El Consejo de Europa presiona a Turquía por el aislamiento de Öcalan

Medya News – 9 abril 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
El Consejo de Europa ha intensificado la presión sobre Turquía para que reforme el trato que dispensa a Abdullah Öcalan, exigiendo cambios legales urgentes en medio de la creciente preocupación internacional por su aislamiento durante décadas y por el hecho de que se le haya negado el acceso a la justicia.
«No podemos cerrar los ojos», declaró Xavier Bettel, Presidente del Comité de Ministros del Consejo de Europa, el miércoles en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en Estrasburgo, al dirigirse a las autoridades turcas por el prolongado aislamiento del líder kurdo Abdullah Öcalan. Bettel subrayó: «Esta situación permanecerá definitivamente en la agenda», en referencia al encarcelamiento de Öcalan en la isla de İmralı, donde lleva 25 años en aislamiento casi total.
La brusca intervención se produjo durante una sesión del Consejo de Europa en Estrasburgo, en la que los más altos ministros del organismo se enfrentaron a Turquía por su continua negativa a cumplir las normas europeas de derechos humanos relativas a las condenas a cadena perpetua con agravantes, una política que afecta directamente a Öcalan. Desde su captura en 1999, Öcalan, fundador del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), ha estado recluido en condiciones ampliamente condenadas como inhumanas por grupos de derechos y organismos jurídicos europeos.
El caso no es nuevo en la agenda del Consejo. «Desde 2014, también ha estado en la agenda del Comité de Ministros», recordó Bettel a los legisladores, destacando cómo el Consejo ha pedido repetidamente a Ankara que establezca un mecanismo de revisión creíble para las cadenas perpetuas, una salvaguardia legal que es estándar bajo las normas europeas de derechos humanos.
La urgencia del asunto ha aumentado después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminara que el marco jurídico de Turquía viola el «derecho a la esperanza», ya que niega a presos como Öcalan la perspectiva de una revisión de la condena y una posible puesta en libertad. El Comité de Ministros del Consejo de Europa se hizo eco de esta sentencia, expresando su «profunda preocupación» por la inacción de Turquía y advirtiendo de una resolución provisional si no se producen avances antes de septiembre de 2025.
Para los partidarios de Öcalan, las últimas declaraciones del Consejo llegan con mucho retraso. «Actualmente hay cierto movimiento en este asunto», señaló Andrej Hunko, legislador alemán del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea (UEL), que insistió en la cuestión en Estrasburgo. Hunko argumentó que la aplicación de las sentencias del Tribunal no solo podría rectificar fallos legales, sino también «contribuir a garantizar el posible proceso de paz en este conflicto en la actualidad».
El encarcelamiento de Öcalan es emblemático de la cuestión kurda en Turquía, un país en el que los llamamientos en favor de los derechos de los kurdos han sido históricamente objeto de severas medidas represivas. Los abogados y defensores de Öcalan sostienen desde hace tiempo que el levantamiento de su aislamiento allanaría el camino para un diálogo significativo. Sin embargo, Turquía ha mantenido una postura de línea dura, calificando al PKK de organización terrorista y negándose a entablar negociaciones a menos que el grupo se desarme incondicionalmente.
Aumentando la presión, el Comité de Ministros del Consejo de Europa instó a Ankara a alinear su legislación nacional con las normas europeas, subrayando que «la legislación nacional también puede alinearse con la práctica de nuestras normas en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos». Bettel subrayó la importancia de la cooperación y declaró: «Espero que la administración turca siga cooperando con el Consejo de Europa en este tema».
El Consejo también exigió a Turquía que facilitara datos claros sobre cuántos presos cumplen condenas a cadena perpetua con agravantes sin revisión, poniendo de relieve preocupaciones sistémicas que van más allá del caso de Öcalan. No obstante, el líder kurdo sigue siendo el símbolo en el centro de la disputa. Los grupos de apoyo a Öcalan, incluida la prolongada vigilia a las puertas del Consejo, criticaron al Consejo por lo que consideran una actuación lenta. «Nos preguntamos si podemos siquiera esperar que se conceda a Abdullah Öcalan su derecho a la esperanza», lamentaron los activistas, censurando el aplazamiento de las medidas decisivas hasta finales de este año.
El tono firme del Consejo refleja una alarma más amplia por el retroceso democrático en Turquía. En sesiones anteriores en Estrasburgo se criticaron duramente las detenciones masivas de figuras de la oposición por parte de Ankara, como la del alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, cuya detención antes de las primarias presidenciales desencadenó protestas en todo el país y la condena internacional.
Mientras el Consejo de Europa celebra este año el 75 aniversario del Convenio Europeo de Derechos Humanos, el caso de Abdullah Öcalan sigue siendo una prueba de su influencia y credibilidad. Por ahora, el mensaje del Consejo a Turquía es inequívoco: El destino de Öcalan, y el de cientos de personas como él, no caerá en el olvido.