Erdogan defiende su posición contra los kurdos en su visita a Washington
01 DE ABRIL DE 2016 – 15:11
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue recibido el jueves por su homólogo estadounidense, Barack Obama, en Washington, durante una visita cargada de tensiones a propósito de Siria y de la cuestión kurda que ha dado lugar a escenas de violencia entre su escolta y la prensa.
La Casa Blanca anunció que el presidente Obama se había reunido en la noche del jueves con Erdogan al margen de la cumbre sobre seguridad nuclear, una reunión que no estaba programada, lo que fue considerado un desaire hacia el presidente turco en momentos en que Washington y Ankara chocan a raíz de la crisis siria y el tema de los derechos humanos en Turquía, en particular por la libertad de prensa.
Según un comunicado de la Casa Blanca Blanca, Obama y Erdogan conversaron sobre «la cooperación entre Estados Unidos y Turquía en materia de seguridad regional, contraterrorismo y migraciones».
La intervención de Erdogan ante el círculo de reflexión Brookings en Washington fue precedida por choques entre los servicios de seguridad turcos y periodistas y manifestantes -algunos de los cuales llevaban carteles a favor de los combatientes kurdos sirios-, que intercambiaron golpes e insultos antes de que interviniera la policía.
Un escolta del presidente turco pateó en el pecho a un periodista estadounidense que intentaba filmar los incidentes. Otro se dirigió a una politóloga como «puta del PKK», el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, prohibido por Ankara. Y otros intentaron impedir que dos periodistas turcos ingresaran al edificio de la Brookings Institution, pero miembros de la fundación lograron que ingresaran tras un tenso enfrentamiento con los funcionarios turcos.
Fuera del edificio, militantes prokurdos coreaban «¡Erdogan fascista!» y «¡Erdogan, asesino de niños!».
– Unidad para combatir al terrorismo –
El Club Nacional de la Prensa estadounidense, una gran organización de periodistas, protestó vivamente por los incidentes. «El presidente turco y su equipo de seguridad son invitados de Estados Unidos», declaró Thomas Burr, presidente de la organización, en un comunicado. «No tienen derecho a ponerle la mano encima a periodistas o manifestantes», afirmó. «Erdogan no puede exportar» las violaciones de derechos humanos y de expresión que se producen en Turquía, agregó.
Imperturbable tras esos choques, el presidente turco defendió en un discurso muy firme las acciones de su Gobierno contra medios turcos, a pesar de las críticas internacionales, y su lucha contra el separatismo kurdo, tras un nuevo atentado.
En referencia al caso de 52 «autoproclamados periodistas encarcelados», afirmó que esas personas «ya habían sido condenadas por actos terroristas y (por) haber estado involucradas en organizaciones terroristas». «No hay en las cárceles turcas periodistas condenados por (ejercer) su profesión». Tampoco se ha violado su derecho de expresión, aseguró.
Por otro lado, Erdogan llamó a la comunidad internacional a apoyar la política de su Gobierno contra los separatistas kurdos tras un atentado con coche bomba que dejó siete policías turcos muertos el jueves en Diyarbakir, la mayor ciudad del sudeste del país de mayoría kurda, un ataque atribuido a separatistas kurdos.
«No podemos tolerar esto», dijo Erdogan. «Espero que los países europeos y los demás países vean el auténtico rostro (del terrorismo) detrás de estos atentados», declaró. Erdogan estimó que el mundo entero debía unirse para combatir el terrorismo, y dijo que los terroristas kurdos eran tan peligrosos como los combatientes del grupo Estado Islámico.
La coalición internacional contra el EI, encabezada por Estados Unidos en Siria, apoya a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) -brazo armado del principal partido kurdo en Siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD)- en su lucha contra la organización yihadista.
Pero Turquía considera que las YPG son aliados del PKK. Occidente no debe considerar que hay «terroristas buenos» porque combaten a los yihadistas del EI, declaró Erdogan.
Fuente: Swissinfo