[Madres de Sábados] 600 semanas de protestas exigiendo justicia por los miles de desaparecidos en Turquía
El colectivo Madres de Sábados celebrarán hoy sus 600 semanas de protesta en la calle Istiklal en frente de la Escuela Secundaria de Galatasaray en una de las zonas más céntricas de la ciudad de Estambul. Desde 1995 son 600 sábados los que llevan reclamando que se desvele la verdad sobre los miles de desaparecidos por el terrorismo de estado y que se haga justicia con los responsables de dichos crímenes y desapariciones. Hoy también las acompañan concentraciones de solidaridad al rededor del mundo.
Historia
Durante los últimos 50 años, graves cambios de régimen han ocurrido en Turquía, incluyendo intervenciones militares y medidas de contrainsurgencia, que han sido acompañadas de brutales violaciones de los derechos humanos. Dos periodos históricos son cruciales en este contexto: primero, el golpe militar de 1980; en segundo lugar, la respuesta del estado turco ante la movilización política kurda en la década de 1990. Después de que las fuerzas armadas turcas (TSK) tomaran el poder político en 1980 para restaurar el kemalismo y permitir una transición a un orden neoliberal, las figuras políticas de izquierda fueron objeto de una grave ola de represión, encarcelamiento y tortura sistemática. En este proceso, desaparecieron personas de varias maneras, algunos detenidos y torturados hasta la muerte, otros simplemente desaparecieron a manos de «las fuerzas de seguridad» sin dejar rastro. El terror estatal y la violencia, dirigidas a garantizar una población dócil y apolítica, fue empleado contra la izquierda turcos y los kurdos desde 1980-84. Mientras que la izquierda turca fue suprimida por la junta militar, el movimiento kurdo comenzó una lucha armada contra las fuerzas militares turcas que movilizó a millones de kurdos a principios de la década de 1990. En respuesta, el estado turco inició una campaña sangrienta de contrainsurgencia contra la población kurda, con el fin de frenar la participación y el apoyo al movimiento de liberación del pueblo kurdo. La ola de represión contra los kurdos en los años 1991-1996 condujo a la desaparición y asesinato de más de mil kurdos supuestamente afiliados al movimiento. La estrategia patrocinada por el estado en las desapariciones ha ocupado un lugar importante en el repertorio de violaciones de derechos humanos por parte del estado turco.
Alcance y propósito
En un régimen político dominado por la violencia y las violaciones de los derechos humanos, era difícil ver como la desobediencia civil podía tener algún impacto político o atraer un apoyo generalizado. Sin embargo, en 27 de mayo de 1995, las familias de los desaparecidos y defensores de los derechos humanos se unieron frente a la Escuela Secundaria de Galatasaray en la calle Istiklal, un bulevar central en Estambul y convirtieron el lugar en un punto para la memoria dinámica. Comenzaron con una simple sentada, al igual que sus contrapartes argentinas las Madres de Plaza de Mayo, como una protesta simultánea y en una conmemoración que se repetirían cada sábado. Sosteniendo fotografías de los desaparecidos, los manifestantes hicieron dos demandas principales. La principal demanda era información concreta y fiable sobre lo que había sucedido a sus hijos o compañeros. En otras palabras, ellos pedían que el estado turco liberara sus cuerpos, intentando además mantener viva la memoria colectiva. En segundo lugar, exigieron pruebas de las prácticas injustas del estado, que se determinara a los autores de las desapariciones y se llevara a juicio para especificar a los responsables de las desapariciones de sus hijos y poner fin a la impunidad de los funcionarios del estado. En este sentido, las Madres de los Sábado representan una de las primeras memoralizaciones dinámicas en la historia de la política turca, como víctimas de violaciones de los derechos trabajaban regular y pacientemente para forzar la agenda de la sociedad turca sobre los miles de desaparecidos. Por otra parte, las madres de los desaparecidos comenzaron a participar en la conmemoración de sus hijos no sólo en Estambul, sino también en Diyarbakir y Sirnak, donde el número de personas desaparecidas ha sido mucho mayor que en otras provincias.
Impacto
El 24 de noviembre de 2012, las Madres del Sábado organizó su 400º sentada de protesta en su lugar habitual. Después de que las Madres del Sábado inició su primera sentada de protesta en 1995, el número de personas que muestran solidaridad con la lucha y las demandas de justicia de las madres aumentó cada año. La lucha de las madres por la justicia fue una reacción al terrorismo de estado focalizado contra los sectores políticamente activos de la sociedad. La respuesta del estado a las demandas de estas familias en un principio fue el silencio. Sin embargo, a medida que crecía el apoyo social y político para su causa, las fuerzas de seguridad comenzaron a intervenir en sus protestas, utilizando la violencia en muchas ocasiones, incluso en los últimos tiempos. Sin embargo, en los últimos años, después de muchos años de silencio, el Gobierno turco ha comenzado por lo menos a escuchar las quejas de las madres. En primer lugar, en abril de 2011 algunas de las madres tuvieron la oportunidad de hablar ante la Comisión de investigación de derechos humanos del Parlamento turco. Aunque este cuerpo político no tiene el poder para iniciar un juicio contra los autores, hace accesible las voces de las víctimas a toda la población en Turquía a través de los medios de comunicación. En segundo lugar, en febrero de 2011, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan acordó hablar con los representantes de las Madres del Sábado y escuchar sus historias de sufrimiento y sus demandas de justicia. Aunque el gobierno del partido Justicia y Desarrollo (AKP) es el primer partido en tomar tiempo para escuchar las quejas y demandas de las Madres del Sábado, al final el único resultado fue obtener información sobre los casos de dos personas cuyas madres estaban en la reunión con el primer ministro. La información obtenida no incluye aún el paradero de los restos, sólo informa de que habían sido asesinados. Mientras que estas informaciones pueden aumentar la conciencia pública del terror del estado contra los sectores políticamente activos de la sociedad, tales discusiones no conducen a juicios contra los autores.
Desafíos
La represión estatal y la violencia hacia las madres ha sido uno de los principales retos en sus esfuerzos por mantener el delito de desaparición forzada en la memoria colectiva de la sociedad turca. En 1998 las Madres de Sábado se vieron obligadas a abandonar temporalmente sus protestas debido a la creciente violencia del estado contra las sentadas. También problemático es el hecho de que este esfuerzo dinámico de conmemoración no ha estado acompañado por esfuerzos permanentes de la conmemoración. Esto crea serias limitaciones. Especialmente en Estambul, no hay ningún sitio concreto, como monumento, museo o lugar de conciencia, que especialmente conmemore a los desaparecidos. La ausencia de cualquier esfuerzo por una conmemoración permanente enfocado en la causa de las Madres de Sábado difiere del enfoque de, por ejemplo, las madres argentinas. Aunque las Madres de Sábado quisiera ver las estaciones de policía en la que desaparecieron sus hijos transformadas en «Museos de la infamia», ningún esfuerzo concreto se ha hecho aún a este respecto. La ausencia de tales sitios limita la capacidad de transferencia de la memoria del terror del estado a las nuevas generaciones en Turquía y, por tanto, la lucha para superar la impunidad.
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