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A ejecución la falsa escena de confrontación representada en Taksim

Yeni Ozgur Politika – FEHİM IŞIK – 21 noviembre 2022 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

  • El Comandante General de las SDF, Mazlum Abdi, lo dijo muy claramente: «Si el Estado turco decide hacer la guerra, estamos preparados para ella». Estas dos frases expresan muchas cosas. La historia es testigo de que los kurdos nunca se han rendido.
  • Sabemos que Estados Unidos y otros Estados occidentales, especialmente los miembros de la OTAN, anteponen sus intereses a todo lo demás. Mientras el nuevo ataque invasor del Estado turco contra Rojava no toque sus intereses, no alzarán la voz. Es evidente que el principal hecho que podría amenazar los intereses de estos Estados occidentales es la cooperación del Estado turco con Rusia.
  • El Estado turco sólo podía utilizar los UCAV* en esta región con la connivencia de Estados Unidos y Rusia. Inmediatamente después del inicio del ataque aéreo del Estado turco contra Kobanê, la prensa rusa comenzó a informar de que «el espacio aéreo sirio controlado por Rusia se abrió a los aviones de guerra turcos por primera vez en años».

La bárbara camarilla militarista del Estado turco se ha movilizado de nuevo. Primero llevaron a cabo una masacre atroz. Con un escenario barato que ni siquiera el más simple de los mortales podría creer, detonaron una bomba en Taksim justo cuando Erdoğan se dirigía a asistir a la cumbre del G20. La bomba que detonaron también les explotó en las manos, pero no importa. Lanzaron la señal una sola vez. Esta señal era importante para los barones de la guerra de Turquía.

El objetivo era Kobanê. Lo dijeron bien alto, aunque la bomba en cuestión les explotara en las manos con todos los datos. Es evidente que Erdoğan quería utilizar el atentado de Taksim mientras estaba en Estados Unidos. Y al final lo hizo. Aunque Estados Unidos no estaba convencido, el Estado turco parece haber conseguido lo que quería poniendo sus intereses sobre la mesa por un lado y utilizando a Rusia como carta de triunfo por otro. Ahora se entiende que este era el propósito de Soylu al apuntar a los Estados Unidos con Kobanê. Para decirlo sin rodeos, le espetó a Estados Unidos: «Sus intereses están con nosotros. Si no quieren perdernos, nos apoyarán o al menos harán la vista gorda».

Después de todo, sabemos que Estados Unidos y otros Estados occidentales, especialmente los miembros de la OTAN, anteponen sus intereses a todo lo demás. Mientras el nuevo ataque invasor del Estado turco contra Rojava no toque sus intereses, no alzarán la voz. Está claro que el principal hecho que podría amenazar los intereses de estos Estados occidentales es la cooperación del Estado turco con Rusia. Erdoğan ha mantenido este equilibrio hasta ahora. ¿Puede volver a realizar esta política? Lo veremos juntos.

Sin embargo, también está claro que Rusia forma parte del último ataque invasor del Estado turco, incluso la parte más importante. Rusia había cerrado durante mucho tiempo el espacio aéreo de Siria y Rojava a los aviones de guerra del Estado turco en las zonas bajo su control. El Estado turco sólo podía utilizar los UCAV en esta región con la connivencia de Estados Unidos y Rusia. Aunque hicieron muchas peticiones [para el uso] de aviones de guerra, no pudieron obtener la aprobación deseada. Inmediatamente después del inicio del ataque aéreo del Estado turco contra Kobanê, la prensa rusa comenzó a informar de que «el espacio aéreo sirio controlado por Rusia se abrió a los aviones de guerra turcos por primera vez en años». Es obvio que Rusia lo hace deliberadamente y que su principal objetivo es vincularse más estrechamente al régimen militarista turco, que se encuentra en una situación difícil. Rusia, que también se encuentra en una situación complicada frente a las políticas occidentales en Ucrania, ha decidido aparentemente poner a prueba a Estados Unidos y sus aliados utilizando de nuevo al Estado turco.

Todo esto es esencialmente conocido. Desde 2014, cuando ISIS invadió Mosul y luego dirigió su atención a Sinjar y Kobanê, ha resultado evidente que las potencias internacionales tienen un plan para la región y que uno de los actores más importantes de este plan es el Estado turco. Por supuesto, es igualmente evidente que este plan, centrado en la protección de los intereses de los Estados occidentales, se ha visto frustrado por una gigantesca resistencia. El pueblo y los combatientes kurdos pusieron fin al dominio territorial de ISIS con la resistencia sin precedentes en Kobanê. Shengal fue liberada tras una dura batalla. Sin embargo, los planes sucios que se han implementado por medio del Estado turco, uno de los actores más importantes del proceso, aún no han terminado. La sustitución de ISIS por el Estado turco es sin duda una parte de este plan. Si no fuera así, las potencias internacionales habrían criticado al Estado turco por sustituir a ISIS aunque solo fuera una vez. Para un clérigo, Estados Unidos, y para un periodista, Alemania, se disponían a imponer severas sanciones contra el Estado turco. Para el clérigo, EE.UU. puso patas arriba la economía turca en pocas horas. Desde entonces, la economía turca ha tenido problemas. Sin embargo, cuando se trataba de sus propios intereses, quienes lo hacían no decían ni una sola palabra sobre los ataques más bárbaros y los crímenes contra la humanidad cometidos por el Estado turco.

Erdogan, que ha actuado con esta comodidad hasta ahora, ha vuelto a apostar. En su primera apuesta, presentó a ISIS y salió derrotado. Ahora, vuelve a apostar en un momento en el que vive el mayor aprieto político en su país y la economía está a cero. Está tomando medidas para volver a ganar con un huracán bélico. Los barones de la guerra que actúan junto a Erdoğan no tienen otra opción. Hacen toda esta sucia política con las oportunidades que ofrece la oposición estatista liderada por el CHP, que es tan sanguinario como Erdoğan. Esta débil oposición dice sin tapujos: «Con tal que los kurdos no sean libres, si el precio de ello es nuestra pérdida [electoral], perdamos». Hicieron lo mismo en 2015 y volvieron a llevar el fascismo a los pueblos de Turquía.

Desgraciadamente, mientras las cosas están tan sucias en la mesa de los lobos, la parte kurda vuelve a resistir. El comandante general de las SDF, Mazlum Abdi, lo expresó con claridad. «Si el Estado turco decide hacer la guerra, estamos preparados para ella». Estas dos frases expresan muchas cosas. Está muy claro: los kurdos no quieren luchar. Sin embargo, cuando no se les pone delante más que esta opción, ya no hay nada que hacer. O resisten para tener una vida honorable, o aceptan la esclavitud y perecen para siempre.
La historia es testigo de que los kurdos nunca se han rendido.

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