Jody Williams: ‘Mantener encerrado a Öcalan no es la manera de resolver el conflicto kurdo’
Entrevistamos a la activista estadounidense Jody Williams, Premio Nobel de la Paz en 1997.

Periodismo Alternativo – Jayro Sánchez – 24 septiembre 2025 – Editado por Rojava Azadi Madrid
Jody Williams es una activista estadounidense galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1997 por sus esfuerzos para acabar con el uso de las minas antipersona y las bombas de racimo. Es una de los 89 Premios Nobel que durante el pasado julio han pedido al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, la liberación del líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, en sus siglas en kurdo): Abdullah Öcallan. Conversamos con ella sobre el proceso de paz entre Turquía y el PKK.
Usted ha firmado dos cartas dirigidas a varios organismos internacionales y al presidente Erdoğan pidiendo la liberación del señor Öcalan. ¿Qué motivos la han llevado a tomar esta decisión?
Sus derechos han sido violados de forma repetida durante las casi tres décadas que ha pasado en prisión. Las cartas, firmadas por otros 88 Premios Nobel de todas las disciplinas, son una llamada a los que tienen el poder de cambiar su situación. Exigimos que cumplan con sus obligaciones hacia él. Mantenerlo encarcelado en régimen de confinamiento solitario e ignorarlo no es la manera adecuada de resolver el conflicto entre turcos y kurdos.
Las cartas se hicieron públicas hace un mes, aunque los destinatarios todavía no han hecho declaraciones públicas sobre su petición. ¿Espera usted alguna reacción por parte del jefe del Estado turco y de la comunidad internacional?
Lo que espero y lo que deseo son dos cosas diferentes. Es probable que el presidente turco y la comunidad internacional sigan obviando el problema e incumpliendo su deber de garantizar los derechos del señor Öcalan. Sin embargo, me gustaría observar un verdadero cambio político y confirmar que el líder kurdo es liberado para que pueda negociar con los dirigentes turcos en nombre de su pueblo.
La única solución para que ambos grupos puedan vivir en paz y construir una Turquía próspera, justa y equitativa es esta.
Como usted me decía hace unos segundos, 88 Premios Nobel más han suscrito los dos documentos a título particular. ¿Significa eso que el mundo intelectual internacional está comprometido con la liberación del señor Öcalan?
Me parece que este hecho da cuenta de la preocupación que nos causa el tratamiento que el Gobierno turco y la comunidad internacional están dando al caso del señor Öcalan.
A pesar de su encierro en la prisión de máxima seguridad turca de la isla de Imrali, Öcalan sigue teniendo una gran influencia sobre el PKK. ¿Sus intentos por establecer un proceso de diálogo con el Gobierno de Erdoğan son sinceros?
En mi opinión, sí que lo son. Sus peticiones para el desarme y la disolución del PKK han sido respondidas con positividad por sus miembros. Así que considero que el señor Öcalan está dedicando todo el esfuerzo posible a la misión de llevar la paz y la democracia a su pueblo.
¿Y los del Ejecutivo turco?
La falta de respuesta por parte del Gobierno turco desvela su postura al respecto.
¿Cree que las negociaciones podrían acabar dando paso a una paz real?
Sí, pero lograr una resolución positiva del conflicto requerirá de mucho trabajo y de un sincero compromiso por parte de todos los actores.
¿Bajo qué condiciones se configuraría esa paz?
En mi opinión, solo es posible alcanzarla a través del diálogo y del compromiso por un cambio real.
¿La comunidad internacional estaría dispuesta a nombrar un intermediario imparcial para vigilar el desarrollo del proceso?
No puedo hablar en su nombre, aunque tal medida indicaría que está dispuesta a apoyarlo.
Nuestro planeta se encuentra en uno de los momentos decisivos de su historia. La tensión geopolítica acumulada durante décadas ha resultado en el estallido de importantes conflictos bélicos en los últimos años. ¿La consecución de una paz kurdo-turca se podría considerar un paso exitoso en el camino hacia la paz global?
El logro de un acuerdo entre kurdos y turcos demostraría que la paz es posible. También sería un ejemplo de inspiración para otras personas que intentan contribuir al sueño de una paz total en nuestro planeta.