde el principio, este proyecto fue seguido por muchas crisis sociales y políticas, ya que muchas etnias y comunidades diferentes se vieron obligadas a vivir bajo la bandera de una nación con ciertas fronteras, una identidad y un idioma, pero la realidad era que había muchas identidades, muchos idiomas, creencias y etnias. El caos actual, que condujo a los levantamientos en 2011 llamados “la primavera árabe” y la guerra en Siria, Yemen y muchas otras partes de la región, es el resultado de las políticas fallidas del imperialismo a lo largo del último siglo. Sabemos que ahora es, por supuesto, parte de los planes de los estados imperialistas internacionales como los Estados Unidos de América para desestabilizar la región en su propio interés, y como parte de la realización de su llamado «Proyecto del Gran Oriente Medio», pero hasta hoy ninguno de sus intentos pueden considerarse como exitosos. ¿Por qué? Porque intervienen con mentalidad capitalista, pero la mentalidad de la región no se ajusta a eso en absoluto. Estando arraigados en la sociedad natural e influenciados por la mentalidad y la religión feudal, no hay forma de que los enfoques occidentales y orientalistas puedan realmente establecerse en esta región.
Durante el período de la Guerra Fría, el conflicto creciente en Oriente Medio podía no resultar tan obvio para todos, porque cada conflicto y contradicción se definía como parte del conflicto entre los dos bloques. Pero no es posible ocultarlo más. La crisis del estado nación en Oriente Medio ha llevado al caos actual. Este caos, los intentos de los estados regionales e internacionales y los grupos violentos por rediseñar la región en su propio interés por alcanzar el poder y la lucha del pueblo por la libertad han puesto sobre la mesa la cuestión de cómo se mantendrá el propio capitalismo. ¿Va a poder renovarse o emergerá una alternativa? La importancia histórica de Oriente Medio, y especialmente de la región de Mesopotamia, lo ha convertido en el campo de batalla para el futuro de toda la humanidad. Esta región que, por un lado, es la madre de la sociedad misma y, por otro, el padre del patriarcado, el sistema estatal, la esclavitud y las clases, tiene el potencial de conmocionar al mundo entero y puede tener un papel clave en su configuración. Es por esto que llamamos a los conflictos y lugares de guerra existentes en esta región la ‘tercera guerra mundial’, donde coexisten tres líneas principales. En primer lugar, las fuerzas imperialistas internacionales; en segundo, las fuerzas regionales que quieren mantener el statu quo y, en tercer lugar, las fuerzas democráticas y revolucionarias de los pueblos.
Siria, y especialmente el norte de Siria / Rojava, el lugar donde vivimos ahora, pasa a ser uno de los centros de esta confrontación. Un lugar donde la gente se ha levantado, organizando una revolución y construyendo un sistema alternativo, basado en su paradigma de una sociedad democrática, ecológica y la libertad de las mujeres. Un lugar donde las fuerzas regionales como el régimen sirio, el estado fascista turco, Irán y sus pandillas operativas como ISIS y al-Nusra están tratando de oprimir y esclavizar a la gente nuevamente al forzar una guerra horrible y brutal contra ellos. Y un lugar donde todos los grandes jugadores internacionales como Estados Unidos, Rusia, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Israel y muchos otros tratan de garantizar el poder político, la influencia y los recursos económicos para sus propios intereses.

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