Marchando por Öcalan y esperando su mensaje
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Ocalanvigil.net – 12 febrero 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
El 15 de febrero, aniversario del secuestro y encarcelamiento de Abdullah Öcalan, es siempre un día importante para el Movimiento Kurdo por la Libertad. Está marcado por una manifestación masiva, que suele tener lugar -como este próximo sábado- en Estrasburgo. Pero este año, el aniversario se espera con más interés del habitual. Este año, tras las visitas a Öcalan, primero de su sobrino y luego en dos ocasiones de personalidades del partido prokurdo DEM, nos han dicho que esperemos un mensaje del propio Öcalan, probablemente un mensaje en vídeo antes de finales de mes.
Por supuesto, esto depende del gobierno turco, que está jugando una partida difícil. Al mismo tiempo que permite estas primeras visitas a la prisión de İmralı en más de cuatro años, Turquía ha incrementado su opresión contra los kurdos dentro del país y su agresión más allá de las fronteras de Turquía. Un mensaje de Öcalan será un momento histórico, pero que pueda conducir a la paz dependerá de los próximos movimientos de Recep Tayyip Erdoğan y su gobierno. Eso, a su vez, dependerá de cómo Erdoğan perciba su interés personal, y de si está dispuesto a dejar de jugar la carta de la «raza» antikurda y dejar que Turquía se beneficie en cambio de la unidad y la paz.
Öcalan ha estado dispuesto a la paz desde la década de 1980, a través de muchos gobiernos turcos diferentes. Ningún kurdo puede olvidar el mensaje que leyó en la concentración de Newroz en Diyarbakir en 2015, cuando parecía que la lucha kurda iba a tomar por fin un nuevo rumbo político, ni la traición de Erdoğan cuando afirmó no conocer la hoja de ruta acordada en el palacio de Dolmabahce y sustituyó las conversaciones de paz por una violenta política de aniquilación. No se puede permitir que esto vuelva a ocurrir. Esta vez, los kurdos quieren la implicación e inversión de todos los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil en cualquier proceso de paz que pueda seguir a estas conversaciones iniciales, no solo del gobierno.
El gobierno turco prefiere olvidar que el PKK se levantó en armas solo porque Turquía les quitó los derechos a los kurdos y bloqueó todas las vías pacíficas para que los kurdos hicieran campaña por sus libertades. Si el gobierno quiere que el PKK deponga las armas y pase a una nueva forma de ser política, entonces tiene que abordar las opresiones que les hicieron alzarse en armas inicialmente. Tiene que ocuparse de los derechos de los kurdos y de la democracia turca, para hacer posible la acción política.
Millones de kurdos reconocen a Öcalan como su líder, y el Gobierno turco sabe que si están dispuestos a comprometerse, él tiene la llave de un futuro pacífico. El primer paso hacia ese futuro es poner fin a su aislamiento ilegal y permitirle hablar libremente y en privado con todos los implicados en las negociaciones, desde políticos a guerrilleros.
El 15 de febrero, día de la captura de Öcalan, se conoce como el Día Negro (Roja Reş). Este año todo el mundo espera que el resquicio de luz que se ha permitido encontrar en la prisión de İmralı sea el primer atisbo del fin de esa oscuridad. Hemos visto tantas acciones con títulos como «ha llegado la hora», y quizá esta vez sea cierto. Pero sabemos que, pase lo que pase en estos próximos días, tendremos que hacer una campaña aún más fuerte si queremos ver una paz real.