Irán. Necesaria acción mundial urgente para impedir la ejecución inminente de una cooperante kurda

Amnistía Internacional – 6 febrero 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

En respuesta a la noticia de que el Tribunal Supremo de Irán ha rechazado la solicitud de revisión judicial de la condena a muerte de Pakhshan Azizi, de 40 años, cooperante de la minoría étnica kurda, oprimida en Irán, Diana Eltahawy, directora adjunta del Programa de Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional, ha declarado:

«La comunidad internacional debe instar inmediatamente a las autoridades iraníes a detener la ejecución de Pakhshan Azizi, cooperante detenida arbitrariamente y condenada a muerte tras un juicio manifiestamente injusto ante un tribunal revolucionario el año pasado.

«Pakhshan Azizi fue detenida únicamente por sus actividades pacíficas a favor de los derechos humanos, incluida la prestación de apoyo humanitario a mujeres y niños del noreste de Siria desplazados como consecuencia de los ataques del grupo armado Estado Islámico. En lugar de amenazarla con una ejecución inminente, debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones.

«La comunidad internacional debe instar inmediatamente a las autoridades iraníes a detener la ejecución de Pakhshan Azizi, cooperante detenido arbitrariamente y condenado a muerte tras un juicio manifiestamente injusto.» Diana Eltahawy, Amnistía Internacional

La decisión del Tribunal Supremo de rechazar su solicitud de revisión judicial demuestra una vez más que las autoridades iraníes siguen firmemente decididas a utilizar la pena de muerte como herramienta de represión política para sembrar el miedo entre la población. En una entrevista concedida a los medios de comunicación, uno de los abogados de la joven, Amir Raesian, declaró que la decisión le había sido notificada el 5 de febrero, y añadió que la ejecución podría tener lugar ahora en cualquier momento. También señaló que los escandalosos errores cometidos en el caso por el tribunal inferior se habían repetido en la decisión del Tribunal Supremo.

«La pena de muerte es un castigo aborrecible en cualquier circunstancia, pero imponerla tras un juicio manifiestamente injusto ante un Tribunal Revolucionario, en el que no se investigaron las denuncias de tortura y otros malos tratos a Pakhshan Azizi, incluida la violencia de género, hace que su aplicación sea arbitraria e ilustra una vez más el desvergonzado desprecio de las autoridades iraníes por el derecho a la vida. Los gobiernos de todo el mundo deben pronunciarse enérgicamente contra esta injusticia, para impedir la ejecución de Pakhshan Azizi antes de que sea demasiado tarde».

Información complementaria

La Sala 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán condenó a muerte a Pakhshan Azizi en julio de 2024. Fue condenada por «rebelión armada contra el Estado» (baghi) únicamente por sus actividades pacíficas humanitarias y de derechos humanos. Por ejemplo, entre 2014 y 2022 participó en la prestación de ayuda humanitaria a mujeres y niños desplazados por ataques del grupo armado Estado Islámico y alojados en campos del noreste de Siria y la región del Kurdistán iraquí. A principios de enero de 2025, el Tribunal Supremo confirmó su condena y pena de muerte. Posteriormente, la Sala Novena del Tribunal Supremo rechazó su solicitud de revisión judicial.

El 4 de agosto de 2023, funcionarios del Ministerio de Inteligencia detuvieron arbitrariamente a Pakhshan Azizi en Teherán y la trasladaron a la sección 209 de la prisión de Evin, en Teherán, que está bajo el control del Ministerio de Inteligencia, donde permaneció recluida en régimen de aislamiento prolongado durante cinco meses sin acceso a un abogado ni a su familia. Según fuentes informadas, Pakhshan Azizi fue sometida a tortura y otros malos tratos durante los interrogatorios. Los funcionarios le dijeron en repetidas ocasiones que no tenía derecho a vivir y la amenazaron con ejecutarla. También la sometieron a violencia de género para obligarla a «confesar» sus vínculos con grupos de oposición kurdos, algo que ella negó en repetidas ocasiones. A principios de diciembre de 2023 la trasladaron a la sección de mujeres de la prisión de Evin, donde sigue recluida.

Amnistía Internacional se opone categóricamente a la pena de muerte en todos los casos y en todas las circunstancias.