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Conmemoración del octavo aniversario del genocidio yazidí

Free Yazidi Foundation – 29 julio 2022 – Traducido por Rojava Azadi Madrid

Cada año, el 3 de agosto, la comunidad yezidí llora a los que hemos perdido, recuerda a los que siguen desaparecidos y se compromete de nuevo con la recuperación y con un futuro mejor para la próxima generación. Este año, la Free Yezidi Foundation destaca los siguientes cinco temas. Los avances en estas cuestiones, con el apoyo de las partes interesadas y los responsables políticos locales e internacionales, pueden contribuir al bienestar, la capacitación y la rehabilitación de la comunidad yezidí.

  1. Zona de exclusión aérea sobre Sinjar

El lento retorno de los yezidíes y otros ciudadanos iraquíes desplazados internamente es una cuestión humanitaria. Son muchos los factores que influyen en las decisiones de las familias desplazadas de Sinjar, como la lentitud de la reconstrucción, la falta de servicios básicos, las infraestructuras dañadas, la escasez de oportunidades de empleo y la confusa gobernanza local y provincial. Sin embargo, nada disuade más el retorno que la preocupación por la seguridad.

Una serie de milicias, con lealtades diferentes y a veces opuestas, operan en Sinjar y sus alrededores. Esto ha dado lugar a conflictos a pequeña escala que amenazan con estallar sin previo aviso. Al mismo tiempo, Turquía lleva a cabo ataques aéreos dirigidos aparentemente contra el PKK, pero que matan a combatientes yezidíes y a civiles por igual. El establecimiento de un plan de seguridad para Sinjar será una tarea extremadamente difícil. Pero uno de sus elementos debe ser el cese total y permanente de los ataques aéreos turcos contra los yezidíes en Sinjar. Los yezidíes son ciudadanos iraquíes, y muchos tomaron las armas para defender a la comunidad contra ISIS. Todos los combatientes yezidíes deben integrarse en las fuerzas de seguridad iraquíes. Desde luego, no deben ser asesinados por ataques aéreos de un país extranjero. Las autoridades iraquíes competentes deben trabajar para reducir las tensiones en Sinjar. Esto requerirá una diplomacia local, regional y nacional, y sólo podrá dar sus frutos si Estados Unidos, Europa, las Naciones Unidas y otros actores responsables presionan a las autoridades para que actúen de forma justa y humana con los residentes nativos de Sinjar. Pero para proporcionar el espacio diplomático y de seguridad para que esto tenga éxito, y para evitar más derramamiento de sangre y sufrimiento civil innecesario, debe establecerse inmediatamente una zona de exclusión aérea sobre Sinjar. Ningún otro yezidí debe ser objeto de asesinatos por parte de actores extranjeros malignos, y Sinjar no debe ser el centro del conflicto entre Turquía y el PKK.

  1. Educación y capacitación de los desplazados internos yazidíes

Tras el Genocidio Yezidi, los desplazados internos yezidíes han pasado ya ocho años completos en campamentos o refugios improvisados. Algunos niños yezidíes nunca han tenido acceso a la educación formal, y las tasas de desempleo son inimaginablemente altas. Lo ideal es que los yezidíes desplazados regresen a sus hogares y reconstruyan sus vidas en Sinjar y en las ciudades de los alrededores. Sin embargo, dadas las circunstancias, también debemos proporcionar planes inteligentes para la educación y el apoyo de la joven generación ahora. También debemos proporcionar habilidades para mejorar las perspectivas de los yezidíes de encontrar empleo. La comunidad ya está en gran medida marginada y traumatizada, pero no todo está perdido. Ya hemos visto que la tecnología, las matemáticas básicas, los negocios y los conocimientos lingüísticos pueden mejorar considerablemente la vida de los yezidíes que buscan trabajo. Algunos yezidíes pueden volver a casa, otros pueden reasentarse en otras partes de Irak y otros pueden emigrar. Pero en cada uno de estos casos, los yezidíes se beneficiarán de los conocimientos modernos para mejorar sus vidas. En generaciones anteriores, los yezidíes han vivido de la agricultura de subsistencia. Pero en el siglo XXI, nuestro pueblo no aguantará mucho tiempo -en Sinjar o en cualquier otro lugar- si se le excluye de la educación y la economía moderna.

  1. Plan funcional para rescatar a los yazidíes desaparecidos y apoyar la recuperación de los supervivientes

Más de 2.700 yezidíes siguen desaparecidos ocho años después del Genocidio Yezidí. Mientras este hecho agonizante persiste, se ha normalizado trágicamente en nuestra comunidad. Sabemos que un número significativo de los desaparecidos fueron asesinados por ISIS en cautiverio. Pero también sabemos que muchos siguen vivos, probablemente localizados en Siria, Turquía o Irak, los países donde los miembros de ISIS pueden operar más cómodamente. Aunque la comunidad yezidí ha conseguido que se reconozca el genocidio y la simpatía de la comunidad internacional, no hemos sido capaces de catalizar un plan realista para identificar y rescatar a los desaparecidos. Muchas de estas mujeres y niñas yezidíes tienen hijos nacidos de violaciones. Se trata de un asunto difícil y desafiante dentro de la comunidad. Pero quienes se adhieren a las normas internacionales sobre derechos de la mujer entienden que la superviviente, por sí sola, tiene derecho a decidir si se queda con su hijo o no. Hay que esforzarse para que este grupo de mujeres y niñas tan vulnerable y traumatizado pueda escapar del territorio de ISIS y reasentarse en condiciones de seguridad. Esta tarea está plagada de retos logísticos y de seguridad, y necesitamos desesperadamente ayuda para encontrar y proteger a estas supervivientes. De lo contrario, permanecerán en un cautiverio perpetuo. En este sentido, miles de yazidíes han escapado o han sido rescatadxs en los últimos ocho años. Esto incluye a muchas mujeres y niñas -que son el centro de gran atención internacional- pero también a hombres jóvenes que fueron secuestrados durante su infancia y obligados a entrar en los llamados «Cachorros del Califato». La comunidad yezidí acoge con satisfacción la Ley de Supervivientes Yezidíes que se aprobó en Bagdad el año pasado, y animamos al gobierno a que acelere la financiación y el apoyo a la dirección de Asuntos Yezidíes. El tratamiento del trauma, la educación y la aclimatación necesarios para la población superviviente son considerables. La FYF está prestando servicios a varios jóvenes yezidíes que pasaron gran parte de su infancia en manos de ISIS. El mundo ya conoce el sufrimiento de las mujeres yezidíes. La Ley de Supervivientes Yezidíes proporcionará, afortunadamente, algunos ingresos básicos y sustento a los supervivientes. La sociedad civil yazidí debería estar capacitada para liderar el avance de la atención y la recuperación, con el apoyo de las partes interesadas internacionales. Esto es también lo que prefieren los miembros de la comunidad de supervivientes.

4. Garantizar que los autores de ISIS detenidos en Siria se enfrenten a la justicia

Muchos miles de sirios, iraquíes e internacionales decidieron unirse al califato de ISIS, y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) retienen a más miembros de ISIS capturados en el noreste de Siria que en otros lugares. Las SDF, aliadas de la Coalición Global para Derrotar a ISIS, retienen a decenas de miles de combatientes y miembros de ISIS procedentes de varios países del mundo. La mayoría fueron capturados durante las batallas militares contra las SDF y están recluidos en centros o campos de detención. La recopilación de pruebas y la elaboración de expedientes de miles de sospechosos es una tarea costosa y minuciosa. Sin embargo, hay pocas opciones mejores. Los miembros de ISIS podrían ser liberados de manera ad hoc, eludiendo cualquier perspectiva de justicia significativa. Podrían permanecer detenidos indefinidamente, como combatientes enemigos en Siria, sin juicios probatorios ni una reparación judicial significativa para las víctimas de sus crímenes. Ninguna de estas opciones es aceptable según el derecho internacional. En cambio, los miembros de ISIS podrían ser repatriados a sus países de origen y ser juzgados por sus crímenes allí.

Como alternativa, podría establecerse un mecanismo de tribunales para los miembros de ISIS en el noreste de Siria, Irak o en cualquier otro lugar. Ninguna solución será fácil ni barata, y no hay que despreciar la actual carga administrativa y financiera que soportan las autoridades del noreste de Siria, el Irak federal y la región de Kurdistán. Sin embargo, la flagrante ausencia de justicia y la falta de soluciones prospectivas son problemáticas. Esto erosiona aún más la confianza en el gobierno, especialmente cuando las familias afiliadas a ISIS son repatriadas y reintegradas en Irak en el campamento de Al-Jada con apoyo gubernamental.

En algún momento debe desarrollarse un proceso para evaluar los crímenes, proporcionar a los miembros de ISIS el derecho a la defensa en los tribunales y llevar los casos a juicio. La inacción permite que los delitos no imputados se agraven, que la impunidad persista y que los elementos extremistas se reúnan en centros de detención y campos superpoblados y legalmente ambiguos. Un sistema de revelación de la verdad, de rendición de cuentas, de reparaciones y, en su caso, de acusaciones penales es un antídoto contra la injusticia. Debe considerarse como un elemento esencial de la campaña de lucha contra ISIS, complementario a la acción militar.

  1. Asignación de recursos para la sociedad civil yazidí

La Coalición Mundial y sus aliados sobre el terreno han eliminado la capacidad de ISIS de controlar el territorio, aunque los miembros de ISIS siguen organizando ataques ad hoc en Siria e Irak. Sin embargo, aunque la amenaza inmediata a la seguridad por parte de ISIS ha disminuido por el momento, la sociedad yazidí sigue desorganizada. Los esfuerzos para promover y proteger los intereses de los yazidíes han sido liderados en gran medida por la sociedad civil, incluyendo un sólido conjunto de organizaciones y activistas en Irak y de la comunidad de la diáspora. Dado que otras crisis exigen financiación y atención, la sociedad civil yezidí está en grave peligro. Aunque apoyamos a las organizaciones benéficas internacionales y a las agencias de la ONU en sus esfuerzos por proporcionar ayuda de emergencia y apoyo humanitario, la lucha y eventual desaparición de una vibrante sociedad civil yazidí perjudicaría enormemente a la comunidad. En la medida en que la comunidad internacional pueda apoyar a los yezidíes, será esencial hacerlo de forma equitativa a través de las organizaciones de la sociedad civil yezidí. Esto ayuda a los yezidíes a desarrollar la madurez social y política, que es necesaria ahora y lo será en el futuro. También es, con mucho, la inversión más sostenible en la comunidad afectada

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