La revolución de Rojava: ¿hasta dónde llega el cambio? [Por Rahila Gupta, 6 de 6]
Articulo publicado el 20 de junio de 2016 por Rahila Gupta
¿Es el optimismo en el futuro del cambio revolucionario un error en una región devastada por la guerra y una sociedad donde el patriarcado ha estado tan arraigado? Parte 6 de la serie de artículos Witnessing the Rojava revolution.
Miembros de Kongra Star, la organización paraguas de mujeres en Rojava, norte de Siria.
Esta es la pregunta que surge, pero una extremadamente complicada, especialmente cuando la situación es tan fluida como lo es en Rojava. Todas las mujeres a las que entrevisté mientras estuve en Rojava hablaban de lo profundamente arraigado que estaba el patriarcado en el tejido social, de como la revolución había significado un comienzo en todas las direcciones que ya he descrito en la serie de seis artículos que llevan por titulo Witnessing the Revolution in Rojava, y aun así no dieron ni un ejemplo concreto de como el patriarcado continua afectando sus vidas. Desde sus casas en las que pude quedarme, parecía que el trabajo doméstico seguía siendo principalmente un trabajo de mujeres. Extrañamente, esta parece ser la última frontera del patriarcado, la doble carga que las mujeres llevan incluso en los días más álgidos de la revolución; como en la URSS cuando asumían todos los trabajos habitualmente desarrollados por hombres. Digo extrañamente porque daría la sensación de que las tareas domésticas solo son una pequeña perdida de privilegios en comparación con la perdida de estatus e ingresos en los trabajos tradicionalmente reservados para los hombres. Dicho lo cual, los hombres más jóvenes parecían ser más autónomos en relación a las tareas domésticas; Khaleel, que es el conductor del coche oficial del Kongra Star, la organización paraguas de las mujeres, dijo que él compartía las tareas domésticas como cocinar, limpiar y hacer la compra.
JINHA la agencia de noticias compuesto exclusivamente de mujeres en Rojava.
Cuando intenté entender los debates feministas que tenían lugar, me dijeron que todo el mundo está trabajando por la liberación de las mujeres. Cuando traté de que me contasen en más profundidad argumentando que hay muchos caminos hacia la liberación de la mujer y mencioné los debates feministas que se dan en el Reino Unido, tuve la impresión de que pensaban que estaba tratando de ser quisquillosa encontrando alguna carencia o problema. Trate de tranquilizarles y les dije que simplemente preguntaba para ver que lecciones podíamos sacar a la hora de solventar y gestionar las diferencias. Cuando me encontré con las periodistas de la agencia de noticias compuesta exclusivamente de mujeres JINHA, me sentí esperanzada de que quizá tuviesen una perspectiva más amplia de este tipo de debates, pero ellas también me dijeron que el eje de sus noticias era el fortalecimiento y el empoderamiento de la determinación de las mujeres. Dijeron que el proceso de autocrítica forma parte de todas las actividades y de todo lo que hacen en general, pero que estaba siempre dentro del contexto del apoyo a la revolución.
Kongra Star, Rojava. Imagen: facebook.
Fue casi por casualidad que me topé con opiniones significativamente diferentes cuando estaba entrevistando a las mujeres de SARA, la organización que lucha contra la violencia contra las mujeres. Estábamos hablando del desmantelamiento de los tribunales de la sharía en Rojava. Pregunté casi de forma retórica si todo el mundo estaba de acuerdo con que la sharía era un problema; una de las mujeres en el comité de coordinación, que llevaba un hijab, defendió la ley de la sharía aduciendo que podía ser benéfica para las mujeres si se aplica correctamente, yo no fui la única en quedar sorprendida. Las otras mujeres irrumpieron en un coro de absoluto rechazo a lo expresado como si fuese la primera vez que habían escuchado esta opinión. La misma mujer también dijo que era anti-abortista cuando pregunté si el aborto era legal – que lo es. Este segundo intercambio de impresiones tenía lugar durante la manifestación en el Día Internacional de las Mujeres donde nuestras voces apenas se podían oír debido a los discursos que se sucedían desde el escenario por lo que no fue posible ahondar en este asunto. Durante mi última sesión de formación, cuando estaba a punto de marcharme de Rojava, Zeelan de la Kongra Star, organización anfitriona durante mi estancia en Rojava, me pidieron mi análisis. Yo volví a la cuestión de las diferencias políticas. Zeelan dijo que las diferencias residían en el tipo de proyectos que se desarrollaban – algunos sobre violencia, proyectos económicos, y otros proyectos para reformar los partidos políticos. Su tradición interna de crítica y auto-crítica les permitía siempre llegar a una visión compartida sobre las cuestiones.
Zeelan, trabajadora en Kongra Star en Rojava.
También hice comentarios sobre la ausencia de debates sobre sexo y la sexualidad femenina, no exclusivamente del sexo lésbico. Hediye Yusuf, co-presidenta de la Federación Democrática en Rojava, había renunciado al sexo para dedicarse enteramente a la vida revolucionaria. Un soldado herido de las YPG explicó que mientras la sociedad todavía era patriarcal, las relaciones sexuales no podían ser otra cosa que opresivas y que esa era la razón por la que las y los militantes que se habían unido a la lucha renuncian a la vida matrimonial. De acuerdo con las notas de un curso de Jineolojî (sociología de la mujer) que tomó una activista europea, Kimmie Taylor, que se encuentra actualmente en Rojava, en la visión de Ocalan la revolución sexual no trajo libertad para las mujeres y no es probable que lo haga mientras las relaciones entre hombres y mujeres estén basadas en la dominación de género. Mientras que estoy de acuerdo con este análisis, el celibato no parece ser la mejor solución, ya que conduce peligrosamente cerca de las tradiciones y convenciones religiosas. Ideas sobre la abstinencia sexual encuentran terreno fértil en la cultura conservadora. Hacer cumplir esta política en unas milicias mixtas puede ser una solución pragmática para atajar la violencia sexual – si toda relación sexual está prohibida, no puede haber dudas acerca de la frontera entre sexo consentido y violación. También es pragmático porque asegura a los padres que la virginidad de sus hijas estará protegida y por tanto facilita el reclutamiento de las YPG y las YPJ en una comunidad que rechaza la libertad sexual especialmente para las mujeres. Pero esto no resuelve la problemática alrededor del sexo: Amina Omar, la líder del Ministerio de las Mujeres, dice que muchas plazas en los refugios que gestionan los ocupan mujeres jóvenes que han huido de la ira de sus familias por estar embarazadas sin haberse casado primero.
Junto a la Jineologî y las enseñanzas de Ocalan, existe otra influencia en la población de Rojava; de forma inesperada esta influencia es la de las películas de Bollywood. Mi estatus se vio enormemente agrandado por el hecho de ser india y por lo tanto, un avatar, no en el sentido digital pero en el sentido de una manifestación corpórea del espíritu de Bollywood. Los jóvenes me acosaron para tomarse selfies conmigo. De acuerdo a Daham Basha, policía de la frontera, yo era la primera india que había visitado Rojava – una distinción dudosa. Bollywood vende sueños de romances a almas jóvenes reprimidas sin cuestionar las normas patriarcales o los roles de género estereotípicos, a menudo criticado en India por debilitar la institución de los matrimonios concertados pero en contra de todo aquello que se enseña en Rojava.
Dado esta perspectiva sobre el sexo, no es sorprendente que la cuestion LGBT no aparezca por ningún lado en Rojava. Aveen Ahmad, ‘consejera psicológica’ en el Centro de Amara en la ciudad de Qamişlo habló del trabajo que llevaban a cabo con niñas y niños de la guerra y con hombres para “desarrollar su personalidad” (!). Ella me informó de las sesiones que hacía con madres y padres sobre homosexualidad. Prometedor, pensé. En cualquier caso su aproximación a esta cuestión era hacerles conscientes de la existencia de este fenómeno y su solución era convencer a las y los jóvenes de que desistan de ello porque era, y mi interprete tuvo que buscar la palabra en el diccionario, una “aberración”. Cuando pregunté si esto no era una forma de que la persona joven se deprimiese aun más, ella confesó que nunca había tenido a un “cliente” homosexual. Para las periodistas de JINHA había cuestiones más urgentes que los derechos LGBT. Lo mismo pensaba Amina Omar, la ministra de mujeres. La cuestión de la sexualidad es intrínseca al patriarcado. Como se desenvuelva esta cuestión será central para el proyecto anti-patriarcal.
Mientras la revolución ha asegurado que las mujeres están dirigiendo cooperativas, milicias, organismos gubernamentales, etc. a penas hay ninguna mujer gestionando tiendas en el zoco. Por fin encontramos a una después de unos minutos preguntando por ahí porque quería hacer un vox pop con una mujer que llevase una tienda en el zoco.
Mujer que lleva un tienda en Rojava.
No veo a ninguna mujer conduciendo un coche mientras estoy ahí. En los restaurantes, todavía son los hombres los que hacen los trabajos tradicionales como manejar los hornos aunque también había algunos hombres en las cooperativas de costura. Cuando visité el centro de rehabilitación para las y los luchadoras heridas las mujeres no quieren ser entrevistadas pero los hombres hacen cola para ello. Son momentos como este que revelan lo incompleto de la transformación. Todo esto son indicios de la distancia que tienen que recorrer.
También hay algo preocupante en la visión esencialista de Ocalan sobre las mujeres. Mientras reconoce que el género es una construcción cultural, también hace referencias frecuentes a “La inteligencia emocional de las mujeres que ha creado maravillas, que era humanitaria y comprometida con la naturaleza y la vida…” o afirmaciones como “La consecuencia natural de sus físicos diferentes es que la inteligencia emocional de las mujeres es mucho más fuerte que la de los hombres” o “ su inteligencia emocional les da el talento de tener una vida equilibrada.” Cualquier idealización de la superioridad intrínseca de las mujeres, pensar en las metáforas occidentales de la Virgen María, no han aportado mucho a nuestra lucha por la igualdad.
A veces es difícil salir de la experiencia subjetiva. ¿Es acaso la idolatría a un hombre, el culto a Ocalan, tal y como he descrito en otros artículos una razón para preocuparse? La reverencia mostrada hacia sus palabras y la ubiquidad de sus pensamientos nos retrotraen a la China Maoísta, Cuba o la URSS. Este pensamiento me viene a la cabeza cuando leo un extracto de un blog de una guardia roja, Yu Xiangzhen en la China de Mao. En un post, Yu recuerda la emoción de subirse a los autobuses públicos con sus camaradas de la Guardia Roja y pasándose días enteros leyendo extractos del Pequeño Libro Rojo de Mao a los viajeros. “Era muy divertido,” dice. Cuando comentas estas preocupaciones a las mujeres en Rojava, dicen que su revolución es muy diferente. Las mujeres nunca han estado en el centro de un movimiento revolucionario antes. ¡¡Buena respuesta!!
Me encantó su optimismo, a pesar de que me volvía loca, y me encantó su determinación. En el viaje de regreso hacia Erbil, KRG, para coger el avión que me devolvería a Londres, (el mismo conductor, nada de Bollywood esta vez, solo canciones sobre mártires) leí el manuscrito del próximo libro de Meredith Tax sobre la lucha kurda en la región, A Road Unforeseen: Women Fight the Islamic State y alucinada por la cantidad de lagunas en mi conocimiento y sobre cuantas de ellas Meredith Tax había conseguido arrojar luz. Puede que no haya estado el suficiente tiempo para solidificar algunas de mis observaciones más borrosas, pero desde luego he estado el suficiente tiempo como para ser testiga de la hospitalización del patriarcado, y para aprender el título del último libro que estoy co-escribiendo con Beatrix Campbell, en kurdo (Kurmanji) ¿Por qué no muere el patriarcado? Chuma systema zlam na meren?
Read earlier articles in the openDemocracy 50.50 series: Witnessing the revolution in Rojava
Fuente: https://www.opendemocracy.net/5050/rahila-gupta/rojava-revolution-how-deep-is-change
Traducción: Rojava Azadi