AnálisisLucha de las Mujeres

La lucha de liberación de la mujer y la sociedad democrática en los procesos de negociación y paz

Academia Jineolojî – 8 agosto 2025 – Editado por Rojava Azadi Madrid

Con el llamamiento histórico de Rêber Apo11Tratamiento coloquial en el Movimiento de Libertad Kurdo para referirse a su líder Abdullah Öcalan. a la Paz y la Sociedad Democrática, cobra importancia el análisis de las experiencias del Movimiento de Liberación de Mujeres de Kurdistán y los esfuerzos de las mujeres en los procesos de paz y solución en diferentes países. Los procesos de paz en la continuación de las luchas armadas que los movimientos de liberación habían iniciado, tienen en cada país realidades propias históricas, culturales y políticas. Se hacen evidentes las diferencias, tanto en las condiciones sociales y económicas, las políticas de las fuerzas locales y hegemónicas, como en los aspectos ideológicos, el nivel de organización y las políticas de los movimientos de liberación. No hay una receta que pueda pasarse directamente de un país a otro. No obstante, analizar los logros y los errores de las experiencias de las mujeres y movimientos en diferentes lugares del mundo es importante para clarificar la política del Movimiento de Liberación de Mujeres de Kurdistán en este proceso histórico.

Desde la Primera Guerra Mundial, las mujeres de diversos países de distintos movimientos, como activistas por la paz, han desarrollado esfuerzos importantes para cambiar el sistema de poder hombre-estado, racista y explotador. La Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Berna y el Congreso Internacional de Mujeres por la Paz en La Haya, en el año 1915, con la participación de 1.136 mujeres de 12 países, son ejemplos de ello. Con la vanguardia de la Conferencia de Mujeres Socialistas se revitalizó el apoyo internacional de las mujeres y las trabajadoras contra el nacionalismo, el militarismo, el capitalismo y la guerra imperialista. Esta actitud fue la base de la Revolución Soviética y los levantamientos de soldados y trabajadores que detuvieron la Primera Guerra Mundial. «La guerra se ha hecho con las manos del hombre, y debe detenerse con las manos de la mujer» expresa la mentalidad del Congreso realizado en Den Haag, y fue también el título del manifiesto escrito por la delegada armenia del Congreso, Lucy Thoumaian. Las decisiones y los trabajos de las delegadas del Congreso de La Haya acerca de un tribunal internacional permanente para juzgar los crímenes de guerra, la definición de violaciones grupales como herramienta y crimen de guerra, la prohibición del comercio de armas, la creación de un nuevo sistema económico mundial y la construcción de la Unión de Mujeres Internacional para la Paz y la Libertad (WILPF) fueron trabajos pioneros para la creación de la Sociedad de Naciones (organización anterior a la ONU) y para el derecho internacional.

Procesos de Negociación y Tratados de Paz

A pesar de que las mujeres tuvieron un liderazgo en los procesos de solución y de paz tanto en el ámbito internacional como con sus trabajos y relaciones sociales, por lo general ellas y sus propuestas quedaron fuera de los mecanismos de negociación y de los tratados de paz. En los años 90, con el impacto de la guerra y las masacres en Yugoslavia y Ruanda, las mujeres feministas y pacifistas organizaron campañas internacionales para juzgar las violaciones y la violencia sexual como crímenes de guerra. Como resultado de la lucha de las mujeres, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aceptó en 2000 la decisión 1.325 para frenar y juzgar la violencia sexista en los tiempos de guerra y la participación de las mujeres en los procesos de paz. Pero los datos de la ONU muestran que las mujeres solo han participado activamente en un 6% de los tratados de paz firmados entre los años 1992 y 2019. Las investigaciones revelan que los procesos de diálogo y paz en los cuales no están presentes la voluntad y la perspectiva de las mujeres fracasan, y no construyen una paz social permanente. La posibilidad de realización de los tratados de paz en los que participan las mujeres aumenta en un 35%. Pero lo importante en que la participación de las mujeres no sea simbólica ni elitista. Lo más importante es que mujeres de todos los sectores sociales puedan participar en los procesos de discusión y, a través de las representantes de los movimientos de mujeres, se tengan en cuenta de manera efectiva sus voluntades y deseos en los acuerdos de paz.

El método dominante de los procesos de paz se ha creado como una política elitista sobre cinco fases.

1- Negociaciones entre representantes de las partes en conflicto. Por lo general con la participación de observadores o intermediarios neutrales.

2- Acuerdos y firmas de tratados de paz.

3- Cese de los enfrentamientos militares.

4- “Retorno a la situación normal” (desarme y dispersión de las fuerzas armadas no estatales y realización de reformas por parte del estado).

5- Reintegración de los excombatientes al sistema estatal, la sociedad y la familia.

Muchos de los procesos de paz llevados a cabo con esta concepción han fracasado. Los Pactos de Oslo de 1993 entre Israel y la Organización de Liberación Palestina (OLP) o los Pactos de Arusha en 1993 para dar fin a la guerra civil de Ruanda, son ejemplos de ello. De la misma manera de que después de la firma de estos tratados de paz en Palestina y Ruanda, se llevaron a cabo las mayores masacres, después de tres años del fracaso del proceso de Oslo de 2006, el estado de Sri Lanka ejecutó las mayores masacres contra el pueblo civil y los cuadros de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (TLET), en Tamil Eelam. Estos ejemplos muestran como, tanto en las situaciones de fracaso de las conversaciones de paz, como después de las firmas de tratados de paz, continúan los mayores peligros de que se produzca una masacre. También el proceso que llevó a la firma del tratado de paz entre los guerrilleros de las FARC y el estado colombiano en 2016, en general se llevó a cabo en el marco de las cinco fases mencionadas. Pero la fuerza del capital y los grandes terratenientes bloquearon las reformas de la tierra, y cientos de exguerrilleros fueron masacrados por parte de las fuerzas estatales.

En muchos de los países donde oficialmente se detiene la guerra tras los tratados de paz, la violencia adquiere formas diferentes. Por ejemplo, las mujeres de países de Abya Yala, África y Asia explican que, tras el final de los guerras armadas, aumentó la violencia sexista y las masacres contra las mujeres. Las mujeres que habían sido guerrilleras se enfrentan a las presiones del estado, el matrimonio y la familia. En los procesos definidos como “retorno a la situación de normalidad” o “reintegración” el sistema hombre-estado intenta sobre todo defender su soberanía e introducir a las mujeres y a los revolucionarios en el estatus patriarcal. A través de las instituciones estatales, la religión, la educación y los medios, se intensifican el sexismo social y la cultura de la violación. Después de los tratados de paz, la dignidad de las mujeres, como ocurrió con las mujeres de las FARC, muchas veces es pisoteada con calificativos como “prostituta” o “mujeres de los comandantes”. Además, después de procesos de guerra y masacre en lugares como Sierra Leona, Nepal, Bosnia, Sri Lanka y muchos otros países, las mujeres han sido definidas únicamente como victimas pasivas, ignorando su esfuerzo y sus luchas por la justicia y la paz.

Las mujeres sandinistas que comandaron los frentes de guerra durante la revolución de Nicaragua, explican que tras el triunfo militar de la revolución en 1979, fueron dejadas al margen de los mecanismos de decisión. Los nuevos gobernantes, como Daniel Ortega, intentaron volver a limitar el papel de la mujer a esposa o madre y utilizarlas para sus intereses personales. En lugar de un sistema democrático que defendiera los derechos de las trabajadoras y de los pueblos originarios, volvió a imponerse un sistema autocrático. Por tanto la lucha de estas mujeres en contra del poder continúa hasta el día de hoy dentro de diferentes organizaciones.

Rêber Apo, en la defensa Sociología de la Libertad, define la paz como “un acuerdo entre la democracia y el estado”. Sobre la base de que “En la paz hay partes. No existe ni debe existir una dominación del cien por cien de una de las partes”, expresa estas tres condiciones para la realización de la paz: La primera condición para la paz es que todo el mundo pueda vivir con seguridad. Esto solo es posible con la autodefensa y con el carácter moral y político de las sociedades. Segunda, no es posible que una parte sea dominante. “Sea la parte que sea (con razón o no) si ambas partes sin imponerse (con las armas) aceptan el cese de la guerra, entonces la paz podrá entrar en la agenda”. Tercera, todas las partes respetarán el trabajo y las estructuras democráticas de la sociedad en la solución del problema.

Los movimientos de mujeres y activistas por la paz han señalado en los últimos años que la paz no significa solo el cese de los conflictos militares. La paz se define como un proceso dinámico que abarca los esfuerzos por garantizar la democracia, la justicia social, los derechos iguales para las mujeres y todas las identidades culturales y sociales.

Comisiones de Verdad y Justicia

Sin procesos de busca de verdad y justicia que abracen dentro de sí a las mujeres y a todos los sectores sociales, y sin la solución de los motivos de conflicto y guerra, no es posible el avance de una vida democrática común y pacífica. De esta manera continúan la injusticia y las desigualdades y se convierten en fuente de nuevas guerras y conflictos. Uno de los métodos más importantes y transformador en la construcción de la paz, es la búsqueda colectiva de verdad y justicia. Revelar la verdad, enfrentarse a los crímenes de guerra y a sus criminales, el perdón y la rendición de cuentas son imprescindibles para la construcción de la memoria social, la renovación de la consciencia social y para llegar a una paz duradera. En este marco las investigaciones históricas alternativas y la construcción de comisiones de verdad y justicia son ámbitos de acción para las sociedades políticas y morales.

Según los datos de las Naciones Unidas, hasta 2015 se crearon 34 comisiones de la verdad en regiones en conflicto en todo el mundo. Pero especialmente en la guerra todavía se oculta la verdad de las mujeres y el nivel sistemático de violencia sexual. En Nepal, Sri Lanka y muchos otros países, todos los miembros de la Comisión de la Verdad y comisiones responsables de investigar las violaciones de derechos humanos han sido designados por los gobiernos, y de esta manera se ha obstaculizado la participación de las mujeres y las posibilidades para llegar a la verdad.

A pesar de que en Colombia, como resultado de la lucha de las mujeres, cinco mujeres y cinco hombres conformaron la comisión nacional de la verdad, las mujeres no pudieron llegar a los resultados que esperaban. Los casos que afectaban a las mujeres no tuvieron un seguimiento y una evaluación suficiente. Solamente después de las campañas de educación de mujeres, pudieron empezar a nombrar sus sufrimientos y todas las formas de violencia sufrida, como secuestro, tortura y violencia sexual. Pero las mujeres activistas de Colombia critican que los sucesos personales de violencia sexual dentro de las FARC se equiparan, en los relatos oficiales y en los medios, a los crímenes de violencia sexual sistematizada del Estado.

La Comisión de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica, creado en 1995, abarcaba tareas de investigación, derecho y perdón. Esta forma se utilizó como modelo para comisiones en otros países. Después de 46 años de apartheid y siglos de colonialismo brutal, fue muy duro enfrentarse a la verdad. En este proceso se desarrollaron los conceptos de “reconciliación” y “justicia transformativa”, y las mujeres participaron de forma activa. El Movimiento de Mujeres de Sudáfrica siguió el proceso de solución desde cerca e intentó poner solución a los errores de la comisión. Las mujeres negras tenían profundos conocimientos históricos y políticos; además habían sufrido tortura y duros traumas. Pero las solicitudes de mujeres a la comisión de la verdad, conformada por hombres, fueron escasas. Las mujeres activistas denunciaron esto y no aceptaron la preeminencia de los hombres en la comisión, ni que fueran los hombres quienes escucharan a las mujeres. Como resultado de esta lucha se crearon comisiones autónomas de mujeres para los casos de mujeres y de violencia sexual. De esta manera el nivel de participación de las mujeres llegó al 56%. Pero la mayoría de mujeres quedaron fuera del proceso de indemnización, porque solo se indemnizó a las víctimas de racismo y de torturas del sistema de apartheid. Las víctimas de violencia social y explotación no pudieron ser indemnizadas. Hoy la lucha de las mujeres de Sudáfrica continúa por la paz y en contra de la cultura de la violación y la masacre de mujeres.

En las experiencias de 34 países se puede ver que en la mayoría de ellos las mujeres no participaron como sujeto en las comisiones, y solamente a través de la lucha de los movimientos de mujeres pudieron conseguir su participación, pero cuando las mujeres ocuparon su lugar en las comisiones oficiales, los trabajos de las comisiones se limitaron a métodos de rehabilitación, apoyo psicológico y legal. No se crearon mecanismos suficientes de justicia para juzgar los crímenes contra mujeres. Asimismo, hubo escasa presencia a la hora de definir políticas de prevención de violencia de género. Por ello, los movimientos y estructuras de mujeres en países como Nepal, Colombia y Filipinas realizaron trabajos de justicia social; en todas las regiones organizaron encuentros con el nombre de “mesas de paz para mujeres”. De esta manera decenas de miles de mujeres pudieron compartir sus vivencias y debatir conjuntamente sus opiniones para llegar a la justicia y a la paz. La documentación de las declaraciones de miles de mujeres de manera segura y confiable se convierte en datos importantes para evaluar y escribir la verdad histórica de la lucha de las mujeres. Al mismo tiempo las mujeres pueden, con este método, determinar sus políticas y fortalecer su organización social. El compromiso de las madres para encontrar a las personas desaparecidas presiona a los delegados para revelar la verdad. Las Madres de Plaza de Mayo en Argentina, las Madres de los Sábados en Turquía y Kurdistán, o las Madres de Soacha en Colombia, “las que conocían las verdad”, con sus largas acciones se han convertido en activistas importantes de la consciencia social y del impacto de la política democrática.

La necesidad de una lucha social continúa

La lucha de las mujeres para llegar a la paz, la democracia y la libertad, es una lucha continua, social y política. Para el triunfo de esta lucha siempre es necesaria la organización autónoma de las mujeres y una actitud común. Por lo general, para llegar a una solución y a la paz con las fuerzas estatales, en el ámbito de la diplomacia de la lucha de las mujeres se pueden ver tres fases:

1- Lucha para llegar a los procesos de negociación y garantizar la representación de la voluntad colectiva de las mujeres en los procesos de debate, comisiones y mecanismos de decisión.

2- Lucha para asentar las peticiones de los movimientos de liberación y de mujeres en los acuerdos de paz, las decisiones y las leyes.

3- Lucha por la implementación del contenido y los principios firmados en los acuerdos de paz, así como de las instituciones y leyes relacionadas con ello.

Sin duda en todas las fases la organización social, ideológica, política y activista de los movimientos de mujeres es determinante. Las mujeres han jugado roles de liderazgo en la preparación de los procesos de paz, con acciones por la justicia y la paz, en las que muchas veces han participado mujeres tanto de naciones y religiones oprimidas como dominantes. Las iniciativas conjuntas de mujeres católicas y protestantes de Irlanda del Norte, la fundación de iniciativas y redes como “mujeres de negro” en 1988 contra la guerra de ocupación de Israel, o en 1991 por parte de mujeres de todos los pueblos de Yugoslavia en contra de la guerra y el racismo, las acciones de las madres rusas en contra de la guerra en Chechenia, o las Madres de la Paz en Turquía y Kurdistán son algunos ejemplos.

Al compartir el dolor y la comprensión por parte de las mujeres de que en la guerra todos los sectores de la sociedad sufren grandes pérdidas, se puso al descubierto la propaganda bélica racista, nacionalista y fundamentalista religiosa. Los inicios de procesos de diálogo y negociación han dado esperanza y energía a los movimientos y acciones sociales. De esta manera, en estos procesos se ha fortalecido la acción política, social y cultural de las mujeres. Las mujeres quisieron alzar su voz y su color para la paz y un futuro libre.

Las experiencias de diferentes países muestran que aunque las mujeres hayan tenido dificultad para validar su voluntad en las fases 1 y 2, es sobre todo en la fase 3 donde surgen dificultades. Porque en estos procesos las fuerzas estatales y de la modernidad capitalista han aplicado nuevas políticas de guerra especial para destruir y dañar a las sociedades. Por ejemplo, en países de Abya Yala la violencia de los cárteles, bandas de prostitución, y el tráfico de mujeres y niños ha llegado al nivel más alto. La tierra y la naturaleza de las zonas que antes estaban bajo protección de las fuerzas guerrilleras, ahora están siendo destruidas y saqueadas por empresas internacionales. Además, cuando las contradicciones entre las fuerzas del hombre-estado disminuyen, muchas veces la presión sobre las mujeres se incrementa. Por ejemplo, en los procesos de negociación entre Irán y EEUU, los ataques y ejecuciones contra las mujeres aumentaron.

Especialmente en la realidad de la Tercera Guerra Mundial se ha evidenciado que el derecho internacional, las instituciones de la ONU y los métodos tradicionales para llegar a la paz y la justicia han fracasado. El estado y las fuerzas capitalistas hegemónicas dirigen guerras y masacres múltiples contra las sociedades. Los encuentros y acuerdos de paz también son utilizados como una táctica de guerra con el objetivo de destruir a sus adversarios. La política de la doctrina del shock está vigente. Dictadores como Trump, Putin y Netanyahu cambian sus palabras y sus decisiones diariamente, según sus intereses, violan los acuerdos internacionales e imponen la guerra y la masacre contra los pueblos.

Investigadoras de la paz, como la presidenta de la asociación Inclusive Peace en Ginebra, Thania Paffenholz, señalan que el paradigma lineal de paz y el sistema de seguridad internacional ha fracasado. Por lo tanto, no sirve solamente la integración de las mujeres dentro de un sistema fallido.2Thania Paffenholz: Wir schreiben das Jahr 2021. Warum sind Frauen immer noch von Friedensprozessen ausgeschlossen? (Estamos en el año 2021. ¿Por qué las mujeres siguen excluidas de los procesos de paz?) 16-05-2021,https://rosalux-geneva.org/de/wir-sind-im-jahr-2021-warum-sind-frauen-bei-friedensprozessen-immer-noch-ausgeschlossen/ Es necesario que las mujeres puedan ser fuerza de vanguardia organizada para la construcción de un sistema y una mentalidad democrática de la sociedad.

Rêber Apo también subraya esta realidad en su perspectiva y sus trabajos para la implementación del llamado por la Paz y la Sociedad Democrática. Las experiencias de las mujeres y los pueblos del mundo también muestran que las fuerzas estatales nunca serán fundadoras ni garantes de la paz. El triunfo de la paz y la solución a los problemas de las mujeres y la sociedad solo puede realizarse por parte de la sociedad democrática con la vanguardia del movimiento de mujeres. De esta manera la sociedad democrática puede ser definida tanto como organizadora y método, como objetivo y garantía de los procesos de paz.

Experiencia del Movimiento de Liberación de Mujeres de Kurdistán

Son ya 32 años que Rêber Apo, con sus iniciativas y esfuerzos para llegar a una solución política y de paz en Kurdistán y Medio Oriente, ha dado un papel estratégico a la lucha de liberación de las mujeres. En 1993 Rêber Apo proclamó, en su declaración del primer alto el fuego, el ejército de las mujeres como base para la solución a los problemas sociales, políticos, filosóficos y de paz. En 1995, por un lado, se fundó YAJK como movimiento de liberación de las mujeres de Kurdistán en el campo militar, social y político, y por otro lado se declaró el segundo alto el fuego. En 1998 Rêber Apo anunció la Ideología de Liberación de la Mujer y asentó la base del partido de las mujeres y, a su vez, declaró el tercer alto el fuego. Especialmente en el periodo de Imrali, Rêber Apo ha analizado ampliamente las tareas de liderazgo del Movimiento de Liberación de Mujeres en todos los campos de vida y de lucha, con sus perspectivas acerca del cambio estratégico del Movimiento Kurdo sobre la base del paradigma de sociedad democrática, ecológica y de liberación de la mujer.

Las tareas que Rêber Apo definió en un encuentro en 2002: la escritura de la historia de las mujeres, la implementación de la revolución de las mujeres y la elaboración del contrato social de las mujeres, abarcan tareas intelectuales, políticas y morales. Por un lado Rêber Apo, con proyectos como la creación de casas de libertad para mujeres, asociaciones de mujeres libres del mundo, cooperativas, parques y ciudades de mujeres, nos mostró los pasos para tejer el sistema confederal de las mujeres. De esta manera, Rêber Apo dio una misión de liderazgo al Movimiento de Liberación de Mujeres en la construcción del sistema de autonomía democrática, sobre la base de la autodefensa de las mujeres y el desarrollo de una política democrática de la sociedad, así como la construcción de la economía comunal, la educación y la justicia social.

Rêber Apo constantemente ha creado nuevas agendas para el cambio y la transformación democrática de la mentalidad del hombre, y para terminar con la cultura de la violación y las masacres sobre mujeres, sociedad y naturaleza. Así mismo, Jineolojî y el concepto de convivencia libre, se han convertido en hojas de ruta para la profundización y la obtención de resultados de la lucha de liberación de las mujeres como base de la sociedad democrática, que es la estrategia y el objetivo de nuestra lucha.

Por otro lado, Rêber Apo, con la fórmula de “Estado + democracia” ha luchado para lograr cambios democráticos en la mentalidad y las instituciones estatales, intentando romper las políticas de negación y exterminio contra el pueblo kurdo. Para abrir el camino a la solución democrática y a la paz beneficiosa para todas las partes, Rêber Apo ha desarrollado llamamientos y hojas de ruta, así como diálogos con delegados del Estado. Al mismo tiempo, Rêber Apo ha incidido en poner en la agenda los principios de derechos y libertad de las mujeres, el desarrollo del sistema de copresidencia y la representación igualitaria de las mujeres en los trabajos políticos y diplomáticos.

Si hacemos una valoración de los resultados del trabajo y la lucha de 32 años de Rêber Apo para la paz y la sociedad democrática, vemos que, juntamente con sus campañas para la paz, avanzaron también la socialidad del movimiento de liberación de mujeres, y el apoyo y actitud organizativa de las mujeres en la política legal y en la creación de la autonomía democrática.

En los años 90, cuando la guerra en Turquía se encontraba en su momento más duro, el Movimiento de Liberación de Mujeres y defensoras de derechos humanos lideraron la organización de un movimiento por la paz. Iniciativas y campañas como No toques a mi compañero/a (1993), Madres de los Sábados (1995), Madres de la Paz (1996), Encuentros de Mujeres por la Paz (2004), y Ha llegado el tiempo de la Paz (2005), que tuvieron influencia en estos procesos, son ejemplos de esta lucha. Especialmente la iniciativa de Madres de la Paz, fundado por madres kurdas y las Madres de los Sábados, que continúan sus acciones para encontrar a los desaparecidos y por la justicia en Turquía, son actores importantes de la política social. La Iniciativa de Mujeres para la Paz (BÎKG) desde 2009 hasta la actualidad organiza acciones de mujeres en regiones del oeste de Turquía y define la lucha por la paz de las mujeres como una lucha estratégica social, ideológica y política.

Estas diferentes organizaciones creadas alrededor de la lucha por la paz, continúan sus acciones de concienciación de la sociedad y para desarrollar el apoyo entre pueblos con métodos como protestas en las calles, mítines, manifestaciones, reuniones y campañas de recogida de firmas.

En las entrevistas de paz que empezaron en 2013 en Imrali, en 2015, por primera vez, una representante directa del Movimiento de Mujeres participó en la delegación del HDP (Partido Democrático de los Pueblos). Con el objetivo de compartir la agenda de las mujeres y llegar a los deseos de la sociedad, a través de la representante del movimiento de mujeres en la mesa de diálogo, se fundó el Consejo de Libertad de las Mujeres (KÖM). KÖM, como consejo conjunto de mujeres kurdas, mujeres activistas y feministas del oeste de Turquía, debería haber desarrollado la perspectiva de liberación de las mujeres para el proceso oficial de diálogos para la paz. Pero ese mismo año el estado directamente abandonó los diálogos en Imrali, y posteriormente empezó la guerra de nuevo. En ese proceso, las duras presiones del Estado fueron el principal obstáculo para la lucha por la paz de las mujeres. Con el fracaso de la mesa de diálogo y el no reconocimiento de la voluntad de las mujeres, el Estado incrementó de nuevo la guerra, el nacionalismo y el sexismo.

Las mujeres de Turquía y Kurdistán, reunidas bajo el paraguas de BÎKG para garantizar la participación activa de las mujeres en el proceso de paz, investigaron las experiencias de las mujeres en el mundo y valoraron como referencia los ejemplos del papel de las mujeres en la reconciliación social. Con el eslogan de “Si la paz se hace sin las mujeres, la guerra no terminará” desarrollaron los preparativos para garantizar la representación igualitaria de las mujeres en el proceso de diálogo. Planearon reunirse con todas las partes vinculadas para recoger y poner en la agenda las opiniones y propuestas de todos los sectores sociales para una paz justa y verdadera. Especialmente trabajaron para cambiar las leyes que ignoran las necesidades y deseos de las mujeres.

Con este objetivo, se crearon cinco comisiones dentro de BÎKG:

1- Comisión de la Verdad de Mujeres para sacar a la luz los crímenes de guerra contra las mujeres.

2- Comisión de Igualdad de Género y Constitución para debatir cambios de leyes para garantizar la igualdad de género y la indemnización de los crímenes de guerra contra las mujeres.

3- Comisión de Reforma de Seguridad para determinar los protocolos de seguridad humana con el fin de prevenir crímenes de guerra contra las mujeres.

4- Comisión de Prensa y Medios para poner en la agenda las opiniones y demandas de las mujeres para la paz.

5- Comisión de Relaciones y Observación para un seguimiento activo del proceso de solución, valoración del proceso desde la perspectiva de las mujeres, realización de reuniones con todos los grupos sociales, especialmente con grupos de mujeres y de todas las partes para determinar las expectativas y opiniones conjuntas de las mujeres para una paz duradera.

Cuando el proceso de diálogo se transformó en negociación, fue necesario que las mujeres participaran en la mesa de negociación con sus demandas concretas y se organizaran en este marco. Por ello, el Movimiento de Liberación de Mujeres se reorganizó en 2014 bajo el nombre de Congreso de Liberación de las Mujeres (KJA). Se crearon subcomisiones para clarificar las necesidades y demandas de las mujeres en todos los ámbitos de la vida para crear la estructura de un nuevo contrato social. Desde temas económicos hasta la diplomacia, desde la ecología hasta la ley, de la política a la autodefensa, se crearon comisiones y se realizaron trabajos preparatorios. La delegación del HDP estuvo compuesta primero por una mujer y dos hombres. Durante mucho tiempo el Estado no permitió que la representante del Movimiento de Liberación de Mujeres participara en la delegación. Pero en el proceso de negociación Rêber Apo defendió la representación del movimiento de mujeres como un principio y llevó una gran lucha para que fuera así. En el proceso de negociación la delegación estuvo formada por dos mujeres y tres hombres. La participación de una miembro de la cordinación del Movimiendo de Liberación de Mujeres para la representación directa de la voluntad y las demandas de las mujeres fue un paso importante.

Asimismo las mujeres prepararon su hoja de ruta para el proceso de paz y democracia, sobre la base de cuatro principios:

  1. Una definición correcta: El problema de las mujeres debe definirse correctamente. El problema de las mujeres no es solo un problema de género. Es un problema antiguo en Medio Oriente. Es uno de los principales problemas sociales, políticos, económicos y morales. Los motivos del surgimiento del problema de libertad de las mujeres al mismo tiempo evidencia su método de solución.
  2. Expresión jurídica: En la actual Constitución no están definidos ni la existencia, identidad y derechos de las mujeres ni el problema de libertad de las mujeres y sus métodos de solución. En algunas partes y leyes diferentes el nombre de las mujeres aparece sobre todo como víctimas. De nuevo, las leyes familiares y civiles buscan principalmente justificar la familia. Es necesario definir y solucionar estos temas sobre la base de liberación de las mujeres.
  3. Participación igualitaria y organizada en el sistema confederal: Es necesaria la evaluación y clarificación de todo el sistema de mujeres y con ello el lugar y participación de las mujeres en el sistema confederal. Es importante que las mujeres determinen su participación igualitaria y organizada, desde la participación en la política democrática hasta la autodefensa, autoorganización y otros ámbitos de la vida.
  4. Igualdad y libertad en la familia: Temas como la reorganización de las relaciones entre mujeres y hombres; leyes y perspectivas sobre la cuestión del matrimonio; el divorcio; la voluntad y los derechos de las mujeres en la reproducción y la crianza; la definición del trabajo doméstico y el papel de liderazgo de las mujeres en ello; la distribución justa de la propiedad; las actitudes en la educación y muchos otros deben ser reestructurados con la participación de la voluntad y las ideas de las mujeres.

En el proceso actual es importante renovar estos principios y revitalizar los trabajos de las cinco comisiones. También es importante compartir experiencias y tener debates entre mujeres acerca de los procesos de negociación y solución en Bakur/Turquía y en Rojava/Siria.

En el proceso entre los años 2013 y 2015 el Movimiento de Liberación de Mujeres en Rojava jugó un importante papel en la construcción de la Nación Democrática y del sistema de Autonomía Democrática, en la guerra de defensa de la revolución contra los ataques de Al Nusra y Daesh así como en la política y la diplomacia. Por un lado, las mujeres crearon su organización y su sistema; por ejemplo, el Consejo de Mujeres del Norte y Este de Siria se fundó como un mecanismo de decisiones y voluntad común de las mujeres. El Consejo de Mujeres de Siria ha trabajado también, con las mujeres de todos los pueblos, para la paz y los cambios democráticos en Siria, para una nueva constitución democrática. Asimismo, las conferencias y trabajos de las mujeres han dado fuerza a la voz y el color de las mujeres en las luchas por la paz, democracia y libertad, tanto para la unidad de las mujeres kurdas como para la construcción de redes de solidaridad de las mujeres de Oriente Medio. Por otro lado, las mujeres han luchado para la implementación del sistema de copresidencia y la representación igualitaria de las mujeres en todos los campos de la vida, así como en todas las estructuras y mecanismos de toma de decisión en las zonas de la administración autónoma democrática. Las mujeres han ocupado un importante lugar de manera igualitaria en los trabajos de legislación y del contrato social. Con los trabajos y las educaciones populares para cambiar la mentalidad dominante las mujeres han obtenido importantes logros. Pero sigue habiendo deficiencias para alcanzar la sociedad democrática desarrollada con la participación y voluntad de todos los sectores de la sociedad, sobre las bases de democracia directa, economía comunal, justicia social, ecología y liberación de la mujer. El origen de estas deficiencias es, ante todo, las carencias en cuanto la construcción de una mentalidad, personalidad y vida en base al paradigma de la sociedad democrática, ecológica y de liberación de la mujer. Por un lado, el Estado turco y el gobierno del AKP siempre han incrementado sus ataques de exterminio sobre el pueblo kurdo y el Movimiento de Liberación en los procesos de diálogo. Pero por otro lado el retraso y la estrechez en la comprensión e implementación de las perspectivas de Rêber Apo por parte de las fuerzas de política democrática, han provocado que las oportunidades de solución política y de paz en los procesos de Imrali llevados a cabo por parte de Rêber Apo no obtuvieran resultado.

Las tareas del Proceso de Paz y Sociedad Democrática

Rêber Apo, desde 1993, con todos los pasos dados para la paz y la solución democrática, ha desarrollado nuevas etapas para el fortalecimiento de la organización y la lucha de las mujeres sobre la base de la profundización de la mentalidad de libertad de las mujeres. La misma situación también es válida para el proceso iniciado con el llamamiento de Rêber Apo por la “Paz y Sociedad Democrática” del 27 de febrero de 2025. La ideología de liberación de la mujer, la filosofía mujer-vida-libertad, el concepto y la teoría de Jineolojî han llevado a cabo la tercera línea de las mujeres. Esta línea expresa la vida y la libertad en contra, por un lado, de la línea postmoderna-liberal que vacía de significado la identidad de las mujeres y cuestiona incluso su existencia biológica y, por otro lado, la línea conservadora-fascista que impone la existencia y la identidad de las mujeres como esclavas de los hombres. Desde la visita el 23 de octubre de 2024, Rêber Apo, en sus valoraciones y especialmente en su mensaje a la Academia de Jineolojî, ha dado una gran importancia a los análisis sobre la historia, la cultura y la liberación de las mujeres y ha manifestado su confianza con la fuerza de liderazgo del movimiento de mujeres para el avance del proceso de paz y sociedad democrática.

Las experiencias del proceso de los últimos 15 años muestran la importancia de la creación de equilibrios y conjunción de trabajos ideológicos, políticos y sociales. Los mecanismos y organizaciones autónomas de mujeres y de la sociedad en general deben utilizarse sobre la base de la democracia directa, con la participación de la voluntad social. Asimismo con un método atractivo se puede convencer a todos los sectores sociales y diferentes círculos políticos para que participen en el proceso. La participación de las mujeres en el campo de la política tiene que apoyarse en la fuerza organizada del movimiento social de las mujeres. Con la certeza de que “la libertad de la mujer es la base de todas las libertades” hay que estar atentas contra las actitudes que dicen que “ahora no es el momento de la cuestión de las mujeres”. Uno de los puntos importantes en la agenda de este proceso debe ser el desarrollo de medidas legales, políticas y de autodefensa de las mujeres en contra del sexismo social y los ataques de exterminio.

Para que las mujeres puedan realizar correctamente sus tareas políticas, morales e intelectuales en este proceso es importante que sus experiencias de vida y lucha se analicen conjuntamente y se determine una hoja de ruta de las mujeres. En cuando a la política social también es importante que participen las mujeres de todos los sectores sociales, tanto en los procesos de debate como en las tomas de decisiones. Los acuerdos en cuanto a los principios, estrategia y política de las mujeres deben apoyarse en la voluntad y la postura común de las mujeres de la sociedad. Si no se hace así habrá el peligro de instaurar una nueva política elitista. Trabajos como congresos y conferencias de mujeres para clarificar la voluntad colectiva y las decisiones comunes de las mujeres tienen un importante significado. Cuando todas las participantes se vean responsables del seguimiento y la implementación de las decisiones tomadas en estas conferencias en sus respectivos campos, las mujeres podrán llevar a cabo una política efectiva para el cambio y la transformación democrática. Además, compartir los debates, avances y obstáculos del proceso con movimientos y mujeres activistas de otros países puede crear una importante sinergia de apoyo internacionalista.

En el campo de las tareas intelectuales actuales uno de los principales trabajos son los trabajos de educación para el desarrollo de una mentalidad democrática. La sociedad democrática y la vida libre solo son posibles superando las concepciones del poder y llegando a una voluntad libre individual y social. Por ello es importante que los métodos y temas de investigación se determinen en relación con el objetivo de la solución de los problemas de las mujeres y la sociedad y se organicen más educaciones populares. Por ejemplo, las investigaciones y debates para dar respuestas a las siguientes preguntas, tienen un significado estratégico histórico y actual: ¿Cuál es el significado de la cultura de la diosa madre en la personalidad de la mujer y en las ceremonias sociales? ¿Cuáles son las características de la sociedad histórica alrededor de la mujer-madre y cuál es el significado de estas características para implementar la sociedad democrática actual? ¿Cómo y cuando se desarrolló el sistema de dominación del hombre, guerra y Estado? ¿Cuáles han sido los daños a las mujeres y a la sociedad como resultado de las culturas patriarcales, como la cultura del palacio, la cultura Sati y la cultura de la violación? ¿Cuál es la cultura de la mujer libre y cómo se desarrolla? ¿Cómo pueden hombres y mujeres pertenecerse a ellas mismas? ¿Cómo llevar a cabo la vida socialista comunal, las relaciones de familia democrática y la convivencia libre?

La búsqueda de respuestas reales a estas preguntas será determinante para el triunfo del proceso. Porque la construcción de la paz y la sociedad democrática solo es posible con el cambio del paradigma dominante en la política, la ciencia y la vida. Una vida libre solo puede avanzar con análisis y con la eliminación de los motivos de guerra y conflicto, con dignidad y tranquilidad. Si no es así, un nuevo dictador ocupará el lugar del anterior. Las experiencias de las mujeres en muchos países del mundo muestran la necesidad de cambios elementales de mentalidad, políticos, económicos y sociales para cerrar el paso a la repetición de la guerra y a la masacre. La historia del Movimiento de Liberación de Mujeres de Kurdistán se convierte en un ejemplo de que en los momentos más críticos las mujeres pueden generar la fuerza y energía necesaria para el cambio histórico con la comunión de pensamiento, espíritu y lucha.

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