Análisis

El experimento de AANES como clave para la convivencia interreligiosa en Oriente Medio

Este experimento en Oriente Medio ofrece la clave para salvar al cristianismo de la ideología islámica radical y el genocidio

CBNNews.com – Jennifer Wishon – 06/10/2020 – Traducido por Rojava Azadi madrid

Imaginen un lugar extraordinario en Oriente Medio con una democracia en ciernes en el que prospera la libertad religiosa. Parece un sueño. Sin embargo, en medio de la guerra civil y el terror de ISIS, era una realidad al noreste de Siria antes de que se permitiera que Turquía invadiera la región.

«Son las mejores condiciones para la libertad religiosa que existen en Oriente Medio», dice Nadine Maenza, vicepresidenta de la Comisión de EE.UU. para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF).

Maenza se refiere a las condiciones auspiciadas por la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, también conocida como AANES, órgano de gobierno tras las Fuerzas Democráticas Sirias, que perdieron a once mil soldados en la lucha contra ISIS junto a un pequeño número de combatientes estadounidenses.

«Este gobierno se formó en medio de una guerra civil, en medio de la lucha contra ISIS. Establecieron una democracia y lo que ellos llaman un contrato social, semejante a nuestra Carta de Derechos, que defiende los derechos de todos para practicar su propia religión y protege los derechos humanos, algo de verdad extraordinario. No puedes hacer que la gente se preocupe por los demás, no puedes ir a un país y hacer que la gente funcione según unos valores que crees que serían buenos para ella. Aquí, la gente lo está haciendo por su cuenta», declara Maenza a CBN News.

Este pequeño experimento de libertad ha supuesto una evolución crucial para los cristianos de la región, que conviven con musulmanes kurdos y árabes, yazidíes y otros grupos religiosos.

«La zona es clave para salvar el cristianismo en la región», asegura Maenza.

«Para ellos, la seguridad y la estabilidad salvaguardan una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo; todavía usan el arameo hablado en sus servicios religiosos. Es realmente bellísimo», dice.

Y mientras los líderes turcos alegan querer entrar en el noreste de Siria para erradicar el terrorismo, el ejército turco ha introducido un nuevo tipo de terror en la región.

Han usurpado el mando a la AANES en tres lugares y lo han reemplazado por una ideología islámica radical.

En Afrin que, según un experto local, nunca fue cuna de terroristas, las tropas turcas han demolido centros religiosos e incluso han secuestrado a mujeres yazidíes y kurdas y las han vendido como esclavas.

Hoy, ante una vista de la USCIRF sobre este asunto, Michael Rubin, académico residente del American Enterprise Institute, testificó que las fuerzas turcas han arrasado cementerios kurdos y de otras minorías. Actos, dice, que obedecen más a una limpieza étnica que a la lucha contraterrorista.

La vista tiene como objetivo llamar la atención sobre la cuestión. La USCIRF ha recomendado a la administración Trump que presione a Turquía para que establezca el plazo de su retirada de Siria.

También recomienda a EE.UU. que proporcione más ayuda a la AANES y levante las sanciones de la región, lo que permitiría el desarrollo de la economía local.

«No necesitan mucho de nosotros. Cuentan con el 80 % del petróleo de Siria y con una de las tierras más fértiles de Oriente Medio, de modo que lo que necesitan es simplemente la posibilidad de crear su propia economía para seguir gobernándose, para crecer como gobierno. Y nosotros tenemos que darles espacio para que puedan hacerlo», explica Maenza.

La labor de la USCIRF se complica porque pide a EE.UU. que expulse a un aliado de la OTAN. No obstante, Maenza afirma que, en lo que se refiere a la libertad religiosa, los hechos sobre el terreno hablan por sí solos.

Los miembros de la Comisión también se enfrentan a opiniones contrarias dentro del Departamento de Estado, pues sus funcionarios a menudo están en desacuerdo entre sí. Hay quienes están a favor de apoyar a la AANES mientras otros creen que la región estaría mejor bajo control turco.

Por supuesto, la población del noreste de Siria no tiene conflictos solo con Turquía. Irán y Rusia han destacado tropas en la región y está además el ejército del dictador sirio Bashar al-Assad.

Maenza nos asegura que si cayera la zona, las consecuencias para los cristianos y los yazidíes serían gravísimas y predice que probablemente le seguirían un genocidio y una limpieza étnica.

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