El curioso caso de los votantes “Nunca-AKP» desaparecidos en el sudeste de Turquía
Artículo de Erik Meyersson, Profesor Asistente, SITE, Escuela de Economía de Estocolmo
Hay algunas cuestiones sorprendentes en el referéndum del domingo en Turquía, que resultó en una victoria estrecha (sólo un 51.4% a favor del «SI», según cifras oficiales en el momento de escribir este blog) para aprobar la enmienda constitucional propuesta por el gobierno.
Sin embargo, este resultado plantea muchas incógnitas, tanto en lo que se refiere al entorno en el que se llevó a cabo, como a las acusaciones más directas de irregularidades en la jornada electoral. Es probable que el análisis de los datos de la elección mantenga a muchas personas ocupadas durante los próximos días semanas meses. Por ahora, querría destacar un fenómeno particular que me pareció interesante.
A primera vista, al trazar la distribución del voto del SÍ a nivel de las urnas, parece que los votantes “Nunca-AKP» hubieran desaparecido. Estos “Nunca-AKP” son grupos de votantes que dan muy pocos o literalmente cero votos al AKP. En elecciones pasadas, fueron bastante dignos de mención. A continuación, se ilustra esto al trazar la distribución de los porcentajes de voto del AKP en las elecciones parlamentarias de 2011, junio 2015 y noviembre 2015 y, en el gráfico más bajo, la cuota de voto del SÍ en el referéndum del pasado domingo.
Básicamente, la gruesa cola izquierda (es decir, las urnas con cero votos al AKP), que se destaca en las tres elecciones anteriores, casi desaparece en 2017. ¿Qué ha pasado? ¿Las áreas donde el AKP fue el menos popular tuvieron un cambio repentino de opinión?
Estos votantes “Nunca-AKP” tienden a ser, con algunas excepciones por supuesto, los votantes de la región sudoriental, predominantemente kurda, de Turquía. Por lo tanto, en estas áreas, tendría que haberse producido una oscilación del voto de los que previamente votaron por el partido kurdo HDP en las elecciones pasadas hacia un voto al SÍ al cambio constitucional propuesto por el gobierno del AKP en las elecciones actuales (al que el HDP se ha opuesto con rotundidad). Curiosamente, el AKP podría haber ganado hasta 450.000 votos (preliminares y sujetos a posibles cambios) en el sudeste en comparación con noviembre 2015, lo que equivale aproximadamente a un 10% de los votos de toda la región. Sobre todo, porque la participación ha sido significativamente menor esta vez, en unos 150.000 votantes según mis estimaciones (preliminares y sujetas a posibles variaciones).
El grado de oscilación del voto en las zonas del sudeste a favor del AKP se puede ver en el siguiente gráfico de diagrama de cajas, que traza la distribución de la diferencia de registros a nivel de distrito (ilce) entre el número de votos recibidos por el AKP (u opción por el SÍ) en cualquiera de las elecciones de junio 2015, noviembre 2015, o 2017 y el número de votos del AKP en la elección anterior.
La gráfica muestra la pérdida de votos del AKP en las elecciones de junio 2015, especialmente en la región sudoriental, para luego experimentar un cambio de tendencia más agudo que en el resto del país en noviembre de ese mismo año. En este último referéndum de 2017, esta región vuelve a empujar a favor de la constitución del AKP, mientras el resto de Turquía experimenta cierta reversión hacia la media. En cuanto a la oscilación del voto en el sureste en 2017, la distribución también está claramente sesgada hacia una tendencia positiva pro AKP, en parte impulsada por una serie de valores atípicos.
Dos cosas resultan extrañas en relación con lo anterior: la primera es que la región sureste experimenta una oscilación pro AKP aproximadamente igual de grande (si te interesa la mediana) o una mayor (si te interesa la media) que en noviembre 2015, mientras que el resto de Turquía experimenta lo contrario. La segunda es que la distribución del voto del AKP es mucho más sesgada a favor del AKP que hacia cualquier grupo en cualquiera de las elecciones anteriores. (De hecho, sólo hay observaciones en el «vallado exterior» en la parte superior, lo que hace que se destaque entre el resto de distribuciones.)
No hay oscilaciones proporcionales en los votantes registrados ni en los votos emitidos, tal como se muestra en los gráficos de la derecha y del centro.
Esto no tendría por qué ser nada peculiar ni extraño si la oscilación pro-AKP en el sudeste proviniera de áreas «pro-AKP» latentes (áreas que ya eran pro-AKP en la región). El gráfico anterior tampoco ofrece ninguna conexión con el primer gráfico mostrado, relativo a los votantes “Nunca-AKP” desaparecidos.
Sin embargo, resulta que éste no es el caso. De hecho, las mayores oscilaciones pro AKP parecen provenir de las áreas menos pro AKP de la región. Esto se puede ver en el siguiente gráfico, que muestra, de nuevo, que el registro del voto pro AKP oscila al contrario que el registro del número de votos AKP en las elecciones pasadas, tanto para los distritos del sudeste (rojo) como para el resto de Turquía (azul).
Hay que tener en cuenta dos cosas respecto a los gráficos de la izquierda y del medio: las mayores oscilaciones de alejamiento como de retroceso del AKP se producen principalmente entre el rango medio de los votantes del AKP en el sureste (en rojo), no entre los distritos que menos apoyan al AKP. Los distritos que ya no votaron por el AKP en las elecciones anteriores tienden a permanecer igual. Es decir, hasta el domingo pasado. Entonces, casi todo el extremo inferior de la distribución experimenta algunas de las mayores oscilaciones de voto pro-AKP de toda la distribución. Esto resulta inesperado.
Pero resulta aún más sorprendente cuando se investiga qué provincias y distritos están sufriendo este cambio político profundo. En noviembre 2015, fueron predominantemente las provincias de Agri, Igdir, Mus, Sanliurfa, Van, e incluso algunos distritos de Diyarbakir, los que se inclinaron más hacia el AKP. En 2017, sin embargo, los mayores cambios pro-AKP ocurrieron en Tunceli, Hakkari, Sirnak y Diyarbakir. Las tres provincias anteriores están entre las más afectadas por la guerra entre el PKK y el Estado turco.
Se vuelve aún un poco más extraño cuando vemos de qué distritos se trata. El distrito de Diyarbakir en el punto 1.5 de los gráficos de la derecha no es otro que Lice, que es lo más “Nunca-AKP” que se pueda encontrar. Entre los otros distritos que encabezan la distribución de la oscilación pro AKP se encuentran Cizre, Yuksekova, dos distritos muy dañados por el conflicto armado, y Uludere, escenario del infame bombardeo de Roboski.
Los votantes en los bastiones del HDP, donde las simpatías por el PKK y la antipatía hacia el Estado turco están entre las más altas del país, han elegido realmente un momento peculiar para pasarse al AKP. ¿Qué podría explicar por qué estos focos del movimiento pro-kurdo han esperado hasta 2017 para empezar a votar al AKP?
¿Seguridad?
Una posibilidad podría ser que la composición de los votantes hubiera cambiado significativamente en algunas áreas kurdas desde noviembre 2015. Por ejemplo, si hubiera habido un mayor flujo de personal de seguridad registrado para votar en estas áreas, podría ser una explicación.
A nivel agregado, no parece haber habido cambios positivos mayores en los votos emitidos, como se puede ver más abajo, pero parece haber habido un repunte en los votantes registrados en 2017 en comparación con la elección anterior.
La mayoría de las zonas kurdas sufrieron una disminución en los votos emitidos, y ninguno o mínimos aumentos en los votantes registrados. Esto es, de alguna manera, también algo interesante. Por lo tanto, cualquier entrada de personal de seguridad sería demasiado pequeña para afectar realmente en la población votante, o la afluencia de personal de seguridad tendría que haber sido igualada por la salida de residentes locales huyendo del conflicto. A continuación, se plantearía la cuestión de cómo se facilitó el cambio para votar en otro lugar a este grupo de ciudadanos desplazados.
¿Es por sí mismo el fenómeno del “Nunca-AKP” un signo de una irregularidad?
Más arriba, no hago juicio alguno sobre si la existencia inicial de los “Nunca-AKP” es por sí misma un problema o no para las elecciones. Tal vez éstos son simplemente el resultado de preferencias políticas muy homogéneas en algunas áreas. O tal vez no, en cuyo caso hay un tipo de argumento de abogado del diablo que se debe plantear:
…to be replaced by pro-AKP ballot stuffing.
— Alexander Christie-Miller (@AChristieMiller) April 18, 2017
¿Podría ser que los picos de «Nunca-AKP» en las urnas en las elecciones anteriores fueran causados por un fraude electoral de votos pro-HDP, y eso ahora ha desaparecido para ser reemplazado por un fraude electoral pro-AKP?
Alternativamente, ¿podría un cambio en la lealtad de las élites locales, los líderes efectivos de las tribus, explicar el fenómeno? Como escribí justo después de las elecciones de junio 2015, el éxito del HDP se debió en gran medida a que obtuvo el apoyo de los votantes no esenciales entre los kurdos conservadores más religiosos. En ese momento, había algunos informes sobre las campañas específicas del HDP para conquistar grandes comunidades tribales en la Turquía kurda (véase aquí, aquí y aquí). Esto podría haber resultado en una oscilación del voto de los llamados «votos en bloque», en los que «persuadiendo sólo al jefe tribal, los líderes de la comunidad aseguran el respaldo de miles de personas». En las elecciones de noviembre 2015, se produjo un significativo giro en este grupo de kurdos no esenciales, muy probablemente al recuperar el gobierno su apoyo.
Pero antes de entrar en más detalles sobre esto, vamos a echar otro vistazo a los datos. En este caso, he dividido los datos en dos grupos, uno de los cuales incluye urnas pertenecientes a las provincias de la región sudoriental de Turquía, y el segundo incluye todas las demás. El siguiente gráfico es el mismo que el anterior, pero dividido a lo largo de estos dos subgrupos.
Aunque parece haber algunos “Nunca-AKP” incluso fuera de las provincias del sureste, me centraré sobre todo en el sureste, donde tienden a ser mucho más comunes. El panel lateral izquierdo muestra que entre el 10 y el 15 por ciento de todas las urnas tenían pocos o ningún voto a favor del AKP en las elecciones de junio y noviembre, con una participación menor en 2011 y, como se ha documentado anteriormente, muy pocos casos tales en 2017.
Las provincias que muestran este resultado pueden deducirse del siguiente gráfico, que refleja el mismo tipo de trazo, pero para cada provincia (en el Sudeste).
En varios casos (Agri, Mus, Siirt, Sirnak, Van, etc.), las altas densidades en la parte más baja de la distribución parecen darse casi exclusivamente en las dos elecciones de 2015. En las elecciones de junio 2015, por ejemplo, Hakkari tuvo aproximadamente la mitad de sus urnas con pocos o ningún voto a favor del AKP, y los porcentajes correspondientes a Agri fueron del 25%, 15% en Diyarbakir, 20% en Mardin, 40% en Mus y Sirnak, 60% en Tunceli y 20% en Van.
Si este fenómeno se debiera a irregularidades pro-HDP, que ocurren bajo ausencia de control estatal, cabría esperar que desaparecieran en las elecciones de noviembre 2015, cuando las fuerzas de seguridad estatales reafirmaron el control sobre la región. Aunque esto parece haber ocurrido en algunas provincias como Agri, Bingol, e incluso hasta cierto punto Siirt, en la mayoría de las otras continuó. De manera similar, si las muy elevadas densidades de las zonas de baja votación pro AKP fueran el resultado de la votación en bloque a través de las tribus tradicionales, ¿no deberían desaparecer totalmente las altas densidades en el extremo inferior de la distribución en noviembre?
En 2017, sin embargo, el fenómeno de Nunca-AKP ha desaparecido por completo. Curiosamente, tanto en Bingol, Sanliurfa, e incluso hasta cierto grado en Bitlis y Siirt, ahora observamos las densidades opuestas: altas en la parte superior de la distribución. Por lo tanto, bajo la suposición de que las urnas de Nunca-AKP eran el resultado de alguna forma de irregularidades anti-AKP bajo la ausencia del Estado, esto implicaría que la reafirmación del control estatal conduciría a Siempre-AKP, lo que debería entonces constituir irregularidades pro-AKP. Pero la incongruencia entre el momento de recuperación del control estatal y los Nunca-AKP, persistentes incluso después, sugiere que la votación de bloques tribales y las irregularidades con un sesgo pro-HDP resultan poco probables de constituir el principal impulsor de por qué han desaparecido los Nunca-AKP.
En general, sin embargo, sospecho que hay múltiples factores en funcionamiento. Sería ingenuo afirmar que no podían haber existido irregularidades en beneficio del HDP en elecciones anteriores, ni que las élites locales y los votos en bloque no importaran en absoluto. Y si el AKP ha sido capaz de detener o aprovechar tales prácticas, sería entonces una característica más institucional de Turquía que ha podido aprovecharlo con éxito en su ventaja. (En particular, la distribución para Sanliurfa en 2017 resulta bastante preocupante). El sureste sigue siendo su región más pobre, y si hubiera alguna zona en Turquía donde el fraude electoral podría más fácilmente pasar desapercibido, sería muy probablemente aquí.
Mientras tanto, no creo que debamos subestimar factores que no he expuesto mucho aquí, tales como el desplazamiento interno de una gran cantidad de población o la posibilidad de que los residentes locales simplemente voten por la enmienda constitucional con la esperanza de que la inestabilidad política termine. También está la cuestión de por qué hay votantes Nunca-AKP fuera del sureste. Sin embargo, estos factores requerirían un post independiente.
Fuente: erikmeyersson.com
Autoría: Erik Meyerson
Fecha de publicación del original: 17 de abril de 2017
Traducción: Rojava Azadî