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¿Puede Turquía detener la expansión del PKK? ¿Qué puede hacer Barzani por Ankara?

Después de tres décadas de lucha armada y derramamiento de sangre, el Gobierno turco debe darse cuenta de que la única manera de tratar con el PKK es hacer la paz con él. De lo contrario, el PKK seguirá creciendo no sólo en Turquía, sino que también puede convertirse en uno de los socios decisivos del Kurdistán iraquí. No importa si el PKK decide evacuar Sinjar o Makhmour, porque la influencia que el PKK tiene entre los jóvenes yazidis en Sinjar y en otros lugares no va a desaparecer.

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Simpatizantes con banderas del PKK, las YPG y Abdullah Ocalan / Fotografía extraída de Kurdish Policy Foundation

Washington – El 28 de noviembre de 1978, un grupo de estudiantes dirigido por Abdullah Ocalan (alias Apo) fundó el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La fundación del PKK fue una respuesta a la agresión de Turquía y la discriminación cultural continua contra la población kurda. El PKK surgió en un pueblo, pero ahora se extiende a cuatro países y adquiere un creciente apoyo entre los kurdos de la diáspora en Europa.

En 1984, el año en que nací, el PKK lanzó su lucha armada contra el Estado turco. El único objetivo del PKK eran las fuerzas de seguridad militares y locales, porque estas instituciones estaban acostumbradas a destruir sistemáticamente la identidad kurda en Turquía. En aquel entonces, la mayoría de los kurdos en Turquía no sabía nada sobre el PKK y su máximo líder Ocalan. Ahora, Ocalan es una figura bien conocida en toda Turquía y en todo el mundo. A diferencia de otras luchas kurdas en Irán e Irak, el arresto de Ocalan en 1999 no condujo a la desaparición del PKK, sino que éste cambió su estrategia y continúa aceptando las ideas de Ocalan. Muchos turcos llaman a Ocalan «gran terrorista», pero para la mayoría de los kurdos en Turquía, Ocalan lo es todo. Él inspiró a muchos jóvenes kurdos a sentirse orgullosos de su identidad kurda. Su ideología y sus pensamientos sobre las mujeres y la autonomía democrática han atraído a muchos kurdos en Irak, Irán y Siria.

El sistema político kurdo-sirio de Rojava se basa en la filosofía de Ocalan. En el Kurdistán iraquí, el amor y el afecto por el Apoísmo están creciendo, y muchos activistas de la sociedad civil se han unido al movimiento PKK bajo diferentes nombres, como Tavgari Azadi. El ala militar del PKK en Irán, PJAK, es una de las fuerzas de oposición más eficaces contra el poder en Irán. Entre los jóvenes kurdos iraníes, el apoyo al PKK va en aumento, mientras que otras fuerzas kurdas siguen mostrándose pasivas en los campos del Kurdistán iraquí.

En Turquía, la conciencia entre los kurdos por la causa kurda alcanzó su nivel más alto cuando el Partido Democrático Popular pro-kurdo (HDP) superó el umbral del 10 por ciento durante las elecciones de junio de 2015, cambiando la leyenda de que los kurdos en Turquía son menos del 10 por ciento o que los partidos políticos cercanos al PKK no son populares entre los kurdos en Turquía.

En Siria, las fuerzas afiliadas al PKK controlan más del 60 por ciento de la frontera siria con Turquía, lo que obliga a Ankara a preocuparse más que nunca. La ideología del PKK, plasmada en leyes y una constitución gobierna la vida cotidiana de la gente en el norte de Siria. Además, el modelo militar y de gobierno de Rojava está a punto de ser transferido a algunas de las ciudades de mayoría árabe que son liberadas del ISIL. Actualmente, los guerrilleros de las YPG están entrenando y formando a árabes y otras minorías en ese área para defenderse contra las amenazas del autoproclamado Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL).

En el Kurdistán iraquí, las actividades militares del PKK se han extendido desde el monte Qandil hasta Kirkuk, Makhmour, Sinjar y Rabia. El PKK ha hecho imposible que Turquía los enfrente porque el PKK se ha rebautizado militarmente. En Siria, ha establecido a las YPG, que son considerados los socios más eficaces de los Estados Unidos en Siria contra ISIL. En Irak, a pesar de atraer a muchos kurdos iraquíes para unirse a las unidades del PKK en Qandil, ha formado una nueva fuerza yazidi denominada YBS.

En respuesta, Turquía ha gastado miles de millones de dólares para contrarrestar la influencia del PKK en las regiones kurdas de Irak, Siria y también del propio país. El gasto militar turco se disparó en 2016 en un 20 por ciento, mientras se reanudaba la lucha contra el PKK. La mejor apuesta de Ankara es conseguir que el KDP no sólo ayude al ejército turco compartiendo inteligencia, sino enfrentando al PKK militarmente como lo hizo el PDK en los años noventa. Sin embargo, tanto la política interna del PDK como el PKK no están dispuestos a entrar en un conflicto armado con el PDK porque el PKK no quiere dar a los militares turcos una justificación para aumentar sus bases militares en el Kurdistán iraquí.

En Siria, Turquía ha gastado millones de dólares financiando al Consejo Nacional Kurdo Pro-Barzani (ENKS). Turquía ha entrenado y equipado a más de 5.000 kurdos sirios pro Barzani y los ha preparado para ser enviados de regreso a Rojava. Turquía se ha esforzado mucho en obtener preponderancia en Rojava reforzando a otros kurdos sirios, como lo ha hecho en el Kurdistán iraquí por medio de su relación con el PDK, pero el plan ha fracasado. Dentro de Turquía, el gobierno ha estado reclutando a los llamados guardias del pueblo para que los aldeanos kurdos se vuelvan contra el PKK, pero ¿qué pueden hacer los guardias del pueblo si los militares de la OTAN con las armas más modernas no lo consiguen?

Más de 37 años después de la fundación del PKK, el grupo se ha expandido de Turquía a todas las partes del Kurdistán. La causa kurda en Turquía ha recibido más atención internacional que nunca. El ascenso del HDP fue un aviso del éxito del PKK en restaurar la identidad kurda e, incluso, para convertirse en un paraguas para otros grupos oprimidos. La narrativa de «buenos kurdos y malos kurdos» ya no existe. Los Estados Unidos celebraron el ascenso kurdo en las recientes elecciones turcas, y el copresidente del HDP, Selahattin Demirtaş, fue invitado a la Casa Blanca. En Siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD) es una fuerza decisiva en la lucha contra el autoproclamado Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL). Es el partido gobernante en el norte de Siria y se mueve más allá de las fronteras de mayoría kurda hacia Manbij y actualmente también hacia Raqqa. El PYD, que comparte la ideología de Ocalan como el PKK, ha abierto oficinas diplomáticas en Moscú y en muchos países europeos. El ala militar del PYD está ahora en contacto directo con Washington. Incluso el Departamento de Estado ha dicho que el PYD debería ser incluido en las conversaciones de paz sirias.

El PKK no es sólo un grupo rebelde, sino una ideología y una escuela llamada Apoísmo. Por lo tanto, ni el ejército turco ni el KDP Peshmerga pueden derrotar al PKK, pero sí pueden hacer la paz con él. Añadir el KDP a la lista anti-PKK e involucrar a  los peshmerga en otra guerra harían que la región quedase aún más desordenada y desestabilizada.

Fuente: Kurdish Policy Foundation

Autoría: Sarkawt Shamulddin

Fecha de publicación del original: 13/01/2017

Traducido por Rojava Azadi

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