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Combatiente de Estado Islámico revela los planes del grupo para extenderse incluso después de la derrota en Irak y Siria y asegura la complicidad con Turquía

Autor: Patrick Cockburn

Fecha de publicación: 09/09/2016

Exclusiva: En la última de una serie de cuatro partes desde Damasco, Patrick Cockburn entrevista a un miliciano de Estado Islámico que asegura que el movimiento resurgirá en el norte de África, que Turquía hace la vista gorda con los envíos de armas a través de la frontera y que los combatientes de Estado Islámico todavía están presentes en Jarabulus.

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Un chico joven mira el humo que se eleva sobre Jarablus desde la ciudad de Karkamis en la frontera entre Turquía y Siria. AFP/Getty/01-09-2016

ISIS sobrevivirá y prosperará incluso si es derrotado en la actual lucha por Siria e Irak, ha relatado un miliciano de Estado Islámico a The Independent.

En una entrevista exclusiva, Faraj, un combatiente veterano del noreste de Siria de treinta años, dice “cuando decimos que el Estado Islámico es eterno y está en expansión, no es una simple frase poética o de propaganda.” Cuenta que el grupo tiene la intención de restaurar su fuerza en Arabia Saudí, Egipto, Libia y Túnez, añadiendo: “El Estado Islámico tiene agentes durmientes en todo el mundo y su cifra está aumentando.”

En la explicación de su vida con ISIS, Faraj deja claro que tan solo un año después de que el califato fuera declarado tras la captura de Mosul en 2014, sus líderes pudieron predecir que sería invadido militarmente. Revela detalles hasta el momento desconocidos de la aparente estrecha cooperación entre Estado Islámico y Turquía y el grado en el que los combatientes extranjeros inundaron Siria para luchar por el ISIS alienó a las gentes locales, dándoles órdenes e interfiriendo con sus vidas.

Hablando por WhatsApp desde fuera de Siria y pidiendo que su nombre real permanezca oculto, Faraj dice que cuando escuchó por primera vez de sus emires (comandantes) que ISIS podría vencer incluso si hubiera sido derrotado militarmente en Irak y Siria, pensó que ellos simplemente estaban motivándolos y animándolos o que solo estaban tratando de ocultar sus derrotas. Pero pronto se dio cuenta de que los líderes de Estado Islámico estaban tomando medidas tempranas para establecer bases en otras partes del mundo. Un comandante libio le contó hace un año que regresaba a Libia “para una misión y estaría de vuelta en dos meses.”

Es significativo que ya en agosto del 2015, cuando ISIS estaba cerca de su máxima expansión territorial, después de la captura de Ramadi en Iraq y Palmira en Siria en mayo, se estuviera preparando para su derrota. Faraj dice que las potencias mundiales subestiman su resistencia porque no comprenden el atractivo de Estado Islámico y su ideología para aquellos que encuentran inaceptable el status quo. Cuenta: “yo, como mis comandantes y camaradas, lucho en reacción a la tiranía y la injusticia que he experimentado antes.”

Faraj viene originalmente de un pueblo árabe suní entre las ciudades de Hasaka y Qamishli en la esquina noreste de Siria, predominantemente kurda. Está mejor educado que la mayoría de los miembros de ISIS, habiéndose graduado en la Facultad de Educación de la Universidad de Hasaka. Se unió a Jabhat al-Nusra junto con su extensa familia en 2012. Conocida como la rama siria de al-Qaeda, Jabhat al-Nusra recientemente afirmó haber cortado los vínculos con al-Qaeda y se rebautizó como Jabhat Fath al-Sham. Sin embargo, cuando los combatientes de Estado Islámico entraron en el pueblo de Faraj y ofrecieron al joven la elección entre abandonarlo o unirse a ellos, optó por unirse a ISIS.

Refugiados sirios caminando de regreso a la ciudad siria de Jarabulus en la puerta de cruce de Karkamis, en la región sur de Kilis (Getty) el 7 de septiembre del 2016

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Refugiados sirios caminando de regreso a la ciudad siria de Jarablus en la puerta del cruce de Karkamis, en la región de Kilis (Getty) el 7 de septiembre del 2016

Su relato como testigo presencial de los acontecimientos con Estado Islámico y, en particular, su relación con Turquía, están revelando por qué estos no vienen de un miembro de ISIS resentido que trata de distanciarse de su pasado. Dice que ya no es un combatiente, tras diferencias con Estado Islámico que no explica pero “aun soy un simpatizante de ISIS porque creo firmemente en la sabiduría o la finalidad de su existencia.” De manera interesante, encuentra Estado Islámico atractivo no por su extrema ideología religiosa, sino como un vehículo efectivo y bien organizado para la protesta. Dice: “ISIS es la mejor solución para corregir los delitos de los regímenes autoritarios de la región.”

Hablando de la intervención militar turca en Siria, que comenzó el 24 de agosto del 2016, Faraj ayuda a explicar el misterioso desarrollo que está teniendo lugar en este momento. Mientras los tanques turcos y los rebeldes sirios anti-Estado Islámico se desplazaban hacia la ciudad fronteriza de Jarabulus en el río Éufrates, ISIS parecía saber que iban a ir y no hizo ningún intento para resistirse a ellos. Esto fue un contraste con la feroz resistencia desplegada por Estado Islámico para defender la ciudad de Manjib un poco más al sur de los ataques de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) cuyo músculo de combate viene de las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG). ISIS puede haber perdido 1.000 combatientes en los combates en tierra y los bombardeos aéreos de Estados Unidos.

Se informó en su momento que los soldados de Estado Islámico se habían retirado a sus otros baluartes en el área de al-Bab, pero Faraj tiene otra explicación: “cuando el ejército turco entró en Jarabulus, hablé con mis amigos que estaban allí. En realidad, ISIS no abandonó Jarabulus, simplemente se afeitaron las barbas.”

Hizo declaraciones convincentes sobre el grado de complicidad entre Turquía y Estado Islámico en relación a la defensa de Tal Abyad el año pasado, otro punto de cruce en posesión de ISIS entre Turquía y Siria que era una ruta de suministro particularmente importante para ellos, ya que está a 60 millas al norte de la capital siria de Estado Islámico, Raqqa.

En el verano del 2015, los avances de las YPG desde el este y el oeste con el fuerte apoyo aéreo de Estados Unidos atraparon Tal Abyad en un movimiento de pinza, lo que hizo la defensa de la ciudad difícil para ISIS. Faraj fue parte de la fuerza de 150 combatientes de ISIS que resistió los ataques de las YPG. “Turquía apoyó mucho a Estado Islámico”, recuerda. “Cuando estuve en Tal Abyad en mayo del 2015, recibimos una gran cantidad de armas y munición sin obstáculos por parte de los guardias fronterizos.” Esta ha sido durante mucho tiempo una acusación por parte de los kurdos, pero puede ser la primera vez que los alegatos de complicidad de Turquía con ISIS durante una batalla son confirmados por un combatiente de Estado Islámico que ha tomado parte en ella.

Los funcionarios del gobierno turco han negado repetidamente cualquier acusación de complicidad con las acciones de Estado Islámico o que las armas lleguen a manos del grupo a través de Turquía.

Faraj, como árabe suní sirio, es crítico con los kurdos sirios y turcos. Expresa su desagrado por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, pero añade que “es mucho mejor que los dictadores árabes.” Al mismo tiempo, mantiene que Erdogan “es responsable de destruir Siria” persiguiendo un conflicto con los kurdos en Turquía que se extiende a través de la frontera en Siria y “apoyando a ISIS y empujándolos dentro de Siria.”

Los defensores de las acciones de Turquía sostienen que si bien ha podido haber tolerancia de Estado Islámico por Turquía previamente, los dos han estado en guerra durante el último año. Ha habido reiterados ataques de ISIS en Turquía, incluyendo uno en el aeropuerto internacional de Estambul que dejó 42 muertos y terminando con una bomba suicida en una boda kurda en Gaziantep el 20 de agosto que mató a 54 personas, 21 de las cuales eran niños. Pero, a pesar de la retórica anti-Estado Islámico de Erdogan, la reacción contenida por parte de ISIS a la invasión turca, de la cuál es el objetivo nominal, sugiere que el entendimiento entre ambos, tan descarado en el pasado, puede que no haya muerto del todo.

Paradójicamente, aunque Faraj tiene entusiasmo por la difusión de Estado Islámico y sus creencias en los países extranjero, es muy crítico con los voluntarios extranjeros que vienen a siria a luchar por el autodeclarado Califato. Encontró a estos forasteros, incluyendo los británicos, franceses y turcos, sorprendentemente ignorantes del Islam y las costumbres locales, a menudo impulsados por vidas infelices en su hogar o el aburrimiento, solo útiles para la propaganda y los ataques suicidas.

“Cuando ISIS vino, las gentes locales estaban felices y le dieron la bienvenida. La gente creía que el Estado Islámico sería su salvación, pero no pudieron aceptar que los comandantes extranjeros estuvieran a cargo de su día a día. Por ejemplo, la gente en Raqqa se quejó cuando un emir saudí uso la fuerza física para que una mujer se pusiera un niqab. Yo estaba furioso cuando un tunecino me ordenó ir a la mezquita y me golpeó la espalda con un palo.”

Faraj encuentra algún consuelo en la idea de que el comportamiento de los cualificados pero duros comandantes de guerrilla kurdos turcos traídos por las YPG para dar consejo militar a los kurdos sirios en 2012 y 2013 causó una ofensa similar entre estos últimos. Los oficiales kurdos turcos a cargo del entrenamiento habían vivido toda su vida en campos militares y “eran duros y nunca habían experimentado la vida civil.” Sospecha que los sirios que apoyan al gobierno de Damasco reaccionan con similar hostilidad al recibir órdenes de sus aliados rusos e iraníes.

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Solados turcos en un tanque regresando a Turquía desde Jarablus en el pueblo de Karkamis, cercano a la frontera entre Turquía y Rojava. AFP/Getty/02-09-2016

La guerra en el norte de Siria es muy diferente de la del resto del país. Sus principales protagonistas son los kurdos, los árabes, Estado Islámico y Turquía, con una participación limitada del gobierno de Damasco. Faraj dice que muchos árabes en la región se han unido a ISIS simplemente porque han sido perseguidos por las YPG. Cita como ejemplo a dos primos suyos de la ciudad de Tal Hamis, en el río Khabur al oeste de Hasakah, que murieron luchando contra ellas. Sus casas en Tal Hamis fueron luego confiscadas por las YPG y las viudas de los combatientes se quedaron sin nada, “por lo que sus hijos se unieron a Estado Islámico para vengarse.”

Este es el patrón en toda Siria e Irak. Los protagonistas puede que no estén encantados por el lado en el que están, pero al menos les permite luchar contra un enemigo que temen y odian. Cita como ejemplo a uno de sus comandantes anteriores, un emir kurdo llamado Abu Abbas al-Kurdistani, posteriormente muerto en batalla, que había sido encarcelado sin juicio y torturado en el Kurdistán iraquí durante cuatro años. Kurdistani dijo que ISIS era ideal para él porque “es la mejor opción para la gente oprimida” y le daba “la oportunidad de vengarse.” En ningún momento de la entrevista Faraj admite el papel que Estado Islámico ha jugado, no solo en Siria o Irak, sino en todo el mundo, en la creación de enemigos para el movimiento que ahora lo rodean y amenazan con arrollarlo.

Fuente: The Independent

Fecha de traducción: 01/10/2016

Traducido por Rojava Azadi

 

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