Hablar de autonomía kurda aún hace que los sirios se revuelvan
DAMASCO, Siria – En el Ministerio de Información sirio, donde un colega periodista y yo mismo tratábamos de conseguir autorización recientemente para viajar a Qamishlo, nos indicaron que también necesitaríamos el permiso de la Dirección Política. La Dirección es la unidad de prensa e información del Estado Mayor que controla los movimientos de los medios extranjeros dentro de Siria. El general de brigada tras el escritorio nos preguntó: “¿Por qué queréis ir a Qamishlo?”
En Damasco, cuando mencionas la zona del norte de Siria que hasta hace poco los kurdos llamaban Rojava, las miradas sospechosas son instantáneas. Aunque los kurdos han aceptado (no de buen grado) el cambio de nombre de Rojava por el de Sistema Federal Democrático del Norte de Siria, árabes, siríacos y turcomanos siguen sospechando de las aspiraciones de autonomía kurda.
En los círculos políticos militares y civiles de Damasco, la consigna kurda de «autonomía democrática» es un preludio de una división. Los sirios piensan que Estados Unidos está jugando en esa región, así que las cejas se levantan cuando usted dice que va a Qamishli.
El general nos volvió a preguntar: «¿Por qué queréis ir a Qamishlo? ¿Qué hay allí? ¿Qué esperáis ver allí?» Entonces, la conversación continuó así:
«Bueno, hemos estado en lugares como Aleppo y Homs. ¿Por qué no ir a Qamishlo? ¿No es también una ciudad siria?»
«Claro que lo es, pero tiene problemas, como la seguridad».
«Alepo era más peligroso. Tenemos contactos entre los kurdos. Ellos garantizan nuestra seguridad».
«Sea como fuere …»
De hecho, nuestro permiso ya había sido emitido. El documento estaba sobre la mesa del general; todo lo que necesitábamos era su firma. Pero, en Damasco, no les gusta pensar en Rojava. Incluso la agencia de viajes quería ver la autorización de la oficina de inmigración antes de vendernos el billete a Qamishlo, aunque el impreso que teníamos sellado por el Ministerio de Información era permiso suficiente.
El oficial encargado de los medios de comunicación extranjeros declaró que Turquía había destruido Siria apoyando a los rebeldes armados e hizo responsable a Turquía de la destrucción y saqueo de Alepo. Cualquiera que se encuentre con un periodista turco en Siria inmediatamente recuerda la luna de miel en las relaciones bilaterales antes de 2011 y cómo Turquía cambió para apoyar a la oposición armada.
Otro oficial que charlaba con dos oficiales rusos en la misma sala se unió a la conversación.
«Las buenas relaciones entre Turquía y Siria eran beneficiosas para ambas. La gente hacía excursiones de un día a través de la frontera. El comercio estaba en auge. [El presidente turco, Recep Tayyip] Erdogan, al abrir las fronteras de Turquía a los grupos armados y entregarles armas y municiones, causó enormes daños a ambos países», indicó.
«Mira, también me enoja cuando oigo hablar de atentados suicidas en Turquía», continuó. «Nadie en Turquía sabe cuántas casas de seguridad son dirigidas por grupos como el Estado Islámico (IS).» La seguridad y la estabilidad de Siria significa seguridad y estabilidad para Turquía. Ambos países se influyen mutuamente en muchos campos. Si la economía siria está mal, la economía turca sufre. No me malinterpreten, no tenemos absolutamente ningún problema con el pueblo turco. Sabemos que la mayoría de ellos nos apoyan. Entonces, ¿qué ha ganado Turquía con todo esto? Erdogan podría haber recibido fondos de Qatar y Arabia Saudita Arabia, pero ¿qué ha aportado Turquía? Nada.”
A medida que la conversación avanzaba, pensé que era el momento adecuado para preguntar si el régimen de Damasco aceptaría la autonomía democrática de Rojava y si los sirios aprueban la política de Erdogan de frenar los avances kurdos en Siria. El oficial que estaba hablando con los rusos respondió: «Nuestra prioridad es erradicar totalmente [Jabhat Fatah al-Sham, IS] y sus aliados de la escena siria. Los kurdos son nuestros ciudadanos. Queremos resolver los problemas con ellos en la mesa [de negociaciones]. Tenemos una sola bandera, la siria. Ellos tenían la bandera siria antes y ésa es lo que tendrán de nuevo».
Los funcionarios civiles y militares sirios tienen la misma reacción ante la idea de una federación o autonomía en el norte de Siria: Ninguna de ellas resulta aceptable, pero al mejorar la legislación de las administraciones locales, algunas de las prerrogativas del centro pueden transferirse a las provincias.
Sharef Abaza, un parlamentario peculiar que no era reacio a criticar el reinado del ex presidente Hafez al-Assad, habló después con Al-Monitor sobre el tema de la autonomía.
«En 1998, me dirigí al Parlamento. Me referí a las quejas de los kurdos y dije que se les debe permitir preservar su idioma y su cultura. Dije que podíamos otorgarles autonomía en esta dirección», declaró. «A pesar de mi insistencia, mi declaración no fue registrada en las actas parlamentarias. El régimen no puede aceptar la autonomía o una federación. Hay una ley de las administraciones locales. Algunos de los artículos de la constitución nacional quedaron suspendidos a causa de la guerra de 1973 con Israel. La ley de las administraciones locales quedó marginada. Podemos modificar algunas de sus cláusulas y transferir poderes centrales a las autoridades locales. Los kurdos han sido oprimidos. Tenemos que encontrar una manera de mejorar su estatus. Nada puede permanecer como antes.
Si bien hay quienes elogian abiertamente el modelo presentado por los kurdos, también hay quienes se oponen firmemente a la asociación que las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) han establecido con los Estados Unidos.
Un general sirio retirado que solicitó el anonimato le dijo a Al-Monitor: «Los kurdos cometieron un error. No deberían haber entrado en tal relación con los Estados Unidos. En 2004, tras la tensión en Qamishlo, presentamos un informe sobre los kurdos al [Presidente] Bashar al-Assad. Decíamos que teníamos que restablecer los derechos de este pueblo. Después de leer el informe, Assad fue a Qamishlo y se reunió con los kurdos. Se hicieron algunas mejoras en el estatus de los kurdos que no tenían ciudadanía. Sí, los kurdos deben obtener sus derechos, pero no deben abusar de la apertura del régimen. Fueron demasiado lejos al vincularse con los estadounidenses. El Estado sirio nunca puede aceptar una opción de federación o autonomía, que acabará dividiendo el país».
De camino a Qamishlo
En Damasco, cuando ya estaba renunciando en mi intento por conseguir el permiso para visitar Qamishlo, me llegó la aprobación del mismo. Era viernes. La autopista del aeropuerto de Damasco, y sus numerosos puntos de control, estaba prácticamente vacía. Había pocos pasajeros en la terminal porque era fin de semana. Me dijeron que los vuelos domésticos suelen estar llenos otros días.
Cuando un extranjero viaja desde Damasco a otras ciudades de Siria es como si estuviera viajando al extranjero. A los sirios les encanta registrar todo en voluminosos tomos negros. Nuestro permiso del Ministerio de Información fue comprobado minuciosamente en cuatro puntos de control diferentes y registrado minuciosamente en cada uno. El oficial en el mostrador no podía conceder el permiso para que continuásemos. Pasó los documentos a su superior. Aunque se trataba de un vuelo doméstico, nos revisaron los pasaportes y los documentos de identidad. Me dijeron que esto era para arrestar criminales o a aquéllos que evitaban el servicio militar.
Pero otro funcionario nos ofreció una explicación diferente: «Muchos de nuestros colegas murieron por los cohetes terroristas disparados contra el aeropuerto. Algunos otros fueron reclutados por el ejército. Teníamos problemas de personal y decidimos combinar los controles de viajes nacionales y extranjeros «.
El aeropuerto de Qamishlo es una puerta fronteriza con Turquía. El ejército sirio controla los edificios públicos cercanos, un complejo residencial y la carretera principal que une el complejo con el aeropuerto. La policía kurda y las YPG se mantienen alejadas. Incluso dentro del propio Qamishlo, los que desean viajar de un extremo a otro de la ciudad utilizan una carretera complicada de enlace para evitar los controles del ejército. Los soldados sirios no entran en el área controlada por los kurdos en uniforme y con sus armas.
La autovía controlada por el ejército desde el aeropuerto está ricamente jalonada de carteles de Assad junto al líder de Hezbollah, Sheik Hassan Nasrallah. Las paredes están cubiertas con retratos y eslóganes del padre y el hijo, Hafez y Bashar al-Assad. El lema ampliamente expuesto en el cruce principal de la carretera cerca de las oficinas públicas dice: «Defender Siria».
Pregunté a dos periodistas sirios cómo interpretan los kurdos ese eslogan. Me dijeron que su mensaje es simple: No dañar a Siria. Defenderla.
Más allá de la carretera controlada por el ejército, las cosas son diferentes. Los retratos de los Assads son reemplazados por el retrato del líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Abdullah Ocalan. Ocalan es considerado el fundador de la idea de «autonomía democrática».
Los kurdos sirios, que están tratando de diseñar su propio destino, están ahora en una encrucijada crítica. Por un lado está Turquía, que ejerce una creciente presión sobre ellos, en ocasiones recurriendo a la potencia de fuego. Más al este tienen el gobierno del Presidente Massoud Barzani en el Kurdistán iraquí, que coopera con Ankara y mantiene un embargo sobre ellos. Finalmente, el régimen sirio, que está claramente descontento con los planes kurdos para la creación de una federación y su asociación con los Estados Unidos.
No debemos subestimar las cartas que el régimen sirio puede jugar contra los kurdos. Estoy hablando de provocar a kurdos contra kurdos y a factores que podrían dañar la armonía entre kurdos, árabes, turcomanos, siríacos, armenios, caldeos, circasianos y chechenos, todos ellos parte del proyecto de Rojava.
Leer más (inglés): http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2017/01/turkey-syria-seems-to-softened-its-opposition-to-kurds.html#ixzz4YJKakwyH
Fehim Taştekin es un periodista turco y columnista de Turkey Pulse que ha escrito anteriormente para los periódicos turcos Radikal y Hurriyet. Fue el anfitrión de un programa semanal denominado «SINIRSIZ» en IMC TV. Es un analista especializado en política exterior turca y en el Cáucaso, Oriente Medio y asuntos de la UE. Es autor de «Suriye: Yıkıl Git, Diren Kal», «Rojava: Kürtlerin Zamanı» y «Karanlık Çöktüğünde – IŞİD». Tastekin fue también el editor fundador de la agencia Cáucaso. En Twitter: @fehimtastekin
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Fuente: Al-Monitor
Autoría: Fehim Tastekin
Fecha de publicación del original: 20/01/2017
Traducido por Rojava Azadî