Nación democrática: un antídoto contra el veneno del Estado nación
Según Öcalan, la nación democrática reconoce ante todo el pluralismo étnico, religioso, cultural y de género. No equipara la nación con el Estado, sino que la ve como una forma de organización social y solidaridad.

bianet – Ercan Jan Aktaş – 21 julio 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Un antídoto es una sustancia biológica o química que neutraliza o contrarresta los efectos de un agente venenoso. Este concepto también puede utilizarse metafóricamente en contextos políticos y sociales. El «veneno» del Estado nación reside en la naturaleza centralizada, monolítica, homogeneizadora y excluyente de la modernidad. Los efectos de este veneno se observan con mayor claridad en la supresión de las identidades plurales a través del principio de «una lengua, una bandera, una nación». La República de Turquía es uno de los ejemplos más típicos de esta formación.1Para un análisis histórico crítico del proceso de construcción nacional de la República turca, véase: Tanıl Bora, Milliyetçiliğin Kara Baharı, Birikim Yayınları, 2011.
Al centralizar los procesos de toma de decisiones, el Estado nación excluye los mecanismos de autogobierno local. Instrumentalizando la violencia y el militarismo, es muy eficaz a la hora de crear enemigos internos y externos, convirtiéndose en un cementerio de pueblos y creencias.2Sobre la estructura militarista del Estado nación y su carácter excluyente, véase: Cynthia Weber, International Relations Theory: A Critical Introduction, Routledge, 2014. Debido a su carácter patriarcal, margina a las mujeres y a las personas LGBTQ+ de la vida social y política y profundiza la alienación de la naturaleza a través de su enfoque desarrollista e industrialista.3Para una crítica feminista y ecológica del Estado nación, véase: Silvia Federici, Caliban y la Bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, 2020. Maria Mies & Vandana Shiva, Ecofeminismo, Icaria 2020.
En este contexto, el concepto de «nación democrática» desarrollado por Abdullah Öcalan se propone como antídoto contra este veneno. Öcalan ofrece una crítica histórica y teórica exhaustiva de la modernidad capitalista y considera que la alienación de la naturaleza, la sociedad y el individuo son áreas centrales de crisis del sistema.4Abdullah Öcalan, Manifiesto por una Civilización Democrática, Vol. I: Orígenes de la Civilización – La era de los dioses enmascarados y los reyes encubiertos, Descontrol Editorial, 2016. Como paradigma alternativo al Estado nación —la forma política de la modernidad capitalista—, propone la «modernidad democrática», que sitúa en su centro la idea de la nación democrática.
Fundamentos teóricos y afinidades intelectuales
Aunque el concepto de nación democrática fue desarrollado sistemáticamente por Abdullah Öcalan, se pueden encontrar fragmentos de esta idea a lo largo de la historia en las obras de diversos pensadores. En su conferencia de 1882 «¿Qué es una nación?», impartida en la Universidad de la Sorbona, Ernest Renan define la nación no a través de la etnia o el idioma, sino a través de la memoria histórica compartida y la voluntad de convivir.5Ernest Renan, ¿Qué es una nación?, Conferencia dictada en la Sorbona, 1882. Ediciones Seguitur, 2014. Este enfoque es paralelo a la postura de Öcalan contra el reduccionismo étnico.
Pensadores anarquistas colectivistas como Mijail Bakunin y Pierre-Joseph Proudhon defendían federaciones descentralizadas y autónomas de pueblos en oposición a la centralización.6Mijail Bakunin, Estatismo y Anarquía, Editorial Verbum, 2020; Pierre-Joseph Proudhon, El Principio Federativo, 1863. Consideraban la nación no como una entidad étnica, sino como una formación política y solidaria, una concepción que comparte afinidad teórica con el concepto de confederalismo democrático de Öcalan.
La teoría del «municipalismo libertario» de Murray Bookchin, basada en la democracia directa y las asambleas populares, encuentra resonancia práctica en las propuestas de Öcalan.7Murray Bookchin, La próxima revolución: Las asambleas populares y la promesa de la democracia directa, Virus Editorial, 2019. Por su parte, el movimiento zapatista en México presenta un modelo basado en el autogobierno democrático local frente al Estado central; Öcalan lleva este modelo más allá al elevar la nación democrática a un nivel conceptual teórico.8Subcomandante Marcos & Zapatistas, Nuestra arma es nuestra palabra, Editora Juana Ponce de León, 2001.
Principios fundamentales de la nación democrática
Según Öcalan, la nación democrática reconoce ante todo el pluralismo étnico, religioso, cultural y de género. No equipara la nación con el Estado, sino que la ve como una forma de organización social y solidaridad. A través de asambleas locales, comunas y estructuras dirigidas por mujeres, promueve la democracia de base. Argumentando que «insistir en el socialismo es insistir en ser humano», Öcalan sitúa la liberación de la mujer como principio fundamental y abraza la vida ecológica como respuesta al antagonismo de la modernidad capitalista hacia la naturaleza.
«La nación democrática no es una forma de Estado», afirma Öcalan, «sino una unión social formada a través de la organización libre e igualitaria de los pueblos, las etnias, las comunidades religiosas, las mujeres y otros grupos similares dentro de una sociedad democrática». Esta perspectiva no es meramente una doctrina teórica, sino que ha comenzado a materializarse como una realidad viva en Rojava.
Testimonio experiencial: La Academia Internacionalista como práctica de nación democrática
Durante dos días, me uní a una comuna de jóvenes internacionalistas de diversas naciones (catalanes, vascos, franceses, ingleses, italianos, argentinos, polacos, etc.) para impartir un seminario titulado «Ecología social en el eje de la modernidad democrática». El idioma cotidiano era el kurdo, y muchos participantes habían comenzado a aprenderlo hacía unos meses. Las sesiones educativas se impartieron en kurdo, inglés y francés.
El colectivismo que presencié en esos dos días, la planificación detallada de la vida cotidiana y las prácticas compartidas de las rutinas diarias me transportaron a los primeros días del PKK, antes incluso de que fuera una organización o un partido, a una época en la que sus miembros eran conocidos simplemente como «estudiantes». Las experiencias de Kemal Pir en el barrio de Tuzluçayır, en Ankara, antes de que existiera oficialmente el PKK, son relatadas por el veterano activista Rıza Altun, quien dijo: «Kemal Pir llegó y Tuzluçayır se convirtió en Apocu».9Los relatos de Rıza Altun están documentados en entrevistas y textos históricos sobre los primeros años del PKK. Véase también: PKK: Kürdistan’da Halk Gerçeği ve Özgürlük, Mezopotamya Yayınları, 1991.
Durante las sesiones sobre la modernidad capitalista, el industrialismo, la democracia directa, las comunas y el confederalismo, debatimos la teoría de la nación democrática. Cuando me preguntaron: «¿Qué opinas sobre la nación democrática?», di una respuesta que me ayudó a concretar el concepto: «La nación democrática es la acción y la práctica que creamos juntos: tú, tú, tú, yo y todos nosotros».
Según la académica Nazan Üstündağ, el PKK no solo se resiste al dominio político del Estado, sino también al monopolio del conocimiento y la educación. Ella sostiene que el PKK ha creado un espacio contraacadémico, un campo alternativo de producción de conocimiento.10Nazan Üstündağ, The Politics of Women’s Freedom in Kurdish Movement, Journal of Middle East Women’s Studies, Vol. 12, No. 2, 2016. La educación de las mujeres es el núcleo de esta estructura, que abarca no solo la alfabetización, sino también la reconstrucción de las emociones, las relaciones y las formas de vida.
Este enfoque pedagógico revela el potencial transformador epistemológico y ontológico de la nación democrática. Para mí, la experiencia fue una prueba de que esta teoría no es tan solo una propuesta abstracta, sino un modelo viable. La resistencia cobra sentido no solo a través de la oposición, sino al ofrecer una alternativa transformadora y viable. La nación democrática es el camino hacia la construcción de esa alternativa. (EJA/VK)
Notas
- Para un análisis histórico crítico del proceso de construcción nacional de la República turca, véase: Tanıl Bora, Milliyetçiliğin Kara Baharı, Birikim Yayınları, 2011.
- Sobre la estructura militarista del Estado nación y su carácter excluyente, véase: Cynthia Weber, International Relations Theory: A Critical Introduction, Routledge, 2014.
- Para una crítica feminista y ecológica del Estado nación, véase: Silvia Federici, Caliban y la Bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, 2020. Maria Mies & Vandana Shiva, Ecofeminismo, Icaria 2020.
- Abdullah Öcalan, Manifiesto por una Civilización Democrática, Vol. I: Orígenes de la Civilización – La era de los dioses enmascarados y los reyes encubiertos, Descontrol Editorial, 2016.
- Ernest Renan, ¿Qué es una nación?, Conferencia dictada en la Sorbona, 1882. Ediciones Seguitur, 2014.
- Mijail Bakunin, Estatismo y Anarquía, Editorial Verbum, 2020; Pierre-Joseph Proudhon, El Principio Federativo, 1863.
- Murray Bookchin, La próxima revolución: Las asambleas populares y la promesa de la democracia directa, Virus Editorial, 2019.
- Subcomandante Marcos & Zapatistas, Nuestra arma es nuestra palabra, Editora Juana Ponce de León, 2001.
- Los relatos de Rıza Altun están documentados en entrevistas y textos históricos sobre los primeros años del PKK. Véase también: PKK: Kürdistan’da Halk Gerçeği ve Özgürlük, Mezopotamya Yayınları, 1991.
- Nazan Üstündağ, The Politics of Women’s Freedom in Kurdish Movement, Journal of Middle East Women’s Studies, Vol. 12, No. 2, 2016.
EL AUTOR:
Ercan Jan Aktaş – Científico social, escritor y activista. Su trabajo se centra en la paz social, la violencia, el militarismo, el género y la objeción de conciencia. Colabora con Yeni Özgür Politika, Yeni Yaşam y bianet con artículos, entrevistas e informes en profundidad sobre política actual, cuestiones migratorias, paz social y género. Continúa su labor en el ámbito académico, periodístico y activista como refugiado político en Francia.
- 1Para un análisis histórico crítico del proceso de construcción nacional de la República turca, véase: Tanıl Bora, Milliyetçiliğin Kara Baharı, Birikim Yayınları, 2011.
- 2Sobre la estructura militarista del Estado nación y su carácter excluyente, véase: Cynthia Weber, International Relations Theory: A Critical Introduction, Routledge, 2014.
- 3Para una crítica feminista y ecológica del Estado nación, véase: Silvia Federici, Caliban y la Bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, 2020. Maria Mies & Vandana Shiva, Ecofeminismo, Icaria 2020.
- 4Abdullah Öcalan, Manifiesto por una Civilización Democrática, Vol. I: Orígenes de la Civilización – La era de los dioses enmascarados y los reyes encubiertos, Descontrol Editorial, 2016.
- 5Ernest Renan, ¿Qué es una nación?, Conferencia dictada en la Sorbona, 1882. Ediciones Seguitur, 2014.
- 6Mijail Bakunin, Estatismo y Anarquía, Editorial Verbum, 2020; Pierre-Joseph Proudhon, El Principio Federativo, 1863.
- 7Murray Bookchin, La próxima revolución: Las asambleas populares y la promesa de la democracia directa, Virus Editorial, 2019.
- 8Subcomandante Marcos & Zapatistas, Nuestra arma es nuestra palabra, Editora Juana Ponce de León, 2001.
- 9Los relatos de Rıza Altun están documentados en entrevistas y textos históricos sobre los primeros años del PKK. Véase también: PKK: Kürdistan’da Halk Gerçeği ve Özgürlük, Mezopotamya Yayınları, 1991.
- 10Nazan Üstündağ, The Politics of Women’s Freedom in Kurdish Movement, Journal of Middle East Women’s Studies, Vol. 12, No. 2, 2016.