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¿Erdogan está cavando la tumba de su gobierno en Afrin?

Fuente: The Region
Autor: Marcel Cartier
Fecha: 13/02/2018
Traduciso por Rojava Azadi

erdogan

Delirante. Arrogante. Chovinista. Egomaníaco.

Todas estas palabras podrían describir al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en este momento histórico. En cierto sentido, referirse a él como «presidente» parece irrespetuoso para los países que realmente tienen una apariencia de instituciones democráticas. Erdogan ha demostrado ser un «líder» que aspira a ser sultán, un dictador neo-otomano que no sólo ve a los kurdos como «turcos de montaña», sino también a la frontera entre Turquía y Siria como algo fluido e ilegítimo.

Erdogan: Fascista. Autoritario. Dictatorial. El amigo de los ideólogos de al-Qaeda.

Con la mal llamada ‘Operación Rama de Olivo’ de su gobierno, el sultán del siglo XXI ha mostrado su disposición a unirse a los elementos salafistas más regresivos y reaccionarios que se pueden encontrar en la región. Su agenda de odio a las mujeres está en primera línea en esta ‘operación’. La mutilación de una combatiente de las YPJ por las fuerzas turcas y yihadistas es una clara evidencia de la ideología del violador realizando su trabajo colonial.

Mientras que la agencia de noticias oficial turca Anadolu y su máquina de propaganda mundial TRT World juegan con la relación táctica entre las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) y los Estados Unidos para intentar posicionar la incursión de Turquía en Siria como una especie de  operación «anti-imperialista», la sumisión completa de los EE.UU. a la agenda de Ankara en este asunto -lavándose las manos de cualquier asociación con las YPG/J en Afrin- muestra que al final del día la administración Trump nunca elegirá a sus amigos ‘socialistas’ sobre el segundo ejército más grande de la OTAN.

En una de las diatribas más extrañas de un funcionario turco, el ministro de Relaciones Exteriores del país, Mevlut Çavusoglu, declaró el fin de semana: «¿Por qué son [los EE. UU.] sensibles a las bajas civiles de nuestra operación Afrin [Rama de Olivo], pero no dicen nada de los de las YPG? Porque comparten la misma ideología marxista, comunista y atea «.

 ¡Extrañas noticias, la verdad! El hecho de que no me haya enterado de que al ser elegido presidente de los EE.UU. el reaccionario y fascistoide Donald Trump me encontraba a punto de vivir en una dictadura proletaria, me ha dejado muy confundido. ¡Supongo que todos sus ataques contra inmigrantes, minorías étnicas y mujeres pueden pasarse por alto, puesto que Trump, el multimillonario, de hecho muestra algunas tendencias marxistas!

Las contradicciones no siempre son tan fáciles de explicar. Es cierto que Trump, a quien considero un aspirante a fascista y contra el que he luchado en todo momento desde que se anunció su candidatura a presidente, ha apoyado a las YPG (en la práctica financiera). Esto de ninguna manera significa que Trump apoye, o siquiera entienda vagamente, las prácticas políticas socialistas propugnadas por el PYD. Hay una realidad en juego en el llamado Medio Oriente de intereses mutuos, temporales y transaccionales.

Algunos analistas han señalado rápidamente cómo la posición de Estados Unidos sobre Afrin muestra que Washington y la administración Trump han «abandonado a los kurdos». Sin embargo, como dijo Erdal Firaz, un activista del movimiento de liberación kurdo en Alemania, «en esencia, sigue existiendo una contradicción inextricable y como nunca fuimos amigos, tampoco puede haber traición».

Hay una realidad en juego en Oriente Medio de intereses mutuos, temporales y transaccionales.

Esto puede ser difícil de entender para algunos izquierdistas occidentales que sólo ven la política technicolor de la región en términos de blanco y negro. He señalado en innumerables ocasiones cómo las fuerzas de las YPG/J -cuyas asociadas en el norte de Kurdistán (sureste de Turquía) llevan más de 30 años luchando contra el Estado turco en las filas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)- nunca han visto a los Estados Unidos como un amigo, especialmente debido a que la logística y las armas de Washington han desempeñado un papel tan indispensable en el asesinato de sus camaradas en Turquía a lo largo de los años.

Una lucha anti-imperialista, pero ¿la apoyarán los «anti-imperialistas»?

Esto significa que en Afrin, en la coyuntura actual, no son las YPG/J (o SDF) las que luchan contra Turquía en alianza con el Pentágono o la administración Trump. Son las YPG/J y el pueblo de Afrin -y los kurdos que han venido de toda la región- los que luchan contra una agresión colonial, mientras Washington y las fuerzas rusas miran hacia otro lado debido a sus propias agendas en el país y la región.

En una entrevista con ANF News el domingo, el comandante de las YPG en Afrin Manî Egid declaraba: «Erdoğan encarna todos los elementos fascistas y quiere ocupar Afrin. Consideramos esta guerra como final. Terminará con el AKP si falla en Afrin. Ataca a los kurdos en todas partes, pero Afrin significará su caída. Haremos de Afrin un segundo Vietnam para el segundo ejército más grande de la OTAN».

¿Un segundo Vietnam? ¡En poco parecen ser las palabras del imperialismo de Estados Unidos! Después de todo, la clase dominante de los Estados Unidos nunca se ha recuperado de haber perdido la llamada «Guerra de Vietnam», en la cual sus fuerzas fueron repelidas y obligadas a abandonar el país en 1975 cuando Saigón cayó bajo el control de las fuerzas revolucionarias.

«Haremos de Afrin un segundo Vietnam para el segundo ejército más grande de la OTAN».

El comunista revolucionario más famoso del siglo XX, Ernesto ‘Che’ Guevara, dijo una vez que el mundo necesitaba ‘dos, tres, muchos Vietnams’ para luchar contra las políticas imperialistas de los Estados Unidos. Cuando viajé a Rojava la primavera pasada, éste fue uno de los temas expuestos en una clase sobre internacionalismo en la que participé en una academia internacionalista en Qamishlo. En ese momento, sentí un deseo tan abrumador por poder compartir de primera mano estas experiencias con mis camaradas de occidente -aquéllos que luchaban contra el imperialismo- pero que no captaban del todo la compleja y confusa dinámica del llamado Oriente Medio, y que con frecuencia veían a los «revolucionarios» kurdos nada más que como peones del oeste.

El juego fatal del sultán

Está claro en la coyuntura actual -más de dos semanas después del anuncio de Erdogan de la «Operación Rama de olivo» (cómo alguien puede tomar ese nombre en serio resulta incomprensible)-, que todo no está bien en las aspiraciones de su ejército colonial y sus colaboradores yihadistas.

Ayer, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) anunciaron que habían derribado un dron turco. Una declaración de las SDF informaba: «El 12 de febrero de 2018, las defensas aéreas de nuestras fuerzas lograron derribar un avión de reconocimiento no tripulado Bayraktar en la aldea de Qodeh en Afrin. Ésta es considerada una de las mejores aeronaves militares turcas, según el Estado turco, y es capaz de maniobrar en todas las condiciones climáticas y aéreas, además de tener un sistema de visión nocturna y tecnología infrarroja. El primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan había firmado sobre el cuerpo del aparato antes de enviarlo al cielo de Afrin, sin saber que sería su último vuelo «.

Las fotos pronto inundaron Internet, mostrando al propio Sultán firmando un dron en una base militar en Batman el 3 de febrero. Quizás hubiera sido más apropiado para Erdogan firmar el certificado de defunción de su gobierno fascista en lugar de drones que luego serían destruidos por los revolucionarios de Kurdistán.

Aunque es difícil medir las estadísticas de la guerra en Afrin, parece plausible que las cifras del Estado turco sobre el conflicto sean muy imprecisas, dado que no han logrado avanzar más allá de algunas aldeas dentro de Siria.

Como dijo un comandante de las YPG: «En las aldeas y distritos de Afrin, hemos hecho preparativos suficientes para un período de más de un año. En el centro de la ciudad, estamos preparados para un período de resistencia mucho más largo. Si tienen que venir, deberían avanzar un poco más, los estaremos esperando. Han estado rondando la frontera durante más de tres semanas. Como he dicho, estamos preparados, tanto desde el punto de vista logístico como militar «.

Luchando con los corazones, no sólo con las armas

Sin embargo, no es sólo que las YPG estén preparadas militarmente. Así como los comunistas vietnamitas resistieron la ocupación estadounidense sobre la base de la fuerza de voluntad y la ideología, las fuerzas kurdas en Afrin también luchan no sólo con sus armas, sino con sus corazones.

Esto no sólo es visible en los vídeos de los valerosos combatientes de las YPG/J que están en la línea del frente resistiendo la agresión turca armados con la ideología del confederalismo democrático, el socialismo y la liberación de la mujer, sino de las decenas de miles de kurdos que han viajado hasta Afrin desde las cuatro partes de Kurdistán, portando nada más que ramas de olivo, burlándose de la lógica absurda del AKP para la invasión. La llegada a Afrin de miles de civiles muestra que la élite gobernante turca se enfrenta a mucho más de lo que ha apostado en Siria.

Como Manî Egid, comandante de las YPG, ha dicho: «El ejército turco y sus bandas aliadas todavía están en la zona fronteriza. En algunos lugares han penetrado tres kilómetros; en un punto, cinco kilómetros. Lo han logrado sólo por su capacidad técnica. Para tomar un lugar, usan aviones de combate, drones de reconocimiento, lanzagranadas y tanques. Ellos confían en la tecnología, nosotros confiamos en nuestra fuerza de voluntad».

«Ellos confían en la tecnología, nosotros confiamos en nuestra fuerza de voluntad».

La historia ha demostrado que los más tecnológicamente avanzados suelen mostrar una posición de superioridad y arrogancia antes de las batallas. Esto generalmente es arrojado al basurero de la historia tan pronto como unas fuerzas, armadas con tan poco como los Kalashnikov, pero con riqueza de ideas, contraatacan. Ésta es la realidad en Afrin.

Cuando estuve en Rojava, lo primero que percibí fue que la política estaba al mando aquí. La ideología era primordial. Con una tremenda fuerza de voluntad y una absoluta obsesión por aplastar al fascismo y establecer una autonomía democrática, supe instintivamente que estas fuerzas nunca podrían sucumbir. Incluso si los miembros individuales de las YPG/J se convirtieran en shahids en la lucha por un futuro mejor, sería un pequeño sacrificio en el contexto de una gran batalla para que la humanidad afirmara su existencia en Oriente Medio.

Erdogan enfrentará su caída

Durante el fin de semana, el partido de la oposición más importante de Turquía, el Partido Democrático del Pueblo, celebró su congreso en Ankara. Para ser claros, creo que es bastante apropiado decir que el HDP es el partido de oposición de facto del país, a la luz del hecho de que tras el intento de golpe de julio de 2016, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) aparentemente se ha integrado más en la dictadura de Erdogan, yendo tan lejos como para dar luz verde a la invasión de Afrin contra los «terroristas» del PKK.

Justo un día después del congreso del HDP, al que asistieron hasta 32,000 personas a pesar de la represión policial fuera del recinto, Turquía lanzó una investigación sobre el nuevo presidente del partido, Pervin Buldan, y el diputado del HDP Sirri Sureyya Onder, promovida por el Fiscal del Estado, presuntamente por los «crímenes de llevar a cabo propaganda terrorista, incitar rencores y enemistad en el público». Un día después, los fiscales turcos emitieron una orden de arresto contra el Copresidente del Partido de la Unión Democrática de Siria (PYD), Saleh Muslim.

No es baladí que uno de los oradores del congreso del HDP fuera Leila Khaled, miembro del Buró Político del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).

Khaled, famosa por ser una de los secuestradores de aerolíneas del FPLP a finales de la década de 1960, dijo: «Les traigo saludos del pueblo palestino. El Secretario General del Frente Popular para la Liberación de Palestina se encuentra en una mazmorra israelí. Saludo a todos nuestros prisioneros, nuestros camaradas y a Selahattin Demirtas y sus camaradas. Las prisiones no tienen identidad. Son todas iguales y están ahí para obstruir la democracia y la libertad. Aprendimos eso en las mazmorras francesas. En solidaridad con ustedes, destruiremos todas las mazmorras en el mundo y construiremos centros culturales y escuelas en su lugar. Hoy en Ankara he visto dos escenas diferentes: por un lado, todos los policías que rodeaban la sala de congresos y llenaban las calles. La misma imagen que vemos en Palestina. De la mano, he visto aquí a los pueblos de Turquía y Kurdistán: las voces que se alzan en esta sala ahogarán los grilletes de todas las prisiones y se convertirán en el eco de las voces de todos los pueblos. Dondequiera que haya colonialismo, opresión y violencia, la resistencia ganará fuerza. Vosotros estáis resistiendo. Sois la voz de aquéllos que resisten al colonialismo. Os saludo en nombre del pueblo palestino que lucha. También levantamos nuestra voz contra la guerra en Afrin. Las guerras no promueven la vida, sino que conducen a la muerte. Los pueblos construyen vida y futuro. Desde esta sala, saludo a todos los pueblos que resisten».

«Dondequiera que haya colonialismo, opresión y violencia, la resistencia ganará fuerza.»

La declaración de Khaled contrasta fuertemente con Erdogan, quien intenta posicionarse como un defensor de los derechos de los palestinos al tiempo que aplasta las aspiraciones democráticas del pueblo kurdo. Su hipocresía nunca ha sido más evidente y más clara.

Responsabilidad histórica para luchar contra el fascismo

A medida que el Sultán lucha por avanzar en Siria, las llamadas a la caída de su gobierno fascista se aceleran. Erdogan puede haber pensado que era prudente invadir territorio sirio junto con los rebeldes salafistas. Puede haber pensado que era inteligente intentar aplastar a la oposición democrática del país. De alguna manera, todavía piensa que pelear contra el PKK puede darle la victoria. Hasta ahora, esto sólo ha demostrado ser la manifestación del engaño. De hecho, ha demostrado ser el culmen de la locura. La historia pronto acabará con la dictadura de Erdogan/AKP. Mientras tanto, nuestra responsabilidad histórica es apoyar a las fuerzas que luchan contra ella.

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