Relaciones rotas entre el KRG (PDK) y los yazidís
Cómo las restricciones del KRG afectan a la recuperación Yazidí
Algunas evidencias sobre Sinjar y la política del PDK en relación con los Yazidís
- Llamada urgente por el consejo yazidí de Sinjar y su fuerza de autodefensa YBŞ
- Límites desproporcionados de la entrada y salida de bienes de Sinjar
- Informe de los Defensores de los Derechos Humanos: Iraq: Las restricciones del KRG dañan la recuperación yezidí (Defensores de los Derechos Humanos)
- Funcionarios kurdos cierran grupo de ayuda a los yezidís (Defensores de los Derechos Humanos)
- LLAMADA URGENTE POR EL CONSEJO YAZIDÍ – SINJAR Y SU FUERZA DE AUTODEFENSA YBŞ
Estimado señor/a,
La situación de nuestro pueblo en Sinjar, Iraq, es bien conocida. En 2014 fuimos atacados por ISIS después de que los Peshmergas del PDK y el ejército iraquí nos dejasen indefensos. ISIS cometió un genocidio contra nuestro pueblo. Entonces las YPG kurdas sirias entraron en Iraq y liberaron y salvaron a muchas personas. El PKK se unió a la lucha también.
Sin embargo, no todos nos fuimos. Aquellos capaces de defendernos a nosotros mismos fuimos equipados por las YPG y por cualquier otra vía que pudiésemos encontrar y, de esta manera, creamos nuestras fuerzas de autodefensa (YBŞ y YJŞ) en las montañas de Sinjar. Paso a paso expulsamos a ISIS y creamos nuestro propio Consejo de Sinjar para aquellos que volvieron.
En 2015/2016 los Peshmergas del PDK volvieron. Aunque expulsaron a algunos de ISIS, se negaron a aceptar las estructuras y fuerzas de autodefensa que habíamos creado. Su objetivo antes y después ha sido el de dominarnos, no el de liberarnos. Los refugiados siguen siendo detenidos por el PDK cuando vuelven. El PDK no permite la ayuda y la reconstrucción de las áreas que están protegidas por nuestras fuerzas y gobernadas por nuestro propio Consejo.
Desde la noche del 2 de marzo, los Peshmergas del PDK, bajo el liderato del presidente Barzani del Gobierno Regional del Kurdistán, ha atacado a las YBŞ/YJŞ yazidís en los lugares de Sinune y Khanesor en Sinjar.
Este es el intento final de romper cualquier voluntad de independencia de los yazidís. Este intento sigue a la visita de Barzani a Erdogan.
Sin embargo, después del genocidio de ISIS, el pueblo yazidí no va a convertirse otra vez en peones indefensos dominados por otro líder que los yazidís de Sinjar no han elegido en ningún momento. Las YBŞ y el Consejo de Sinjar ofrecieron una propuesta de negociación con los Peshmergas del PDK, pero estas propuestas de conversaciones fueron ignoradas. El objetivo de Barzani es subyugar a los yazidís a toda costa. El mundo ha reconocido que los yazidís fueron víctimas de ISIS. ¿Se va a levantar el mundo contra esta violencia esta vez a tiempo?
Por esta razón, las YBŞ y el Consejo de Sinjar llaman a Estados Unidos, Europa y a todos los demás partidos kurdos, además del gobierno iraquí, para que ejerzan su influencia y ponga el máximo esfuerzo en presionar a Barzani para que pare este ataque y se retire inmediatamente.
También hacemos referencia a la resolución del Parlamento Europeo del 26 de octubre de 2016 que propone energéticamente que Sinjar, Tal Afar y Nineveh Plain deberían recibir un estatus especial y deberían ser gobernados por las personas de la zona, de acuerdo a la constitución de Iraq. Los intentos del PDK de oprimirnos demuestran muy claramente que necesitamos una forma de autogobierno y un fortalecimiento político, como se ha descrito anteriormente, y ser capaces de controlar nuestra propia seguridad. Si no hay un fortalecimiento político y una seguridad que podamos controlar, no podemos permanecer en Iraq.
Para aclarar una cosa: debería estar claro que esto no es un conflicto de yazidís contra yazidís. La tensión militar es entre los yazidís y los mercenarios no yazidís del PDK. Véase a continuación el informe de Reuters (1) que confirma esto.
El mundo ha reconocido que los yazidís fuimos víctimas de ISIS. ¿Se levantará el mundo con esta violencia a tiempo esta vez?
¡Los Estados Unidos y la Unión Europea necesita decir al PDK (Barzani) que pare y se retire inmediatamente!
Las YBŞ y el Consejo de Sinjar llaman a la Unión Europea y a Estados Unidos de nuevo para que ayuden a iniciar las negociaciones como alternativa necesaria a esta violencia.
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(1) Informe de Reuters: http://www.reuters.com/article/us-mideast-crisis-iraq-kurds-sinjar-idUSKBN16A0HV (este informe aclara que Barzani ataca a los yazidís con fuerzas no yazidís desde fuera de Sinjar.)
- Iraq: Las restricciones del PDK dañan la recuperación yazidí (Defensores de los Derechos Humanos)
Los desproporcionados límites en la entrada y salida de bienes de Sinjar.
(Beirut) – El Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) en Iraq ha puesto unas restricciones desproporcionadas a la circulación de mercancías dentro y fuera del distrito de Sinjar, el centro de la minoría religiosa yazidí de Iraq.
Las fuerzas de seguridad kurdas detienen a una familia que llevaba una gran bolsa de arroz y una bolsa de almohadas a Sinjar por el paso de Suhaila, actualmente la única entrada o salida viable de Sinjar.
Los funcionarios del KRG dicen que están preocupados por las actividades del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización militante armada kurda que tiene fuerzas en Sinjar, compuesta en su mayoría por combatientes yezidís, y tiene de facto libre circulación a través de la frontera en Siria. Pero, tan solo dos años después de que las personas del distrito fueran sometidas a violentos ataques y abusos del Estado Islámico (también conocido como ISIS), las restricciones generales desproporcionadas del KRG ante cualquier consideración posible de seguridad está causando daños innecesarios al acceso de las personas a comida, agua, sustento, y otros derechos fundamentales. “Después de los devastadores ataques de ISIS en el área y la matanza de la población yazidí hace dos años, las restricciones del KRG son otro serio golpe,” dijo Lama Fakih directora adjunta de Oriente Medio de los Defensores de los Derechos Humanos. “El KRG debería estar trabajando para facilitar el acceso a Sinjar a cientos de civiles yezidís que desean volver a sus casas, no añadiendo más barreras a su recuperación.”
Antes de agosto de 2014, Sinjar era el hogar de 360.000 yazidís. Los combatientes de ISIS han matado entre 2.000 y 5.500 yezidís desde el 3 de agosto de 2014, y han secuestrado aproximadamente a 6.386, de acuerdo a un informe reciente de las Naciones Unidas. Los ataques de ISIS desplazaron, al menos, al 90% de la población yezidí de Sinjar. Alrededor de 180.000 desplazados yezidís están en campos en la Región del Kurdistán iraquí (KRI). Sólo un pequeño número de yezidís ha regresado.
- El KRG debería estar trabajando para facilitar el acceso a Sinjar de cientos de civiles yezidís que desean volver a sus hogares, no añadiendo barreras a su recuperación.
Lama Fakih
Directora adjunta de Oriente Medio de los Defensores de los Derechos Humanos
Sinjar está técnicamente bajo el control administrativo del gobierno central iraquí, pero la seguridad y las fuerzas militares del KRG están presentes y activas dentro de Sinjar. Las fuerzas del KRG controlan la única carretera principal desde Sinjar al KRI. ISIS aún controla las principales carretera desde Sinjar a las otras partes de Iraq.
En agosto de 2016, los Defensores de los Derechos Humanos visitaron cuatro campamentos para personas desplazadas internamente en Dohuk, en el KRI, y cuatro ciudades en el norte de Sinjar, y entrevistaron a 67 personas desplazadas y residentes locales. Los entrevistados incluían residentes que habían intentado producir en sus tierras de labranza o propiedades personales desde sus casas fuera de Sinjar pero que se les había prohibido hacerlo por las fuerzas de seguridad del KRG, y por aquellos que habían intentado hacer llegar comida y otros suministros a los miembros de su familia que habían vuelto a Sinjar y habían sido parados y devueltos por las fuerzas del KRG.
Desde el ataque de ISIS a Sinjar en 2014, la única ruta para salir de Sinjar hacia Iraq que no está controlada por ISIS es través del puente de Suhaila, a dos kilómetros de la frontera siria, la cual está controlada por las fuerzas del KRG. El sur de Sinjar sigue bajo el control de ISIS.
© 2016 Human Rights Watch
Aunque el PKK ha tenido raíces en Sinjar durante décadas, ha aumentado dramáticamente su presencia allí desde agosto de 2014. La presencia del PKK, el cual ha reclutado mucho entre la población local yezidí en Sinjar para crear un brazo armado local, el YBŞ, representa un importante problema de seguridad para el Partido Democrático del Kurdistán (KDP), uno de los partidos en el gobierno en el KRG, le han contado funcionarios del partido a los Defensores de los Derechos Humanos.
Si bien el KRG puede tomar medidas razonables de seguridad en la protección de entrada y salida de mercancías en su territorio, nos debería imponer restricciones generalizadas que son desproporcionadas con las consideraciones de seguridad, o que dañan innecesariamente el acceso de la gente a comida, agua, sustento y otros derechos fundamentales, dijeron los Defensores de los Derechos Humanos.
El KRG debería publicar información que declare públicamente quien está autorizado a emitir y retirar las restricciones en la circulación de mercancías, qué restricciones existen en torno a Sinjar, sobre qué mercancías, por cuánto tiempo, y por qué razones, con una clara fecha de expiración. Debería aclarar cómo pueden los individuos abordar cualquier perjuicio que las restricciones causen y compensar a aquellos que sufren un daño debido a una restricción ilegal.
Los Defensores de los Derechos Humanos entrevistaron a residentes de Sinjar que permanecieron en Sinjar durante el ataque de ISIS en agosto de 2014, así como a algunos que huyeron pero volvieron después de que ISIS fuera expulsado a principios de diciembre de 2014. Todos dijeron que desde agosto de 2014, los residentes de Sinjar han estado sufriendo lo que parece ser una prohibición del KRG en la circulación de todas las mercancías agrícolas desde Sinjar al KRI. Tres agricultores de Snune y Khanasoor dijeron que las fuerzas del KRG les hacen volver cuando intentar llevar el trigo y la cebada que cultivan al KRG desde Sinjar. Dijeron que no conocen a ningún agricultor en Sinjar que haya recibido un permiso para llevar sus mercancías al KRI, y los Defensores de los Derechos Humanos no pudieron identificar a ningún agricultor que pudiese viajar con sus productos en ninguna de las áreas de Sinjar que visitaron los invetigadores. Dos familias también dijeron que las fuerzas kurdas en el cruce los habían detenido cuando estaban intentado conducir a las ovejas fuera de Sinjar.
Un taller de coches en Snunne, al norte de Sinjar. El propietarios sólo puede llevar existencias limitadas de piezas de coches a Sinjar debido a las restricciones en curso impuestas por el Gobierno Regional del Kurdistán (KRG). Le contó a los Defensores de los Derechos Humanos que ahora repara los neumáticos que antes de 2014 habría tirado.
© 2016 Belkis Wille/Human Rights Watch
Dos familias en los campamentos de la zona de Dohuk dijeron que las fuerzas del KRG les habían detenido en Suhaila cuando intentaban llevar cosas de sus casas en Sinjar con ellos, incluso después de que dijeses que tenían un permiso de los funcionarios locales de Asayish confirmando su propiedad. Las fuerzas en Suhaila les dijeron que rechazarían admitir cualquier permiso así.
Los individuos y los grupos también están afrontando restricciones cuando intentan llevar cosas a Sinjar. Personal de 5 organizaciones de ayuda con base en el KRI dijeron que desde finales de 2014, las fuerzas en Suhaila o los funcionarios de la oficina de gobernación de Dohuk les habían impedido en, al menos 10 ocasiones, llevar comida, medicamentos, y otros artículos de ayuda a Sinjar, en algunos casos a pesar de tener permisos emitidos por diferentes funcionarios del KRG. Dos de las organizaciones pudieron llevar ayuda una vez cada una porque la enviaron a través de una organización benéfica afiliada al KDP.
Tres familias describen cuatro incidentes desde diciembre de 2015, en los cuales, los oficiales de seguridad del KRG en Suhaila los pararon por llevar alimentos y gasolina a miembros de la familia que habían vuelto a Sinjar. Cuatro empresarios en Snune, la ciudad principal en el norte de Sinjar, dijeron que las autoridades del KRG habían denegado, retrasado y reducido arbitrariamente sus peticiones de importar productos a Sinjar. Un comerciante local dijo que apenas podía traer suficiente de cada artículo que vendía en los pasados días. Un vendedor de cemento y dos mecánicos dijeron a los Defensores de los Derechos Humanos que no podían traer ningún producto, mientras que un tercer mecánico dijo que tenía concedido un permiso para traer un suministro de tres días de las piezas de automóviles que necesitaba.
Mientras en el cruce de Suhaila, los Defensores de los Derechos Humanos fueron testigo de cómo los oficiales de seguridad del KRG hacían estacionar en la cuneta a coches y camiones que iban en ambas direcciones y los inspeccionaban. Los Defensores de los Derechos Humanos vieron a los oficiales parar a un hombre que iba de Sinjar hacia territorio del KRG conduciendo un camión con una oveja en la parte de atrás y ordenarle que se volviese a Sinjar.
En una reunión celebrada el 14 de mayo en el cruce de Suhaila, el presidente Masoud Barzani llamó a la comunidad yezidí para que expulsara al PKK de la zona. Cuatro miembros de la comunidad yezidí trabajando dentro y en los alrededores de Sinjar y un diplomático internacional por separado dijeron a los Defensores de los Derechos Humanos que después de la reunión hablaron con dos figuras militares yezidís que dijeron, cuando les preguntaron sobre las restricciones de bienes en curso en Sinjar, que un superior del KRG les había contado que las restricciones eran un castigo a los yezidís por aceptar al PKK en el área.
El ministro de asuntos exteriores del KRG, Falah Mustafa, le contó a los Defensores de los Derechos Humanos, el 28 de agosto, que el gobernador de Dohuk tenía pleno control sobre los esfuerzos de llevar productos dentro y fuera de Sinjar, y justificó las restricciones generales por problemas en la seguridad de la ciudad con el PKK, no con la población local. Antes de agosto de 2014, los locales dijeron a los Defensores de los Derechos Humanos que no había restricciones en la entrada y salida de mercancías de Sinjar.
En una breve respuesta de noviembre de 2016 a una carta que los Defensores de los Derechos Humanos enviaron al KRG en octubre, el Dr. Dindar Zebari, presidente del Alto Comité para Evaluar y Responder a los Informes Internacionales del KRG, declaró que todo el mundo tiene libertad de movimiento dentro y fuera del área, incluyendo todos los voluntarios que proporcionan servicios necesarios. Sobre la mercancía que sale del área, dijo:
«Sacar objetos y posesiones de Sinjar ha estado restringido porque las posesiones de muchas personas han sido saqueadas. Estas restricciones intentan proteger sus riquezas y pertenencias. Sacar objetos de Sinjar está sujeto a estrictas medidas de seguridad para determinar qué son.»
Zebari no aportó ningún detalle sobre las medidas de seguridad involucradas. Sobre la entrada de mercancías, escribió: “En relación a la aprobación de traer materiales de construcción, como cemento, y ganado, es limitada – depende de la demanda y las necesidades de la zona.” Posteriormente, dijo que se ha formado un consejo de seguridad dentro del ayuntamiento de Sinjar para revisar las solicitudes de permiso para introducir artículos y, que la gobernación de Dohuk toma las decisiones finales. Declaró que los únicos bienes que no estaban permitidos introducir y sacar eran aquellos que podían servir para un “propósito dual”, incluyendo algunos químicos.
En un reunión celebrada el 18 de agosto, Falaz Mirani, jefe de los medios de comunicación y las relaciones públicas de la gobernación de Dohuk, contó a los Defensores de los Derechos Humanos que las autoridades de Dohuk han estado presionando a las organizaciones de ayuda internacionales para que provean de más servicios a las personas de Sinjar.
Sin embargo, un voluntario en Dokuh le contó a los Defensores de los Derechos Humanos que el Equipo Humanitario de País, el cual incluye representantes de las Naciones Unidas, La Organización Internacional para la Migración, y otras organizaciones no gubernamentales internacionales, han recomendado a las organizaciones de ayuda no llevar ayuda al área, diciendo que no hay una necesidad de salvamento, y hay altas probabilidades de que la ayuda sea desviada a medios militares y que los grupos de ayuda se vean involucrados en la competición política de la zona. A pesar de esto, algunas organizaciones locales e internacionales están prestando ayuda en la zona, aunque un grupo contó a los Defensores de los Derechos Humanos que a menudo se les impide llevar ayuda. Además, residentes de Sinjar dijeron a los Defensores de los Derechos Humanos que el PKK y otros elementos armados están facilitando bienes provenientes de Siria.
Las fuerzas de seguridad kurdas, paran y registran coches y camiones en el cruce de Suhaila, actualmente la única entrada o salida viable de Sinjar. “Las familias con las que hablamos en Sinjar nos contaron que no pueden seguir con sus medios de vida tradicionales – apenas los manejan día a día,” dijo Fakir. “Si estos niveles de restricciones persisten, Sinjar y los Yecidís van a encontrar muchas dificultades para recuperarse.”
Exportaciones restringidas desde Sinjar
Tres agricultores de Snune y Khanasoor contaron a los Defensores de los Derechos Humanos que tienen prohibido llevar cualquier producto agrícola desde Sinjar al KRI. Los tres cosecharon cebada este año, después de que una escasez de lluvia provocara la falta de agua necesaria para regar el trigo. Dos dijeron que se les había denegado el permiso del Consejo de Seguridad en Sinjar en junio y julio para transportar los productos a través de paso de Suhaila. El tercero dijo que no había intentado exportar su producción después de conocer que a otros granjeros se les estaba denegando. Los residentes de Sinjar que interactuaron con el cuerpo dijeron que el Consejo de Seguridad de Sinjar incluye al representante regional de Sinjar, al representante local de Asayish, una fuerza de seguridad kurda; el presidente del consejo local; y el jefe de la policía local. Los habitantes dijeron que el Asayish juega un papel importante en la toma de decisiones.
Los tres hombres declararon que como resultado de las restricciones, se habían visto obligados a encontrar compradores locales y vendérselo por menos de un tercio de lo que podrían haber vendido en Dohuk o en cualquier otro sitio de la Región de Kurdistán de Iraq (KRI). Manifestaron que no conocían a ningún otro agricultor en Sinjar que hubiese recibido un permiso del Consejo de Seguridad para llevar sus productos al KRI.
Dos familias le contaron a los Defensores de los Derechos Humanos que funcionarios del KRG les habían detenido en el cruce cuando intentaban conducir a sus ovejas fuera de Sinjar. Mientras, en el cruce de Suhaila, los Defensores de los Derechos Humanos vieron cómo unos oficiales paraban a un hombre que conducía un camión con una oveja y le ordenaban que volviese a Sinjar. El hombre dijo que la oveja era para el funeral de un pariente suyo en Sharya.
Todos aquellos que se les impidió transportar productos agrícolas y ganado dijeron que los oficiales de seguridad no les habían dado ninguna explicación.
Dos familias que viven en los campamentos de la zona de Dohuk dijeron que los oficiales de seguridad en Suhaila los habían parado cuando intentaban llevar objetos de sus casas cuando dejaron Sinjar, incluyendo un tanque de agua, un armario, una lavadora, una nevera y mantas. Ambar familias contaron que los oficiales les dijeron que era para detener el saqueo generalizado en Sinjar mientras las familias estaban desplazadas. Cuando ambas familias dijeron que podían aportar testigos, y conseguir un permiso de los funcionarios locales de Asayish confirmando que esos bienes, en cuestión, eran de su propiedad, los oficiales se negaron. Las fuerzas de seguridad kurdas detuvieron a un granjero en el cruce de Suhaila, actualmente la única entrada o salida viable de Sinjar. El granjero quería llevar una oveja a la Región del Kurdistán de Iraq para el funeral de un miembro de su familia. Los granjeros tienen prohibido llevar ovejas a la región.
Entrada restringida de mercancías a Sinjar
Personal de cinco organizaciones de ayuda con base en el KRI contaron a los Defensores de los Derechos Humanos que desde finales de 2014, los Peshmerga del KRG y las fuerzas de seguridad Asayish en el cruce de Suhaila en Sinjar o la oficina de gobernación de Dohuk les impidieron en, al menos 10 ocasiones, llevar ayuda a Sinjar, incluyendo impresoras, papel, cuadernos, tiendas de campaña, mantas, zapatos, ropa para niño y adulto, juguetes, productos de higiene y limpieza, medicinas y alimentos, incluyendo arroz, azúcar, té, harina, aceite vegetal, y concentrado de tomate.
Los Defensores de los Derechos Humanos hablaron con un líder político de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) a cargo de la prestación de asistencia a las poblaciones necesitadas. El KRG, incluyendo los Peshmerga, están divididos en dos partidos: el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK). El PDK está en el poder en Erbil y Dohuk, dos de las tres gobernaciones del KRG, mientras que el PUK controla Sulaymaniyah.
El líder del PUK le contó a los Defensores de los Derechos Humanos que la rama de ayuda del partido intentó enviar comida, ropa y juguetes a Sinjar en febrero con el permiso del ministro de sanidad del KRG. Pero que un funcionario en la oficina de la gobernación de Dohuk les denegó el permiso, diciendo que el permiso del ministro sólo cubría el movimiento dentro de la región, y había una posibilidad de que enviaran esa ayuda al armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el aliado de las Unidades de Resistencia de Sinjar (YBŞ), o que cruzara hacia Siria. El líder del PUK dijo que estaría encantado de entregarle todos los bienes al alcalde de Sinjar para que los distribuyeran, pero el funcionario del KRG se negó. A principios de agosto, el líder del PUK envió una gran cantidad de medicinas a Sinjar en nombre de una organización de ayuda afiliada al PDK y que no tuvieron ningún problema. Otras organizaciones pudieron enviar un cargamento de ayuda a través de la organización benéfica afiliada al PDK.
Un habitante de Sinjar que sufre de dolores de cabeza crónicos le contó a los Defensores de los Derechos Humanos que antes de agosto de 2014, solía pagar el equivalente de, aproximadamente, 20 centavos por 10 paracetamoles, o pastillas de acetaminofen. Ahora, el precio es de 85 centavos, por la escasez de existencias en las farmacias debido a las restricciones.
Tres familias describen cuatro incidentes desde diciembre de 2015, en los cuales los oficiales de seguridad del KRG en Suhaila los pararon por llevar alimentos y gasolina a miembros de su familia que habían vuelto a Sinjar. No habían solicitado un permiso a las autoridades del KRG, dijeron las familias, porque esos objetos eran para uso personal. Los oficiales de seguridad les dijeron que estaba prohibido llevar esos artículos. Una de las personas dijo que él y su tío intentaron llevar productos a su familia en enero pero que se les rechazó. Lo intentaron de nuevo a mediados de agosto y sólo pudieron llevar bulgur, arroz, humus, judías, tahini y aceite de oliva después de que su tío sobornase a un oficial de las fuerzas de seguridad en el cruce.
Los empresarios en Snune dicen que las autoridades del KRG han denegado, retrasado o reducido arbitrariamente sus solicitudes de importación de bienes a Sinjar. Un comerciante que lleva una cadena de grandes tiendas, actualmente abiertas en Sinjar, dijo que los oficiales en el cruce de Suhaila sólo le permitieron llevar 20 paquetes de cigarros de un vez a pesar de la demanda de 10 cartones por semana, y sólo le permiten llevar 15 paquetes de carne. Le dan permiso para lleva 50 kilos de azúcar, cuando dijo que necesita 300, y únicamente 10 cajas de polvos para lavar la ropa, en lugar de las 100 cajas que dijo que podría vender. Dijo que necesitaba un permiso especial para llevar botellas de agua, un proceso que puede llevar 20 días y deber ser emitido por un juez. Solía vender hasta 10 millones de dinares iraquíes (IQD) (8.583 de dólares) en bienes a la semana, pero ha caído hasta los 1.5 millones (1.263 dólares) debido a la escasez de productos que las autoridades rechazaron desde el 3 de agosto de 2014.
Un distribuidor de cemento dio que a pesar de tener permiso del alcalde de Sinjar, los oficiales locales de Asayish le pararon en Suhaila en enero con 15 toneladas de cemento y se negaron a permitirle entrar:
«Les enseñé mi carta de permiso pero los oficiales insistieron que tenía que volver a Dohuk. No me dijeron porqué. Volví a la fábrica donde había comprado el cemento y pude recuperar mi dinero. Pero no recuperé el dinero que tuve que pagar a los trabajadores por cargar el cemento en el camión, por lo que, en total perdí 300.000 dinares (250$).»
El mismo hombre dijo que en junio, las fuerzas de seguridad le negaron la entrada por llevar su propio camión de agua, el cual había llevado a reparar unos días antes, de vuelta a Sinjar hasta que varios comandantes Peshmerga intervinieron en su nombre.
Tres mecánicos en Snune les enseñaron a los Defensores de los Derechos Humanos sus talleres de reparación de coches, vacíos – dijeron que estaban intentado obtener permisos del Consejo de Seguridad de Sinjar para llevar piezas de coches.
Un mecánico dijo que había ido a Dohuk siete veces buscando permisos, gastando 500$ estadounidenses en costes de transporte, pero sólo pudo llevar artículos para su empresa a Sinjar una vez en un periodo de seis meses. En la ocasión en que tuvo éxito, el mecánico dijo, que había pedido permiso para llevar un envío de artículos por valor de 2.500$, pero las fuerzas de seguridad en Suhaila sólo le permitieron llevar artículos por un valor de 1.300$, a pesar de que había obtenido permiso por la cantidad total.
En un viaje en julio, dijo que esperó en Suhaila durante tres horas para preguntar al capitán qué artículos están permitidos importar a Sinjar. Cuando el capitán llegó, dijo, “Te contestaré con una palabra – nada.” Un segundo mecánico dijo que había solicitado permisos al Consejo de Seguridad, pero sólo le concedieron permiso para llevar cinco de cada pieza de coche que pidió, lo cual sólo le dura tres días. En el cruce, los oficiales le impidieron llevar cualquier aceite de motor.
Mientras, en el cruce de Suhaila, los Defensores de los Derechos Humanos fueron testigos de cómo los oficiales de seguridad del KRG desviaron a la cuneta los coches y camiones que contenían artículos personales y comerciales y los registraban en el cruce. Un comerciante que fue parado, le enseñó su carga a los Defensores de los Derechos Humanos – alrededor de una docena de paquetes de leche en polvo y una docena de pipas de agua, una televisión, y una bolsa con almohadas y mantas. Una familia fue detenida por llevar una bolsa grande de arroz y algunas almohadas.
Todos los entrevistados dijeron que los oficiales de seguridad en el cruce no les dieron ninguna razón por la que impedían la entrada de los artículos.
- Los oficiales kurdos cierran grupos de ayuda yezidís
El cierre llegan durante un aumento de las necesidades humanitarias en Iraq y en el Kurdistán iraquí.
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Belkis Wille, Investigadora Superior en Iraq, Defensora de los Derechos Humanos, División de Oriente Medio y el Norte de África.
Ayer, una importante organización no gubernamental que apoya a la minoría religiosa yezidí dijo que fue cerrada por los oficiales de seguridad del Gobierno Regional del Kurdistán (KRG).
La organización, llamada Yazda, está localizada en la ciudad de Dohuk en la Región del Kurdistán de Iraq. Tres oficiales del KRG llegaron a las oficinas y le dijeron al personal que la organización estaba “cerrada.” Aunque las autoridades kurdas afirmaron que habían cerrado Yazda después de haberles advertido de que siguiesen las reglas del KRG que gobiernan las ONGs, el personal de Yazda dijo que no habían recibido tal aviso. Más bien, dijeron que los oficiales no les dieron ninguna razón, ningún papel, ni información sobre cuánto tiempo iba a permanecer cerrada. Los funcionarios pusieron candados en las puertas para evitar que el personal volviese. Una organización cercana a la organización me contó que sospechaba que la decisión detenía el plan de Yazda de apoyar a, al menos 3.000 familias en Sinjar con materiales de subsistencia, como parte de un gran proyecto del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP). Sinjar está en una importante zona yezidí que fue invadida por el Estado Islámico, también conocido como ISIS, en agosto del 2014. En diciembre, los Defensores de los Derechos Humanos emitieron un informe sobre las severas restricciones de bienes del KRG, tales como comida, gasolina, y piezas para coche tanto dentro como fuera de Sinjar. El proyecto de UNDP desafía directamente esta política. Cuando escribimos el informe, el KRG dijo que estaba preocupado porque la ayuda acabase en un grupo armado kurdo, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, con fuerzas en Sinjar.
Además, la decisión de cerrar una ONG -por razones sin especificar y en una época en la que crecen las necesidades humanitarias -ha hecho temblar a la comunidad humanitaria de Iraq. La operación del gobierno iraquí de volver a tomar Mosul de ISIS va a entrar dentro de poco en su tercer mes. El número de personas desplazadas por la guerra es de aproximadamente 130.000, y muchos de los campamentos que alojan a estas familias están llegando al límite de su capacidad. Las organizaciones humanitarias están luchando por reunirse con los necesitados.
Yazda ha estado proporcionando una asistencia vital, incluyendo apoyo psicológico, a la comunidad yezidí en el norte de Iraq, el cual fue blanco de las atrocidades de ISIS. Yazda ha abogado por las víctimas yezidís, alentando un mayor apoyo internacional para la asistencia y, apoyando el trabajo de la Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas por la dignidad de los supervivientes de la trata de personas, Nadia Murad, una mujer yezidí secuestrada por ISIS.
Funcionarios de las Naciones Unidas me dijeron que creían que cientos de mujeres y hombres yezidís habían sido capturados por ISIS en Mosul. Cuando escapan a la seguridad es crucial que las organizaciones estén en su lugar para proporcionarles apoyo. Ahora mismo, el apoyo que Yazda le proporcionaba a cientos de mujeres y niños maltratados por ISIS ha sido detenido y miles de familias que esperan en Sinjar ese apoyo para volver a empezar sus vidas están en el limbo. La desesperada situación a la que se enfrentan las comunidades traumatizadas en Iraq demuestra que necesitamos más organizaciones como Yazda, apoyando a la población mientras se reintegran y se recuperan de los abusos de ISIS. Las autoridades del KRG necesitan pensar mucho sobre las consecuencias del cierre de Yazda y revertir su decisión de acuerdo con sus obligaciones internacionales de facilitar, no bloquear, la asistencia humanitaria.
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Traducido por Rojava Azadî