Análisis

Llevar a ISIS ante la justicia (VI)

Hacia un tribunal internacional en el noreste de Siria

Con ocasión de la celebración del Foro Internacional sobre ISIS, celebrado en Qamishlo (norte de Siria) los días 6, 7 y 8 del presente mes de julio 2019, el Centro de Información de Rojava (RIC) ha editado un informe bajo el título «Llevar a ISIS ante la justicia. Hacia un tribunal internacional en el noreste de Siria».

El informe abunda en la razones por las que es preciso enjuiciar al Estado Islámico bajo las leyes internacionales y apoya la propuesta de creación de dicho tribunal en el noreste de Siria, en el mismo terreno donde el califato ha sido vencido militarmente.

Rojava Azadi Madrid publicará en varios capítulos este informe, aportando a su finalización el informe completo en formato descargable.
Leer el Capítulo I aquí - Introducción: el impasse jurídico,  
Los crímenes de ISIS en el contexto de la justicia internacional 
Leer el Capítulo II aquí - Sospechosos y afiliados de ISIS en el noreste de Siria: una visión general
Leer el Capítulo III aquí - Posiciones internacionales sobre la repatriación
Leer el Capítulo IV aquí - Mecanismos de la justicia internacional como solución para los sospechosos extranjeros de ISIS
Leer el Capítulo V aquí - Un tribunal internacional como solución para los sospechosos extranjeros de ISIS 

Propuesta y posición del noreste de Siria

El primer llamamiento oficial de la Administración Autónoma para un tribunal internacional en el noreste de Siria se emitió el 25 de marzo en una conferencia de prensa en Ain Issa, dos días después de la victoria militar sobre el califato de ISIS. El portavoz de la AANES, Loqman Ahmi, exigió que se estableciera un tribunal internacional especial en el noreste de Siria, de modo que los delitos pudieran ser juzgados en el lugar donde se cometieron, de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos.

El Sr. Ahmi dirigió especialmente sus palabras a los Estados cuyos ciudadanos se convirtieron en miembros de ISIS, exigiendo que asuman roles de liderazgo en este proceso.[310] A partir de esto, la líder política kurda Fawza Yusuf subrayó la necesidad de apoyo de la ONU, la CPI y la sociedad civil internacional.[311] El Copresidente de la Oficina de Relaciones Exteriores de la Administración Autónoma, Dr. Abdulkarim Omar, declaró en febrero que se estaban llevando a cabo negociaciones sobre el establecimiento de un tribunal internacional, pero que cualquier decisión oficial dependería de la participación internacional. Indicó que cualquier tribunal tendría que ser reconocido internacionalmente, y que la comunidad internacional tendría que ofrecer apoyo para la construcción de prisiones, satisfacer las necesidades diarias de los presos y las personas que viven en los campamentos, y también brindar apoyo legal y capacitación, por ejemplo, en la provisión de abogados defensores para los presuntos miembros de ISIS juzgados en el tribunal.[312]

El 24 de marzo, la Oficina de Relaciones Exteriores de la AANES[313] presentó a la Coalición Mundial contra el ISIS la sugerencia de un tribunal internacional. Discusiones con la Coalición Internacional y los Estados con ciudadanos entre los sospechosos detenidos de ISIS están en curso.[314] El 25 de marzo se estableció una comisión para la creación de un tribunal internacional[315], y se propuso un comité común entre la Coalición y la AANES a través del cual se podría hacer un trabajo cooperativo en términos de recopilar evidencias, satisfacer las necesidades de los detenidos, ampliar las prisiones y encontrar caminos para su procesamiento.[316] Además, la Administración Autónoma también propuso celebrar un congreso internacional sobre el tema,[317] y se presentó una propuesta provisional para constituir el tribunal en Kobane.[318]

Diferentes funcionarios de la Administración Autónoma han presentado varias demandas en diferentes momentos, [319]y el portavoz de las SDF, Mustafa Bali, ha pedido un tribunal y un sistema de detención subsecuente bajo los auspicios de la ONU, por ejemplo, mientras que Loqman Ahmi ha señalado, más allá de La Haya, a los tribunales ad-hoc internacionales como modelo para el noreste de Siria.

La comisión establecida para trabajar en la propuesta del tribunal internacional desde el interior del noreste de Siria se basa en quienes trabajan en los Tribunales de Defensa del Pueblo, que han juzgado alrededor de 7.000 miembros locales de ISIS hasta la fecha. Publicaron una lista de ocho demandas para el tribunal internacional, que también enviaron a todos los gobiernos que forman parte de la Coalición Global contra ISIS.[320]

Sus demandas fueron:

• Que la comunidad internacional garantice que los presos sean juzgados ante un tribunal internacional en el noreste de Siria bajo la supervisión del Consejo de Seguridad de la ONU.

• Que se brinde apoyo legal y logístico a los Tribunales de Defensa del Pueblo y sus funcionarios.

• Que las potencias internacionales investiguen las condiciones de detención en el noreste de Siria.

• Que se establezcan alojamientos, hospitales y centros de salud para los convictos, con apoyo logístico proporcionado desde el exterior.

• Que se establezcan centros de rehabilitación para miembros de ISIS encarcelados y sus familias.

• Que se establezcan centros especiales de rehabilitación para niños.

• Que la información y el apoyo logístico se compartan para apuntar a las células durmientes de ISIS.

• Que se forme un comité conjunto de agentes de la ley, abogados y expertos en seguridad para trabajar en el tribunal.

Estas demandas han arrojado algo más de luz sobre cómo la Administración Autónoma está conceptualizando el tribunal internacional, pero entre otros factores no está claro quién será precisamente juzgado en el tribunal. Los funcionarios de la Administración Autónoma han hablado sobre el tribunal en referencia a los combatientes extranjeros, y han procedido con juicios para combatientes locales, pero cualquier tribunal que siga las normas de justicia internacional tendría que llevar a juicio tanto a los comandantes locales como a los extranjeros, trabajando no sobre la base de la nacionalidad, sino sobre la base de la culpabilidad por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio.

En una entrevista con el Centro de Información de Rojava, el Dr. Abdulkarim Omar indicó que “solo se han repatriado los casos humanitarios, como los huérfanos” tras la decisión de formar un tribunal internacional, y añadió: “tras nuestra decisión de establecer un tribunal internacional para los miembros de ISIS y las mujeres que han actuado dentro de ISIS, no los entregaremos, ya que los enviaremos a los tribunales”.[321] Sin embargo, al menos un combatiente internacional conocido de ISIS ha sido repatriado desde estos comentarios.

Es necesaria más claridad respecto a la estructura del tribunal propuesto, a fin de comprender su viabilidad y cómo funcionaría junto con, o en lugar de, los actuales esfuerzos de justicia locales e internacionales a propósito de ISIS.

Beneficios

Dada la falta de movimiento internacional sobre la repatriación; obstáculos legales entre ISIS y La Haya; y el historial de derechos humanos de Irak excluyendo la posibilidad de asegurar una justicia significativa para ISIS en los tribunales iraquíes, un tribunal ad-hoc de algún tipo en el noreste de Siria comienza a parecer una opción atractiva.

A continuación, se examinarán los obstáculos a que se enfrenta la creación de un tribunal de este tipo, pero también se examinarán los beneficios particulares que se derivarían del establecimiento de un tribunal internacional en el noreste de Siria.

Lo más importante es la proximidad de la corte a las escenas de los peores crímenes de ISIS, lo que permite la rendición de cuentas y la justicia en el ámbito local, en coordinación con un sistema de justicia local de buena reputación que ha manifestado su apertura al apoyo y la observación internacionales, lo que faltaba en anteriores esfuerzos de la justicia internacional. Un tribunal local con testigos locales tendría mucha más legitimidad a los ojos de la población que un proceso opaco muy lejano en La Haya, por ejemplo. Un tribunal exitoso podría lograr lo que la evaluación post-tribunal del TPIY describió como un «giro desde la impunidad a la rendición de cuentas…. haciendo justicia a miles de testigos y dándoles voz», lo que permite el «establecimiento de los hechos» para el registro histórico. Al igual que el TPIY, podría funcionar en paralelo tanto con los mecanismos locales de justicia penal para los combatientes que no están vinculados a crímenes de guerra, y con los propios esfuerzos de justicia de los países extranjeros. A diferencia del TPIY, podría ir acompañado de programas de desradicalización y reconciliación local, y ser fácilmente accesibles para las comunidades locales.

Cabe señalar también que varias organizaciones yazidíes, entre ellas el Consejo Autónomo Democrático de Shengal y el Consejo de la Administración provisional de Shengal, han prestado su voz a los llamamientos para un tribunal internacional. En un llamamiento dirigido a la AANES, al gobierno y al poder judicial iraquí, y a la coalición internacional, han exigido la participación yazidi en cualquier tribunal internacional que se constituya. así como la indemnización y la reparación para las víctimas[322].

Además, sería más fácil escuchar las voces de los testigos y reunir pruebas en el noreste de Siria que en un mecanismo de justicia internacional en otro lugar. La prueba de participación en la violencia es una de las principales razones por las que la mayoría de los países cuyos ciudadanos están ahora detenidos en el noreste de Siria no son repatriados, con el temor de que no tuvieran suficientes pruebas para enjuiciarlos en su país.[323] La realización de los juicios en la región hace que sea mucho más fácil recopilar pruebas. Los testigos y las personas afectadas por las atrocidades de ISIS, como los yezidis, pueden ser escuchadas y participar más fácilmente en los juicios mientras están en la región. La justicia se hará más visible, presente y evidente.

Lo mismo es técnicamente cierto en Irak, pero el sistema de justicia de ese país ha dejado de lado las voces de los testigos locales y la recopilación de pruebas significativas en su apresuramiento por dictar sentencias de tribunales canguro en diez minutos (ver arriba). Una vez más, en el noreste de Siria, el sistema de justicia ha profesado su disposición a trabajar junto con expertos internacionales para mejorar la profundidad y la calidad de la justicia que se imparta. El noreste de Siria ofrece la mejor oportunidad para la participación en profundidad de los testigos y la obtención de pruebas.

La Administración Autonómica también ha puesto en marcha procesos de reconciliación en colaboración con las comunidades árabes locales, en particular para el regreso de 800 mujeres y niños en Al-Hol, incluyendo a antiguas miembros de ISIS[324]. Miembros masculinos de ISIS no sospechosos de los crímenes más graves también han sido devueltos a sus comunidades en virtud de acuerdos similares[325]. Dichos procesos, puestos en marcha con la garantía de los líderes de la comunidad árabe de que las mujeres en cuestión romperán todo lazo con ISIS, indica la posibilidad de establecer un mecanismo de justicia internacional junto con otros mecanismos más amplios de justicia. Tales medidas serán necesarias para que cualquier mecanismo de justicia logre legitimidad local y un neto efecto positivo que vaya más allá del mero impulso hacia una mayor radicalización.

El tribunal internacional en el noreste de Siria también puede ser una solución para los sospechosos de ISIS cuya repatriación haya sido rechazada por sus Estados de origen. Hasta ahora, los países europeos se han mostrado reacios a repatriar a los sospechosos de ISIS, y los países no europeos que han repatriado a sus ciudadanos tienen escasa experiencia en derechos humanos, lo que crea preocupación respecto al uso de la tortura y su acceso a un juicio justo.[326] Un tribunal internacional en el noreste de Siria podría ser una solución para ambos casos: tanto para los acusados cuyos países rehúsan repatriarlos y los que se enfrentan a posibles torturas o juicios injustos en sus países de origen.

Además, el establecimiento de un tribunal internacional en el nordeste de Siria podría contrarrestar cualquier posible retraso de enjuiciamiento de los crímenes de ISIS.[327] Con poderes internacionales y órganos políticos que no quieren o no pueden paso alguno para satisfacer la urgente necesidad de justicia respecto a ISIS, la voluntad expresada por la Administración Autónoma de tomar todas las medidas que pueda para apoyar el establecimiento de una justicia internacional en la región, significa que vale la pena considerarla seriamente como socia. Como se ha señalado anteriormente, al contrario que Irak, la Administración Autónoma tiene un sistema judicial joven pero en funcionamiento, que aspira a las normas internacionales de derechos humanos; ha abolido la pena de muerte; y está buscando activamente observadores internacionales y apoyo para ayudarle a mejorar los estándares de sus centros de detención y la justicia que puede ofrecer.

En general, la Administración Autónoma y las Fuerzas de Autodefensa han demostrado ser los socios más fiables del mundo sobre el terreno en la lucha contra ISIS, «la mejor fuerza irregular de socios» en la historia de los EE.UU. según el ex Enviado Especial de los EE.UU. en Siria, Brett McGurk[328]. También deben ser tomados en serio como socios para la siguiente etapa de la lucha contra ISIS.

Las SDF, en particular, han demostrado su compromiso con el derecho internacional a lo largo de la campaña contra ISIS, en comparación tanto con otros actores de la guerra civil siria como con las acciones de las partes victoriosas tras los anteriores casos de crímenes de lesa humanidad perpetrados contra otras comunidades.

Las SDF han sido acusadas de violaciones de los derechos humanos durante la campaña contra ISIS, sobre todo de desplazamiento forzado de comunidades elegidas para operaciones de desminado y reclutamiento de soldados menores de edad.[329] Los informes en los que se mencionan estas violaciones detallan una letanía de crímenes de guerra atribuibles a todas las demás partes en el conflicto sirio, entre los que se incluyen asesinatos en masa generalizados, torturas, mutilaciones, desapariciones forzadas, ejecuciones sumarias, lapidaciones de mujeres y otros actos de violencia contra las mujeres.[330] Lo que es más importante, las SDF han demostrado su voluntad de hacer frente a las violaciones que han cometido sus fuerzas, la más reciente firmando un acuerdo con la ONU para poner fin al reclutamiento de soldados menores de edad.[331]

Sin embargo, la comparación clave aquí no es con ISIS u otros actores en la guerra civil siria, sino con los actores victoriosos en conflictos anteriores en los que se han cometido atrocidades similares. En Ruanda, por ejemplo, las victoriosas fuerzas tutsi llevaron a cabo masacres generalizadas en venganza por el genocidio cometidos contra sus familiares[332]. Asimismo, combatientes victoriosos en Irak y el Kurdistán iraquí llevaron a cabo ejecuciones sumarias generalizadas de combatientes de ISIS[333], en violación del derecho internacional sobre derechos humanos. En cambio, en Baghouz, la moderación de las SDF permitió a miles de combatientes y decenas de miles de civiles y no combatientes cruzar las líneas de las SDF para rendirse o solicitar refugio.

A pesar de la presión de los medios de comunicación y de la opinión pública para que los prisioneros de ISIS sean ejecutados o algo peor,[334] las SDF se han abstenido en gran medida de la justicia arbitraria, preservando las normas internacionales con la esperanza de una solución justa de acuerdo con estas normas, y demostrando su capacidad y voluntad de participar en un proceso judicial ratificado internacionalmente.

Desafíos

Sin embargo, toda la voluntad política del mundo no puede cambiar ciertas realidades jurídicas. Este informe no pretende ser una hoja de ruta legal que señale el camino a seguir, pero proporcionará un resumen de algunas de las respuestas de los expertos a estos desafíos y cómo podrían superarse antes de hacer algunas propuestas destinadas a facilitar el desarrollo de una propuesta legal significativa sobre cómo ISIS puede ser llevado ante la justicia a través de un mecanismo de justicia internacional en el noreste de Siria.

Existen tres obstáculos principales para el establecimiento de un tribunal internacional en el noreste de Siria, todos los cuales se retroalimentan. El primero de ellos es el veto legal expuesto anteriormente, por el que Rusia ha bloqueado cualquier intento de llevar a ISIS ante la justicia a través del Consejo de Seguridad de la ONU; el segundo es la propuesta de que el tribunal se centre únicamente en los crímenes de ISIS, debido a estos factores; y el tercero son los desafíos de infraestructura que presenta la precaria situación del noreste de Siria, el embargo económico que rodea la Región Autónoma, y las amenazas que Turquía está lanzando contra el noreste de Siria.

Como se ha señalado anteriormente, el aliado de Assad, Rusia, ha estado bloqueando cualquier esfuerzo a través del Consejo de Seguridad de la ONU para enjuiciar crímenes de guerra en Siria. Esto significaría que el tribunal propuesto tendría que encontrar una manera de ganar legitimidad territorial a pesar de Assad y Rusia, o que tendría que llegar a un acuerdo con el régimen sirio y Rusia en el sentido de centrarse únicamente en asegurar la justicia respecto a ISIS, dejando de lado los presuntos crímenes de otros actores en Siria.

El ex abogado del TPIR y de la CPI, Jean Flamme, ha propuesto dos vías para establecer un tribunal internacional sin la aprobación de los rusos: la primera sería presionar para el establecimiento de un tribunal a través de la Asamblea General de la Unión Europea, en cuyo caso el Consejo de Seguridad de la ONU no podría ejercer su derecho de veto. La segunda sería que la UE creara un tribunal bajo su propia competencia[335], tal vez en paralelo al proceso actualmente en curso para crear un tribunal híbrido en La Haya que se ocupe de los crímenes de guerra cometidos en Kosovo.[336]

Por supuesto, tal tribunal no sería reconocido por Rusia, pero tampoco lo serían los procedimientos en la CPI por EE.UU., por ejemplo. Incluso si algunas partes son juzgadas in absentia o si algunos Estados se niegan a reconocer al tribunal, éste puede seguir sirviendo a un propósito valioso en la apertura de procedimientos de justicia internacional

de al menos algunos de los crímenes en cuestión y enmarcarlos en un contexto internacional como crímenes contra la humanidad. Según Flamme, «ni siquiera un tribunal internacional tiene que ser reconocido por todos los países del mundo».

Actualmente, parece imposible que tal tribunal, establecido contra la voluntad tanto de Rusia como del régimen sirio, pudiera establecerse en el noreste de Siria. Hay dos formas de avanzar en este sentido. La primera de ellas, que las potencias mundiales reconozcan el estatus político del noreste de Siria como parte autónoma de Siria, como sus representantes han venido solicitando durante mucho tiempo. Si el noreste de Siria fuera reconocido como un aliado político y militar en la lucha contra ISIS, y los veredictos de sus tribunales reconocidos como legítimos, el tribunal podría seguir adelante a pesar de las protestas rusas, bajo la garantía de las fuerzas internacionales actualmente estacionadas en el noreste de Siria.

El segundo enfoque consistiría en establecer un tribunal ad hoc en el noreste de Siria, centrado en el ISIS y no en los delitos cometidos por el régimen sirio. El estatuto de dicho tribunal podría ser modificado de manera que se excluyeran de la acusación los actores no vinculados a ISIS.[337] Esto significaría sacrificar una perspectiva de amplio espectro defendida por Flamme y otros. Siete organizaciones de juristas y derechos sirias y europeas se encuentran entre los que han expresado sus reservas sobre las propuestas para establecer un tribunal internacional centrado exclusivamente en los crímenes cometidos por ISIS. En una carta abierta afirman que «desaconsejan el diseño de cualquier mecanismo de rendición de cuentas cuyo propósito sea tratar los crímenes perpetrados por una sola facción en conflicto»[338]. Argumentan que la credibilidad y legitimidad del tribunal se verían afectadas.[339]

Sin embargo, sin que se vislumbre el fin de la victoria congelada del régimen sobre dos tercios del territorio sirio, el mundo pronto se enfrentará a la elección entre actuar sólo sobre ISIS o renunciar por completo a la justicia internacional. El enjuiciamiento de estos crímenes por separado de las atrocidades de otros actores podría incluso abrir la puerta al enjuiciamiento internacional de los crímenes de guerra cometidos por otros actores en la región, en caso de que avance la situación política.[340] Funcionarios europeos han sugerido que los patrocinadores del tribunal podrían ampliar su competencia más adelante, si las circunstancias lo permiten.[341]

Otro conjunto de problemas se refiere más bien a las dificultades generales a las que se enfrenta el noreste de Siria durante mientras que su estatus político sea incierto y esté a merced de vecinos hostiles, en particular Turquía. Erdogan ha amenazado durante mucho tiempo con lanzar un ataque a las regiones al este del Éufrates. La invasión de Turquía y el despliegue de aliados yihadistas en Afrin ha desestabilizado totalmente la región, permitiendo que la ley sharia, la extorsión, el secuestro, la tortura y la violencia por motivos de género prosperen en una región que antes era laica[342]. La amenaza de Erdogan de repetir la invasión y la instalación de miles de representantes yihadistas en la región desde

Manbij hasta Jazira, desestabilizaría igualmente las regiones recién liberadas de ISIS, lo que haría imposible garantizar la continua y segura detención de miles de prisioneros de ISIS.

El otorgamiento de estatus político al noreste de Siria y la garantía de la presencia de los aliados internacionales en la región, proporcionarían la seguridad y estabilidad necesarias para un tribunal de esta magnitud frente a la amenaza de invasión. Esto también permitiría el acceso consular que algunas potencias occidentales ven como un requisito para el inicio de procesos judiciales contra sus ciudadanos en la actualidad en el noreste de Siria[343], y facilitar el intercambio de conocimientos jurídicos y pruebas con el noreste de Siria, cuyos funcionarios locales exigen a su vez como condición para el establecimiento de un tribunal internacional en la región.

En términos más generales, el estatuto político permitiría que el noreste de Siria se abriera a la ayuda, el comercio y la inversión internacionales, y establecer una infraestructura tanto para el tribunal como para la seguridad regional a largo plazo. Los expertos valoran que podrían pasar años antes de que se vieran los primeros casos.[344] El tribunal resultaría costoso, ya que los tribunales ad hoc de esta envergadura se prolongan inevitablemente durante años e incurren en gastos que podrían llegar a los miles de millones.[345]

Según el Dr. Abdulkarim Omar, la ayuda proporcionada por las organizaciones internacionales no ha alcanzado el 5% de lo que se necesitaría para atender a los sospechosos de ISIS arrestados y a sus familias.[346] Con el recorte de los salarios de las tropas de las SDF se cubren tan sólo los gastos de funcionamiento del campamento Al-Hol, por no hablar de lo que serían los costes de constituir un tribunal internacional. Mahir Farghali, experto egipcio en terrorismo, ha señalado asimismo la necesidad de apoyo económico internacional para crear un sistema de justicia funcional para tratar con los prisioneros de ISIS actualmente detenidos en el noreste de Siria.[347] Sin embargo, el embargo político y económico sobre el noreste de Siria significa que toda la ayuda debe ser canalizada a través de Damasco, e impide que las ONG traten directamente con la Administración Autónoma para gestionar la situación humanitaria en Al-Hol,[348] al tiempo que el gobierno británico ha cortado toda ayuda en efectivo a la región en el momento de peor crisis tras la derrota de ISIS.[349]

A pesar de estas dificultades, la Administración Autónoma ya está poniendo en marcha un amplio abanico de medidas para hacer frente a la amenaza terrorista sobre una base más amplia. Hay programas de educación que se están llevando a cabo por las organizaciones de mujeres vinculadas a la Administración Autónoma en las regiones recientemente liberadas desde Deir-ez-Zor a Raqqa[350], así como en los propios campos de refugiados[351]. Los importantes avances logrados en el noreste de Siria tras la declaración de autonomía en términos de derechos y oportunidades para las mujeres, secularismo y coexistencia de los diferentes pueblos han sido bien documentados en otros lugares. Lo que es importante para los fines de este informe es señalar que una Siria nororiental a salvo de la amenaza de la invasión turca y la apertura a la ayuda internacional, las relaciones diplomáticas y el comercio son lo más adecuado para enfrentar la amenaza de ISIS, tanto dentro como fuera de la sala del tribunal.


CONTINUARÁ...

Capítulo siguiente (7) y último: Reacciones internacionales. Conclusión y propuestas: abrir el camino a la justicia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies