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El histórico discurso de Newroz de Yılmaz Güney: 39 años después, el mensaje sigue vivo

Yılmaz Güney

Medya News – 10 septiembre 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

En su último discurso, conocido por la frase «Sin duda, venceremos», Yılmaz Güney, miembro fundador del Instituto Kurdo de París, abordó las reivindicaciones y la lucha kurda por la libertad y por un Kurdistán unido, independiente y libre. Falleció siete meses después de pronunciar este discurso.

El sábado 9 de septiembre se cumplieron 39 años de la muerte del cineasta kurdo Yılmaz Güney, que vivía en exilio político en París.

Güney, que dejó una huella indeleble tanto en el mundo del cine como en el de la política, falleció a los 47 años. Su último discurso en la celebración del Newroz de 1984, organizado por el Instituto Kurdo de París en la capital francesa, ha vuelto a ponerse de actualidad y cobrado renovada atención en su aniversario…

En este famoso discurso, conocido por la frase «Sin duda, venceremos», Güney, que también fue miembro fundador del Instituto Kurdo de París, abordaba las reivindicaciones y la lucha kurda por la libertad y por un Kurdistán unido, independiente y libre. Falleció siete meses después de pronunciar este discurso.

Las imágenes completas de su discurso se publicaron por primera vez en 2021 en los archivos de Hasan Deniz. Aquí está la traducción completa al castellano de su discurso.

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Queridos amigos, compañeros de viaje e invitados de honor…

Bienvenidos. Os saludo a todos.

Como sabéis, Newroz es un símbolo de resistencia contra la tiranía y la opresión para el pueblo kurdo; es un símbolo de desafío contra la desesperación y la sumisión; representa la lucha por la libertad y la independencia, la unidad y la solidaridad. Sé que los corazones de todos los amigos reunidos hoy aquí laten por estos sentimientos. Los corazones de nuestros hijos también latirán por estos sentimientos, por la lucha contra la opresión y la esclavitud, por la libertad y la independencia, por la transformación del desorden en unidad.

Hasta hoy se han hecho muchos sacrificios y se harán más. Sabemos que no puede haber victoria sin sacrificio. Debemos estar dispuestos a arriesgar, a sangrar y a llorar.

Y nos preguntamos: ¿Se puede silenciar un corazón lleno de tanta determinación y fe? ¿Es posible intimidar y someter a un pueblo tan decidido y abnegado? Jamás.

¡Amigos! El dolor, la opresión, la pobreza, la sangre y las lágrimas no son el destino del pueblo kurdo. No aceptamos este destino. No queremos ser los hijos de una colonia ocupada por todas partes, queremos ser los hijos de un país kurdo independiente, democrático y unido. Queremos cantar canciones de amor y libertad en nuestra propia tierra y en nuestra propia lengua. Queremos dar forma y reconstruir nuestro propio mundo y nuestro propio país con nuestras propias manos. Queremos vivir libre e independientemente en nuestro propio país bajo nuestra propia bandera. Tampoco olvidamos que los intereses de los obreros y trabajadores kurdos, turcos, árabes y persas residen en la formación de Estados fuertes. Sabemos que esto es sólo un sueño sin las condiciones para la unidad voluntaria. Sólo hay un camino. Se trata de una lucha muy intensa tanto desde dentro como desde fuera.

Hoy, los que luchan con uñas y dientes contra la opresión y la tiranía de los colonialistas en diferentes partes del Kurdistán, en las montañas, en las llanuras y en las cárceles fascistas tienen el mismo objetivo. Les saludamos de todo corazón. Todos nuestros camaradas caídos en esta causa vivirán en nuestros corazones y en nuestra lucha. Bienaventurados los que murieron en la resistencia. Se convirtieron en los portadores de la antorcha de la independencia. Benditos sean.

Amigos, recordarán que el año pasado, en la celebración de la fundación del Instituto Kurdo [de París], mencioné que el Instituto no está al servicio de tal o cual grupo, sino que es una institución científica al servicio de toda la nación kurda. Un año de trabajo y de práctica confirma mis palabras. Todo el mundo debe saber que el Instituto Kurdo mantendrá siempre su carácter independiente y autónomo y su estructura democrática. Nunca caerá en la trampa de las disputas y polémicas políticas mezquinas. Vosotros también debéis proteger al Instituto como si fuera vuestro, seguir de cerca su trabajo y apoyarlo. El Instituto es un producto de la lucha de la nación kurda que se ha librado hasta hoy y es una germinación de las semillas de la independencia. El futuro desarrollo y fortalecimiento del Instituto depende de vuestros esfuerzos. Nos uniremos en torno al Instituto, contribuiremos al cumplimiento de las tareas que nos ha encomendado en la medida de nuestras posibilidades y sabremos que la lucha por la independencia es un todo. Hay veces en que un artículo de dos líneas que expresa la verdad, una canción popular que conmueve el corazón, un saz rasgueado (instrumento tradicional de cuerda) o una novela impactante son más poderosos que una bomba atómica. Por eso tenemos que ser buenos luchadores en todos los aspectos de la vida, luchadores de éxito, y tenemos que entrenarlos.

Debemos tocar nuestro saz bien, muy bien…
Debemos cantar buenas canciones, muy buenas canciones…
Debemos crear buenas pinturas…
Debemos escribir buenas historias, buenos poemas, novelas potentes…
Debemos formar científicos, diplomáticos y técnicos fuertes.
Nuestras manos deben saber manejar la pluma, la máquina y el arma. Sabemos bien que si utilizamos las mejores canciones y las palabras adecuadas de la forma correcta, hablarán como una bala. Nuestras montañas, llanuras y ríos nos están esperando. No queremos pasarnos la vida en el extranjero cantando canciones de exilio. Somos un pueblo cuya valentía ha creado epopeyas, y tenemos la determinación y la fuerza para superar todas las dificultades que tenemos ante nosotros. Los demócratas revolucionarios turcos, persas y árabes forman parte de esta lucha y combaten contra el enemigo común como firmes defensores del derecho de la nación kurda a la autodeterminación. La solidaridad de las clases oprimidas es una de las armas más poderosas que tenemos. Que sepan amigos y enemigos por igual que venceremos; que, sin duda, venceremos…


Biografía de Yılmaz Güney.

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