Mujeres en Şirnak: La vida se está volviendo demasiado dura en los campamentos
Las mujeres que están viviendo en los campamentos en Şirnak dicen que el clima es más frío y la vida en tiendas de campaña es cada vez más difícil. Las mujeres también se quejan de que los niños no pueden ir a la escuela y demandan que el toque de queda se levante tan pronto como sea posible.
El toque de queda declarado el 14 de marzo en Şirnak todavía está vigente, a pesar de que los enfrentamientos han terminado. El 90% de la población tuvo que abandonar la ciudad, que fue arrasada con topadoras mientras las tiendas y las casas fueron saqueadas.
Alrededor de 10 mil habitantes de Şirnak, que no quieren salir de la ciudad, han estado viviendo en tiendas de campaña, en las laderas de las montañas Cudi y Gabar durante los últimos siete meses. Con un clima cada vez más frío, la vida en estas tiendas se está volviendo mucho más difícil.
Las mujeres que están viviendo en las carpas hablaron con ANF sobre su vida diaria.
Gülbahar Kılıç señaló que los niños fueron los más afectados por todo lo sucedido y agregó: “Intentamos ir a Şirnak para ver nuestra casa la semana pasada. La policía nos vio y disparó al aire, y lo detuvieron a mi marido delante de los ojos de mis hijos. Mi hija más chiquita empieza a llorar cada vez que ve a un extraño, temiendo que algo pueda sucederle a su padre. Mi hija del medio ha comenzado a arrancarse el pelo. Ellos son los más afectados con todo lo que está pasando. Yo estaba embarazada cuando todo esto estuvo sucediendo pero tuve un aborto involuntario. La vida aquí es muy dura pero no vamos a dejar nuestra tierra. Durante un tiempo, logramos algunas cosas, en cierta manera, pero ahora está haciendo mucho frío. En invierno, las nevadas en esta región superan el metro de altura; no podemos seguir viviendo en estas carpas. Extraño nuestras calles, extraño mucho mi barrio. Aquí sobrevivimos de algún modo por la solidaridad, pero ¿qué tan lejos podremos llegar? El toque de queda debe levantarse tan pronto como sea posible. Y luego vamos a actuar dependiendo de cómo esté la situación en nuestra casa”.
Por su parte, Şirin Tunç dijo: “Muchas mujeres dieron a luz aquí y han tenido problemas de desnutrición debido a las malas condiciones. Y continuó: “Las mujeres y los niños se enferman con mucha frecuencia aquí. Quienes fueron madres recientemente no pueden obtener suficiente alimento. Tienen problemas para amamantar a los niños. ¿Por qué no se levanta el toque de queda? ¡Ya no hay más enfrentamientos! Aquellos que sus casas todavía están en pie, volverán, aquellos que sus casas han sido derribadas, como nosotros, intentaremos seguir viviendo en las carpas. Sobrevivimos aquí gracias a la ayuda del Municipio, pero ¿después qué? ¿Cuánto tiempo más vamos a estar aquí una vez que el clima empeore? Los que sostienen la prohibición deben encontrar una solución. Desde hace días que están derribando edificios que aún estaban en pie. Hemos resuelto el tema del agua y de la energía eléctrica en el campamento. Podemos hacer pan aquí también. Esta es nuestra tierra, no vamos a dejarla. Si esa es la idea, deben olvidarla”.
Hatun Sürer sostuvo que otros han intentado vaciar Şırnak antes, y señaló: “Ya habían tratado de quemar nuestra ciudad antes. Recuerdo perfectamente ese momento. Pero no fue de este modo tan evidente. Nadie ha sido tan cruel. No abandonamos nuestra tierra frente a aquella opresión. Estamos a la espera aquí y la vamos a reconstruir. Me quedaré en esta tienda de campaña con mis 14 hijos, no me voy a ir a ninguna parte”.
Ayşe Çetin dijo que sus hijos ahora tienen frío cuando van a la cama por la noche y que su marido no pudo trabajar durante meses. Agregó que “mi marido ha estado sin trabajo durante meses. No nos queda nada. Mis niños están afectados psicológicamente. Se preguntan por sus juguetes todo el tiempo. Ninguno de los niños de aquí puede ir a la escuela tampoco. ¿No es una pena para nuestros hijos? Aquellos que en la televisión dicen todo el tiempo ‘mis hermanos kurdos’, deberían sentir vergüenza ¿Por qué se derriban las casas que no están dañadas? A pesar de ellos, no vamos a abandonar este lugar. Las noches son frías ahora, necesitamos mejores tiendas. En el invierno la situación va a ser mucho peor aquí, necesitamos una solución ahora”.
Semra Kara dijo que ellos vivían en tiendas de campaña porque eran nómadas y que el problema de la escuela para los niños debe resolverse de una vez: “Solíamos vivir en carpas pero no podemos seguir haciéndolo en invierno. Estamos tratando de encontrar las soluciones a nuestros problemas. La Municipalidad está trabajando, no hay problema con eso, pero nieva muy fuerte en Şırnak. Los chicos no pueden hacer nada. La escuela comenzó pero no pudimos mandar a ninguno de ellos. Nuestra casa ha sido demolida, no tenemos lugar a donde ir. Dicen que el Estado va a confiscar nuestras tierras. Ellos no pueden confiscar legalmente nuestras tierras. Vamos a construir nuevamente nuestro hogar allí. Los chicos ahora tienen frío cuando se bañan. Si levantan el toque de queda, vamos a volver y vivir allí nuevamente. Ellos tiraron Şırnak abajo, lo vimos a la distancia. Pero no les vamos a dejar nuestras tierras a ellos”.
FUENTE: ANF/Traducción: Kurdistán América Latina