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En el acuerdo sobre Siria, las rivalidades políticas turcas pasan a primer plano

KPI – Xezne Nebi – 18 agosto 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

Desde el momento en que el líder kurdo Abdullah Öcalan pudo volver a comunicarse con el mundo exterior desde la prisión de Imrali, pareció que Turquía estaba entrando en una nueva fase de reordenación de sus delicados asuntos internos, entre los que destaca la cuestión kurda. Sin embargo, en medio de las turbulentas transformaciones de la región —especialmente tras la caída del presidente sirio Bashar al-Assad y el ascenso de Ahmad al-Sharaa a la presidencia como parte de un acuerdo regional e internacional—, surgieron indicios de una lucha interna en Turquía entre dos de las figuras más influyentes del Estado: el jefe de inteligencia İbrahim Kalın y el ministro de Asuntos Exteriores Hakan Fidan.

Las raíces de la lucha: un expediente delicado y posibles beneficios políticos

La cuestión kurda en Turquía no es solo una cuestión de seguridad o política. Es un expediente que determina el destino de los equilibrios de poder internos y afecta directamente a las posibilidades de que figuras prominentes asciendan al poder tras el presidente Recep Tayyip Erdoğan.

İbrahim Kalın, que pasó del cargo de portavoz presidencial a director de la Organización Nacional de Inteligencia (MIT) en junio de 2023, vio en la reactivación del canal de diálogo con Öcalan una oportunidad estratégica para reforzar su imagen como artífice de un «avance histórico». El éxito de esta iniciativa supondría aliviar las tensiones internas, ampliar su base popular y, tal vez, asegurarse una posición de liderazgo en la carrera por la presidencia.

Por el contrario, Hakan Fidan, que pasó más de una década al frente de los servicios de inteligencia antes de convertirse en ministro de Asuntos Exteriores ese mismo año, considera que el expediente kurdo es inseparable de la política regional de Turquía. Para él, perder el control de este expediente a favor de Kalın significaría renunciar a una baza fundamental en los escenarios sirio e iraquí y debilitar su posición negociadora en cualquier acuerdo regional futuro.

Plataformas de influencia: Imrali y Damasco

Imrali es la plataforma de Kalın, donde se mueve entre bastidores a través de canales de seguridad y legales para abrir una línea de comunicación con Öcalan, ya sea directamente o a través de intermediarios. El objetivo declarado: calmar el frente interno y preparar el terreno político para una fase de transición más estable.

Damasco es la plataforma de Fidan, donde ha descubierto que se puede influir en el expediente kurdo a través de la capital siria, especialmente obstaculizando cualquier acercamiento entre Damasco y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) bajo el patrocinio internacional.

Aquí, lo local se une a lo regional: el éxito de Kalın en Imrali podría crear una nueva dinámica que empuje a las SDF a hacer concesiones, mientras que el éxito de Fidan en Damasco podría privar a Kalın de cualquier logro tangible a través de Imrali y mantener a las SDF aisladas a nivel regional.

La Conferencia de París: un escenario para la confrontación indirecta

El acontecimiento que reveló parte de esta lucha fue la reunión prevista en París entre las autoridades de Damasco y las SDF bajo el patrocinio francés. Para Kalın, el éxito de la conferencia habría significado integrar la vía siria en una solución global que aliviaría la presión sobre el frente interno de Turquía. Para Fidan, sin embargo, una conferencia a gran escala bajo el patrocinio de París podría otorgar a las SDF una legitimidad internacional que Ankara no desea.

Según filtraciones, Fidan desempeñó un papel importante a la hora de convencer a Damasco de que se retirara. Oficialmente, esto se anunció como una reacción a la Conferencia de Hasaka liderada por la DAANES, pero una lectura más profunda sugiere que la posición siria fue el resultado de una presión calculada por parte de Turquía con el objetivo de romper el impulso de la plataforma de París antes de que comenzara. Para Kalın, este acontecimiento supuso un golpe directo a su vía, haciendo que la solución de Imrali resultara menos atractiva para las partes interesadas en el expediente kurdo.

Reflejos de la lucha en la escena siria

El cambio de régimen en Damasco no puso fin a las complicaciones. Más bien, las agravó. Ahmad al-Sharaa se enfrenta a presiones de duras alianzas internas y contradictorias alianzas externas. La eliminación de la vía de París tiene como objetivo debilitar la posición negociadora de las SDF, al tiempo que da a Damasco una carta adicional para imponer condiciones más duras. En el norte y este de Siria, ha aumentado el temor a operaciones militares o presiones económicas respaldadas por Ankara, especialmente si ello sirve al objetivo de Fidan de socavar la vía de Kalın.

En otras zonas, como Suweida, Daraa y la costa, los acontecimientos ya no parecen estar dictados únicamente por los equilibrios locales, sino también por el eco de esta lucha interna turca, que está influyendo indirectamente en las decisiones de Damasco y sus aliados.

Ankara está tratando de equilibrar ambas vías sin perder el control de ninguna de ellas. Pero a medida que se acercan las elecciones presidenciales, Erdoğan —o su sucesor— podría optar por apoyar a uno de los dos.

Posibles escenarios

  • Prevalece la vía de Kalın: el éxito en la reanudación de las conversaciones de Imrali se refleja positivamente en el frente interno de Turquía, reduciendo la relevancia de Damasco en el expediente kurdo.
  • Prevalece la vía de Fidan: se mantiene la obstrucción de cualquier negociación externa entre sirios y kurdos, manteniendo a las SDF atrapadas entre Damasco y Ankara.
  • Equilibrio de roles: ambas vías permanecen abiertas sin una victoria decisiva, y cada una se utiliza como carta de presión en asuntos más amplios.

La lucha entre Ibrahim Kalin y Hakan Fidan no es solo una rivalidad personal por la influencia, sino un reflejo de cómo Turquía gestiona sus complejos asuntos, en los que la política interna se entrecruza con la seguridad nacional y la diplomacia con la inteligencia. A la sombra de la caída de Assad y el ascenso de Ahmad al-Sharaa, y con la creciente intervención de las capitales occidentales y regionales, esta lucha podría convertirse en un factor decisivo para configurar la próxima fase tanto en Turquía como en Siria, y quizás también en el futuro de la cuestión kurda.


LA AUTORA: Xezne Nebi es periodista y analista política kurda.

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