La guerra de Turquía esta semana | Nº 1
Post de Meghan Bodette – 11 noviembre 2022 – Traducido por Rojava Azadi Madrid
Esto es 'La guerra de Turquía esta semana', un boletín sobre las operaciones militares transfronterizas de Turquía en Irak y Siria y la represión de la política kurda a nivel nacional e internacional.
Ataques con drones en curso en Sinjar y en el norte y este de Siria, críticas de alto nivel a las operaciones militares transfronterizas bajo presión, nuevos datos de encuestas sobre la opinión pública kurda en Turquía, y más.
Vigilancia de la guerra de los drones: En lo que va de mes, cuatro ataques turcos con drones han matado al menos a dos personas y han herido a otras cuatro en Sinjar y en el norte y el este de Siria.
El 1 de noviembre, un ataque turco con drones tuvo como objetivo la cúpula de Hesin Meman en el centro de Sinjar. Las imágenes de vídeo compartidas por los medios de comunicación locales mostraban grandes daños materiales. No se informó de víctimas.
El 3 de noviembre, un ataque turco con drones tuvo como objetivo un automóvil en la ciudad de Sinjar, y al parecer mató a un hombre yazidí llamado Mehsin Şemo e hirió a una mujer no identificada.
Según mi recuento, estos fueron el octavo y el noveno ataque turco con drones en Sinjar este año.
Para conocer los antecedentes de la campaña de aviones no tripulados de Turquía en Sinjar y su impacto en los supervivientes del genocidio yazidí que intentan reconstruir sus vidas allí, véase:
El discurso de la directora ejecutiva de la Free Yezidi Foundation, Pari Ibrahim, en marzo de 2022 ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, así como otros trabajos de la FYF para concienciar sobre este tema.
Este estudio, realizado por Amy Austin Holmes, Diween Hawezy y Brett Cohen para el Centro Internacional para el Estudio del Extremismo Violento, que creó el primer conjunto de datos de seguimiento de los ataques turcos en Sinjar y evidenció que Turquía había bombardeado la región cada año desde 2017.
Y este otro, realizado por Ben van Der Merwe para el New Statesman, que se basó en el conjunto de datos del ICSVE para descubrir que el 60% de los ataques turcos en Sinjar causaron daños a los civiles.
Este informe de New Humanitarian que analiza cómo la campaña de drones de Turquía está obstaculizando el retorno de los desplazados internos. Un civil yezidí citado en el artículo lo resume: «Sólo tenemos miedo de una cosa realmente, y es del ejército turco».
El 2 de noviembre, se informó de que un ataque turco con un avión no tripulado había alcanzado la aldea de Jarqali, cerca de Kobane (Siria), hiriendo a un soldado del gobierno sirio.
El 6 de noviembre, un ataque turco con drones tuvo como objetivo un coche en Qamishlo, matando a un combatiente de las Fuerzas de Autodefensa e hiriendo a dos civiles.
Las FDS identificaron al combatiente que perdió la vida como Kamal Muhammad Ali Dodo, un hombre de 27 años de Serekaniye. Dijeron que estaba de permiso para visitar a su familia cuando fue asesinado.
Los civiles heridos no fueron identificados.
Según el Centro de Información de Rojava, se trata de los 87º y 88º ataques turcos con drones en el territorio del norte y el este de Siria en lo que va de año.
Aumentan las críticas internacionales mientras figuras de la oposición se enfrentan a investigaciones penales y a penas de cárcel por pedir que se investigue el supuesto uso de armas químicas por parte de Turquía en el Kurdistán iraquí.
La Dra. Sebnem Korur Fincanci, defensora de los derechos humanos y presidenta de la Asociación Médica Turca, sigue en prisión preventiva tras ser detenida a finales de octubre por cargos de terrorismo y «desinformación» después de haber declarado que debían investigarse las acusaciones de uso de armas químicas.
El copresidente del HDP encarcelado, Selahattin Demirtas, está acusado de «propaganda terrorista» y de «insultar a la nación y al Estado turcos» por una serie de tuits, enviados a través de sus abogados desde la cárcel, en los que pedía una investigación internacional sobre las acusaciones.
El diputado del CHP Sezgin Tanrikulu se enfrenta a una investigación que podría llevar a la retirada de su inmunidad parlamentaria por un tuit en el que decía que presentaría una pregunta parlamentaria sobre las acusaciones. Un tribunal turco ha afirmado que el tuit servía a los «objetivos y acciones estratégicas» del PKK.
Las organizaciones de derechos humanos han dado la voz de alarma por el uso de cargos antiestatales contra personas que no han hecho más que pedir que se investiguen supuestas infracciones del derecho internacional. Amnistía Internacional, Human Rights Watch y un grupo de expertos de las Naciones Unidas pidieron la liberación inmediata de Fincanci y criticaron el uso de las leyes sobre terrorismo para silenciar a los defensores de los derechos humanos en Turquía.
En lugar de poner fin a las acusaciones de armas químicas, como probablemente esperaba Erdogan, estos casos han puesto en el punto de mira mundial la conducta de Turquía en sus operaciones militares en Irak y su represión de la oposición pro-paz a nivel nacional. Con la proximidad de las elecciones, es poco probable que sean los últimos de este tipo.
En consecuencia, esta represión puede dar lugar a un mayor escrutinio internacional de las probables violaciones turcas de los derechos humanos y del derecho internacional, tanto en el país como en el extranjero, incluidas, entre otras, las denuncias de uso de armas químicas.
Para conocer los antecedentes de las acusaciones de uso de armas químicas por parte de Turquía en el Kurdistán iraquí, véase:
- Este informe de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, en el que se examinan las denuncias existentes y se pide una amplia investigación internacional basada en sus conclusiones.
- Imágenes de la ANF que muestran a dos combatientes del PKK supuestamente expuestos a armas químicas, publicadas después del informe de la IPPNW en octubre. (Advertencia: los vídeos incluidos en el enlace son gráficos y perturbadores).
- Informes de Community Peacemaker Teams y Rudaw sobre el caso de una familia civil afectada por el presunto uso de armas químicas por parte de Turquía en septiembre de 2021. En particular, las autoridades kurdas iraquíes impidieron a los investigadores de IPPNW reunirse con esta familia.
Dos nuevas encuestas que miden la opinión pública kurda en Turquía proporcionan un contexto importante sobre la situación actual de la cuestión kurda.
Un estudio realizado en octubre por la Fundación de Derechos Humanos Tahir Elci y la encuestadora kurda Rawest Research analizó la percepción kurda de las cuestiones de derechos humanos. En noviembre, Spectrum House Research publicó un estudio centrado en la actitud de los votantes kurdos hacia los principales partidos en el periodo previo a las elecciones.
Leídos en conjunto, nos proporcionan cinco importantes conclusiones:
En primer lugar, las cifras dejan claro que los derechos humanos, la democracia y la cuestión kurda importan a los votantes kurdos.
El estudio de la Fundación de Derechos Humanos Tahir Elci/Rawest Research revela que el 79% de los kurdos cree que los derechos humanos se están violando en Turquía hoy en día, el 73% cree que la situación de los derechos humanos se ha deteriorado en los últimos 10 años, y sólo el 17% cree que mejorará en los próximos cinco.
Las mujeres y los kurdos son los dos grupos cuyos derechos se violan más en Turquía. La mayoría de los encuestados que declararon haber sufrido discriminación dijeron que se enfrentaban a una discriminación basada en su identidad étnica.
El estudio de Spectrum House revela que el 35,7% de los encuestados cree que la cuestión kurda es el principal problema de Turquía, después del 36,6% de los encuestados que señalaron la economía como el mayor problema. El 19% sitúa la cuestión kurda como el segundo mayor problema de Turquía, de nuevo tras la economía.
En segundo lugar, los enfoques de la cuestión kurda basados en la seguridad y las instituciones que los aplican son impopulares y se consideran ilegítimos.
El estudio de la Fundación de Derechos Humanos Tahir Elci/Rawest Research formuló varias preguntas sobre cuestiones de justicia y confianza en las instituciones del Estado. Más de ⅔ de los encuestados señalaron al Estado como el actor responsable de la mayoría de las violaciones de los derechos humanos. La mayoría afirmó que aumentaban los abusos como la tortura, la violencia policial y los cacheos.
Sólo el 24% cree que el sistema judicial de Turquía trata a todos con justicia y sólo el 29% piensa que una persona detenida por la policía tiene más probabilidades de ser culpable. Por término medio, los encuestados tienen un bajo nivel de confianza en los tribunales, la presidencia y las fuerzas de seguridad.
Ambos estudios revelan que la mayoría de los votantes kurdos se oponen al nombramiento de síndicos en los municipios. El 61% de los encuestados en el estudio de la Fundación de Derechos Humanos Tahir Elci/Rawest Research dijeron que no les parecía correcto el nombramiento de síndicos en los municipios. El estudio de Spectrum House preguntaba por el nombramiento de síndicos en los municipios del HDP específicamente. Descubrió que el 89,5% de los encuestados no apoya los nombramientos de síndicos, mientras que sólo el 5,2% los apoya.
El estudio de la Fundación de Derechos Humanos Tahir Elci/Investigación Rawest también reveló que la mayoría de los votantes consideraban que el levantamiento de la inmunidad parlamentaria de los diputados -una medida utilizada para permitir el encarcelamiento de los diputados del HDP- era una violación de los derechos.
En tercer lugar, existen importantes diferencias en la forma en que los votantes kurdos que apoyan al Partido Democrático de los Pueblos (HDP) pro-kurdo perciben estas cuestiones y en la forma en que los votantes kurdos que apoyan a los partidos turcos mayoritarios las perciben.
El estudio de la Fundación de Derechos Humanos Tahir Elci/Rawest Research descubrió que los votantes del HDP tenían niveles drásticamente inferiores de confianza en instituciones estatales como el poder judicial, la presidencia y las fuerzas de seguridad, eran más propensos a decir que las condiciones de los derechos humanos se habían deteriorado y también a decir que habían sufrido discriminación en comparación con los votantes del AKP.
El estudio de Spectrum House reveló que el 47,4% de los encuestados que apoyan al HDP consideran que la cuestión kurda es el principal problema de Turquía. El 28% ve la economía como el principal problema.
En comparación, sólo el 4,9% de los encuestados que apoyan al AKP y el 5,7% de los que apoyan al CHP ven la cuestión kurda como el principal problema de Turquía. Más de la mitad de los encuestados que apoyan a estos partidos ven la economía como el principal problema.
En cuarto lugar, el HDP representa a la mayoría de los votantes kurdos y la represión no ha debilitado su base de apoyo.
El estudio de Spectrum House encontró que el 67,4% de sus encuestados apoyó al HDP en 2018, mientras que el 18,5% apoyó al AKP.
Preguntados sobre cómo votarían en unas próximas elecciones, el 73% de los encuestados dijo que votaría al HDP. El 9% dijo que votaría al AKP.
El 95,8% de los votantes del HDP de 2018 encuestados dijo que volvería a votar al HDP, mientras que solo el 46,3% de los votantes del AKP de 2018 encuestados dijo que volvería a votar al AKP. Cabe destacar que el 14% de los votantes del AKP de 2018 indicaron que ahora votarían al HDP.
Esto se alinea con las recientes encuestas que han mostrado al HDP con un consistente 10-12% de los votos a pesar de más de media década de presión estatal concentrada sobre el partido -incluyendo un caso de cierre activo.
Y, por último, esa base puede no tener una alternativa si el partido se cierra y no puede reagruparse.
El estudio de Spectrum House reveló que alrededor del 70% de los votantes del HDP encuestados votaría por un partido sucesor del HDP si éste se cerrara. Alrededor del 20% de los votantes del HDP encuestados dijeron que no votarían, están indecisos sobre lo que harían o prefieren no responder.
No hay garantía de que los votantes del HDP puedan apoyar a un partido pro-kurdo alternativo si el HDP se cierra antes de 2023. El movimiento político pro-kurdo ha sido capaz de adaptarse a la represión y superar el cierre de partidos en varias ocasiones. Es posible que pueda hacerlo de nuevo. Sin embargo, el gobierno también ha aprendido de sus anteriores intentos infructuosos de clausurar la política pro-kurda.
Los cambios en las leyes electorales, una lista de prohibición política que incluye a casi todos los cargos electos actuales y anteriores más destacados del HDP, y la posibilidad de que se produzcan detenciones masivas podrían impedir que el HDP se reconstituya a tiempo para obtener representación en 2023.
La encuesta no evaluaba qué haría el 70% de los votantes del HDP que apoyaría a un partido sucesor o alternativo si el HDP se cerrara y ningún partido pro-kurdo pudiera sustituirlo. Es probable que acaben excluidos de la política nacional por completo.
Lo que esto significa: Millones de kurdos en Turquía apoyan la ampliación de los derechos civiles, políticos y culturales colectivos de los kurdos y votan al movimiento político pro-kurdo representado actualmente por el HDP para promover esos objetivos. La represión no ha cambiado sus preferencias.
Este electorado ya carece de confianza en las instituciones estatales, no aprueba las políticas que segregan la cuestión kurda y considera al Estado como un actor responsable de las deplorables condiciones de los derechos humanos, que probablemente empeorarán. Percibe altos niveles de discriminación por la identidad étnica kurda.
El gobierno de Erdogan está dispuesto a aumentar la represión de este colectivo a medida que se acercan las elecciones, lo que acentúa estas percepciones de persecución, discriminación y exclusión. La oposición no está llegando a este grupo, lo que significa que el cierre del HDP probablemente lo dejará sin representación en la política nacional de Turquía durante al menos los próximos cinco años. Esto es una mala noticia para la democracia, los derechos humanos y la paz y la estabilidad en la región, y debería tomarse en serio.
Lo que estoy leyendo
Dos informes sobre la crisis del agua en el norte y este de Siria ilustran cómo el esfuerzo de Turquía por aplastar a las AANES y las SDF va más allá de las bombas y las balas:
- De Human Rights Watch, una mirada a cómo la restricción del flujo del río Éufrates a Siria por parte de Turquía y la interrupción del servicio de la estación de agua de Alouk han contribuido a una epidemia mortal de cólera.
- De Yiyao Yang y Khabat Abbas para The New Arab, un informe sobre el impacto de la escasez de agua agravada por la intervención turca en las agricultoras.
Las decisiones políticas de Turquía facilitan los desafíos medioambientales, económicos y sanitarios en la región, que amenazan las vidas y los medios de subsistencia tanto como lo hace una guerra total, y contravienen directamente los esfuerzos de la AANES por construir la estabilidad y abordar cuestiones como la igualdad de género. Aunque las potencias garantes han tolerado estas presiones, al igual que toleran la campaña de drones, como «alternativa» a una tercera incursión turca, cada día está más claro que esto es insostenible.