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Embargo de Turquía en Kobane continúa produciendo sirios refugiados

Iraq, February 2014. 3 year old Hakim is peeping out a worn tent in the Domiz refugee camp in Northern Iraq. (children's names have been changed) Notes from the field: We saw a small boy (Hakim, 3 – name changed) peeping out of a worn tent. Inside, we met his mother (Fatema) and younger sister, along with a pregnant family friend. The two women are friends and neighbours in the camp. They have been in Domiz for a year. o Life in the camp: They were worried about the condition of their tents. The most afraid of the storms in Domiz because their tent won’t withstand it. They said they were “worried, lonely, cold, tired and a bit fed up because there were things like no nappies”. Being pregnant in the camp is difficult and the pregnant mother isn’t having regular check-ups. They said the water provision was really good and that they had enough (UNICEF) blankets. They have been getting clean water and that was good. o Leaving Syria: The families left Syria because their husbands were being threatened with conscription and joining the military. Their husbands left Syria urgently. The pregnant mother’s husband had to go without her or the children, leaving her to follow, with her little boy and only the items she could get on the donkey. Hakim’s family walked for three hours in the Winter to escape (at the time Hakim was 2 years old and his sister was just 5 months). o Life in Syria was terrifying. They talked about the explosions and about seeing men who had been slaughtered. Some of their friends had family members, where they had been slaughtered and then the family had been sent a video afterwards. There were also incidences of kidnapping of women as well. o In Hakim’s home in Syria they had planted onions and enjoyed eating them – they can’t do this any more. The children didn't understand anything that was happening in Syria, but they were still very frightened by the noises. They talked about how husbands would go out to get bread for

por Hawzhin Azeez

La marea reciente de los refugiados, que se estima en 350 000, que desemboca en Europa ha llevado a una crisis humanitaria masiva. Refugiados desesperados emprenden un largo y peligroso viaje a través del mar Egeo, en un esfuerzo para ponerse a salvo. Cientos se han ahogado hace poco, sin embargo, muchos se encuentran tan desesperados que están dispuestos a correr el riesgo de llegar a la que consideran “la seguridad de Europa”, realizando el peligroso viaje. El cuerpo sin vida de Alan Kurdi y su hermano en la orilla destacó agudamente las crisis de refugiados, y galvanizó la comunidad europea para hacer frente a la catástrofe humanitaria que provocó la aceptación de un gran número de refugiados en lugares como Alemania y Suecia.

En lugar de centrarse en los grandes cambios estructurales, el debate en curso se ha centrado en gran medida en cómo los países de la UE deben hacer frente a la afluencia de refugiados, ¿qué medidas tienen que ser adoptadas en cada lugar y la forma de garantizar que los refugiados cuentan con servicios adecuados. Como consecuencia de la falta de una solución integral, la tensión ha aumentado, ya que algunos estados de la UE han asumido más que otros, mientras que determinados países, como Francia y el Reino Unido son vistos como no dispuestos a llevar su parte de esta responsabilidad.

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Más recientemente, se han producido discusiones, en torno a asegurar que se aborden los factores centrales que producen las crisis de refugiados, incluyendo la guerra civil en Siria y el régimen de Assad. Un argumento en gran medida pasado por alto y poco desarrollado es el papel que la liberación de territorios pueden desempeñar para detener el flujo de miles de refugiados.

En Siria, Rojava (Kurdistan Sirio) y Kobane han funcionado en gran medida como un filtro y una base central para el apoyo a miles de refugiados de otras partes de Siria. Expertos internacionales han señalado que la prestación de apoyo a las zonas de seguridad ayuda a frenar el flujo de refugiados. Kobane, con una población total actual de 200, 000 personas, y habiéndose convertido en el lugar de la resistencia histórica contra los terroristas del Daesh se encuentra actualmente con el 80% de la ciudad en ruinas. El oleaje en la población también ha aumentado la carga del cantón de Kobane. Se ha hecho la tarea de proporcionar servicios esenciales y el apoyo a una comunidad fundamentalmente traumatizada.

Aun faltando, gran parte del apoyo internacional necesario, los lugareños han comenzado la casi imposible tarea de reconstruir Kobane y proporcionar algun bienestar básico y apoyo a la población nativa y los refugiados. La Junta de Reconstrucción Kobane y una plétora de otras asociaciones locales como la asociación Kurdistán sirio en Turquía han estado a la vanguardia de este esfuerzo. Sin embargo, el proceso de reconstrucción esta siendo lento, con aspectos arduos por la dificultad de los mismos, incluyendo la educación, la salud, el agua y el sector de la electricidad siguen en gran medida sin resolverse. Muchos expertos sostienen que para reconstruir la ciudad se necesita la cantidad de $ 1.5billion.

Además de las preocupaciones financieras obvias, el factor más importante que contribuye al proceso de reconstrucción lenta es el embargo humanitaria en curso por el miembro de la OTAN Turquía hacia la región de Rojava (Kurdistán sirio). Turquía en su guerra contra los kurdos tanto a nivel interno, como a través del bloqueo de las fronteras vecinas de Irak y Siria. La reciente victoria electoral por el HDP partido pro-kurdo, que supero el margen del 10% al ganar 80 escaños en el Parlamento turco ha dado lugar a una política de de la violencia por parte de Turquía, alentados además por los continuos éxitos militares de los kurdos combatientes de las YPG-YPJ contra el Daesh en el Kurdistán sirio. Estos éxitos militares combinados con la victoria HDP han generado preocupación hacia su “propia minoría” kurda en Turquía y sus aspiraciones para una mayor integración política y representación cultural. El embargo sobre Kurdistán sirio ha tenido una serie de flujos en el curso de los efectos sobre Kobane.

En la parte superior de la lista, el embargo- la prohibición de poder cruzar la frontera la ayuda y suministros necesarios ha asegurado a Turquía que las ONG y los grupos humanitarios que deseen d45a54d5d947891dd1cd75d25cbe05d0_Lapoyar Kobane no puedan entrar en el cantón oficialmente. Actualmente el embargo impide que cualquier persona con un pasaporte no-turco pueda cruzar la frontera. Cuando las organizaciones más importantes, como Handicap International son capaces de transferir personal a Kobane con la autorización oficial de la UE se enfrentan a enormes desafíos para lograr pasar la maquinaria y el equipo necesario para participar en la reconstrucción de la infraestructura. Muchas otras organizaciones y expertos calificados directamente se les ha impedido cruzar la frontera.

Mientras que Turquía ha demostrado que esta mas que dispuesta a alentar fuertemente a los desplazados a regresar a Kobane, ha impedido activamente a las ONG tomar las medidas necesarias para permitir que los refugiados regresen a un ambiente seguro y habitable. Dos veces a la semana la frontera para Kobane se abre y a los refugiados se les permite regresar al cantón, sin embargo a menos que tengan enfermedades graves se impide que puedan volver a Turquía. En consonancia con este enfoque, Turquía permite determinados tipos de ayuda, como la alimentación de los municipios Diyarbakir y Suruc para cruzar la frontera como un medio para aumentar el incentivo y que los refugiados se planteen el regresar. Pero a la inversa evita que las necesidades esenciales se cubran con la equiparon necesaria para permitir a la gente regresar a sus hogares y aldeas de forma segura.

El otro obstáculo importante que enfrenta el proceso de reconstrucción es el desminado. El embargo actual y en curso ha tenido un impacto negativo en la capacidad de las organizaciones internacionales y el cantón para limpiar eficazmente el área de minas y permitir que los refugiados regresen. Las organizaciones internacionales como la Comunidad Global y Handicap International se enfrentan actualmente a importantes retos al ser muy difícil el poder importar equipos de barrido de minas de vital importancia, por lo general considerados como equipos militares. Sin estas máquinas el trabajo de limpieza de minas no puede continuar, y a su vez impide que los refugiados regresen a sus hogares. Además, las ONG son muy dependientes de las subvenciones del gobierno y la financiación. Cuando no se recibe la financiación, o agota, los proyectos llegan a un punto muerto.

Organizaciones como Handicap International, que están a la espera para la próxima ronda de subvenciones y financiación en el próximo año, recurren a la prestación de servicios de desarrollo de capacidades tales como la formación de la mano de obra autóctona para aprender habilidades esenciales de desminado en un esfuerzo por seguir apoyando a estas comunidades. Pero si el bloqueo continúa y el equipo no llega entonces la educación y la formación son esencialmente ineficaces.

De las 420 aldeas que rodean Kobane muchos se han sembrado de artefactos explosivos improvisados por el Daes así como un esfuerzo deliberado para minar sus hogares, empresas locales y las granjas, para impedir que los refugiados desplazados regresen a sus hogares. La falta de maquinaria y de financiación se ha asegurado de que los pueblos queden vacíos y se se produzca una sobrepoblacion en áreas importantes como Kobane. Más importante, los pueblos son la fuente principal de la producción agrícola y el suministro de alimentos para el cantón y sus alrededores, pero siempre y cuando se mantengan las áreas minadas no pueden regresar y continuar con eficacia su trabajo agrícola. El flujo en los efectos son a largo plazo y perjudican la normalización de la vida en la zona.

Además, el proceso de desminado puede tomar años, si no décadas. Mozambique fue declarado recientemente libre de minas después de la guerra desde 1977 hasta 1992, 23 años después de la que guerra terminó. El caso de Mozambique pone de relieve la necesidad a largo plazo para los expertos y organizaciones internacionales a que continúen año hábiles después de que la paz ha sido restaurada.
Del mismo modo, la naturaleza de los explosivos improvisados colocados alrededor de las aldeas por Daesh están situados “ingeniosamente” en escuelas, en las cocinas y otras posiciones indeterminadas por lo que es casi imposible enseñar los refugiados que regresan lo que han de tener en cuenta. Cerca de 50 personas, muchas de las cuales son mujeres y niños han perdido la vida como resultado de esto. ONG de desminado desarrollan regularmente talleres, ofrecen folletos e información a los refugiados que regresan sobre bombas y artefactos sin explotar y lo que deben buscar. Por desgracia, las trampas explosivas improvisadas alrededor de los pueblos de los alrededores son mucho más difíciles de identificar, localizar y desminar. Cuatro miembros locales del grupo de desminado han perdido la vida como consecuencia de estas trampas explosivas improvisadas. La falta de maquinaria adecuada también significa que este proceso se encuentra actualmente en un proceso complejo.

Como resultado, los más de 200, 000 refugiados que regresan permanecen dentro y alrededor de la ciudad de Kobane, poniendo una mayor carga en la ciudad para proporcionar servicios esenciales. Actualmente no hay prácticamente ayudas o fondos internacionales ni se han proporcionado para ayudar a reconstruir la educación, la salud o el agua y sector eléctrico. Esto a pesar de una gran conferencia internacional que se celebró en el Parlamento Europeo el 1 de julio de este año para recaudar fondos y apoyo.

El embargo humanitario actual de Turquía restringe el flujo de ayuda y experiencia, evita desminado eficaz, limita la capacidad de las ONG para prestar apoyo a las comunidades locales, y sigue siendo el obstáculo central no sólo en la prevención de la normalización de la vida, sino también en la reconstrucción del cantón. Como resultado animar a los 300, 000 refugiados que aún permanecen en Turquía a regresar se convierte en una tarea imposible.

Este proceso efectivamente condena y traumatiza a los refugiados les plantea un futuro incierto de REFUGIADOS EN CROACIAdesplazamientos continuos internamente dentro de Rojava.

Para hacer frente a parte del problema que afecta a la producción y las crisis de refugiados actuales, es esencial que las regiones estables como Rojava se les proporcionen la ayuda humanitaria internacional y el apoyo urgente. Las ONG actualmente que deseen apoyar el proceso de reconstrucción se enfrentan a una tarea imposible de tener que funcionar con una capacidad muy limitada como consecuencia del embargo.

En ausencia de una política eficaz para apoyar a las regiones estables refugiados desesperados siguen convirtiendo a Europa como la única solución viable.

Fuente: http://www.vocaleurope.eu/?p=2629

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