Atacando la democracia: Un relato armenio sobre las ambiciones kurdas
Por Serouj Aprahamian el 2 de septiembre 2015
Día a día, el ataque de Turquía contra los kurdos se está intensificando. Apenas el mes pasado, Ankara lanzó más de 500 ataques aéreos contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), mientras que atacó al Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) sólo 3 veces. Por fin ahora incluso los funcionarios de alto rango de Estados Unidos están reconociendo que la declaración de Turquía de haberse unido a la lucha contra el ISIS fue simplemente una estratagema para bombardear al PKK.
‘Tanto dentro de Turquía y como en el norte de Siria, la propaganda que dice que los kurdos son separatistas es simplemente un pretexto para aniquilar sus logros democráticos. No se sabe lo que va a ocurrir como resultado de la campaña militar de Turquía contra los kurdos. Su experimento pluralista democrático – sin mencionar su formidable lucha contra el ISIS- podría derrumbarse bajo la descarga de violencia contra ellos respaldada por occidente.’
Sin embargo, muchos en occidente continúan justificando la agresión de Turquía con el pretexto de que los avances kurdos contra ISIS en Siria representan una amenaza a la integridad territorial de Turquía. Los kurdos, se nos dice, buscan un estado independiente en la región y, por lo tanto, no se les puede permitir controlar un tramo de 250 millas a lo largo de la frontera sur de Turquía.
¿Pero qué tan creíble es esta amenaza de las ambiciones territoriales kurdas? ¿Los kurdos están realmente luchando por un estado independiente en la región? Para responder a esto, ayudaría mirar los hechos y los acontecimientos reales.
En 2012, el régimen sirio de Bashar al-Assad cedió la autoridad en las provincias del norte del país donde la mayoría de la población es kurda. El Partido de la Unión Democrática (PYD), un partido kurdo, intervino rápidamente para llenar el vacío, introduciendo un contrato social multiétnico y una estructura administrativa descentralizada en la región. Su objetivo declarado oficialmente era instituir autonomía democrática y la solidaridad étnica dentro de Siria.
Desde entonces, numerosos observadores han viajado a las regiones en el norte de Siria lideradas por los kurdos para cubrir las batallas de los kurdos contra ISIS. En el proceso, varios informes han surgido observando la forma única de democracia popular que se instituyó en las áreas controladas por los kurdos.
Para comprender mejor los hechos en este territorio, decidí reunirme con dos líderes de la comunidad armenia en el norte de Siria el pasado verano en Ereván. Ambos individuos (que pidieron permanecer en el anonimato para este artículo) son de Kamishli, el centro administrativo de las regiones kurdas en el norte de Siria, que ha tenido históricamente una población armenia de tamaño considerable. Hasta que huyeron de la guerra hace aproximadamente hace un año, habían vivido en Kamishli y representaban a la comunidad armenia en varias asambleas locales. A pesar de ser de diferentes tendencias políticas, ambos tenían ideas muy similares en cuanto a la naturaleza de la administración kurda en la región.
El primer punto que hicieron cuando nos sentamos a hablar fue que, en los últimos tres años, no han visto ni rastro de separatismo entre los líderes kurdos. «Ninguno de ellos estaban diciendo que vamos a separarnos, eso es seguro», dijo uno de los entrevistados, agregando que, en cambio, estaban trabajando hacia la autonomía dentro de una Siria federal. «Ellos tienen una idea llamada zahtiyeh Idara que significa autogobierno, autonomía», explicó. «Los kurdos dirían, ‘¿Por qué el gobernador de la región proviene de Damasco? Vamos a encontrar un armenio, kurdo, o un árabe para hacer el trabajo, pero que sea alguien local. Vamos a gobernarnos nosotros mismos. ‘»
«Ellos quieren que Siria sea un sistema multi-étnico, multi-partidista», declaró otro entrevistado, insistiendo en que los kurdos quieren armonía en la región. «Ellos quieren estar junto a las otras etnias y grupos. Quieren acercarse a los problemas de una manera multicolor».
De hecho, este énfasis en la administración local y la solidaridad étnica ha sido el sello distintivo del movimiento de liberación kurdo desde por lo menos 2005. Bajo lo que el líder del PKK, Abdullah Ocalan ha denominado «Confederalismo Democrático», el movimiento abandonó su objetivo anterior de independencia y rechazó por completo el concepto de los estados-nación en conjunto. En cambio, han estado pidiendo la democracia al nivel de las bases con asambleas locales, igualdad social y federaciones de comunidades. Tras la retirada del régimen de Assad, este es el programa que están tratando de implementar en el norte de Siria, al tiempo que reiteran que no están interesados en la secesión.
Ambos representantes de la comunidad describen una situación en la región kurda en la que ciudadanos de todas las religiones y etnias participan por igual en los comités y consejos del distrito, trabajando juntos para resolver problemas tales como el empleo, el riego, el saneamiento, la educación, la electricidad y otras cuestiones sociales. Los participantes también eligen a los delegados a las asambleas regionales, con cuotas estrictas para el equilibrio multiétnico y representación femenina (los tres altos oficiales de cada municipio son kurdos, árabes y asirios o armenios, y por lo menos uno tiene que ser una mujer).
Recordando su tiempo como miembro de un consejo asesor de Armenia, uno de los entrevistados explicó, «los líderes kurdos venían a nuestra comunidad y decían que teníamos que extender una mano el uno al otro y hacer lo que es mejor para todos los residentes locales; que debíamos exigir la igualdad y la ayuda del gobierno.» Y a pesar de la tensión que existía entre kurdos y árabes en la región, los miembros de la comunidad armenia fueron testigos del hecho de que prácticamente en todas las reuniones participaron también representantes árabes locales.
Mis entrevistados también hicieron hincapié en que los kurdos ponen especial interés en cuestiones de armenios. «Cada vez que presentamos una cuestión o problema, más de la mitad de las veces, se resolvía de inmediato», dijo uno de los representantes. El otro atribuyó la camaradería hacia los armenios al remordimiento por el papel que jugaron los kurdos en el Genocidio Armenio. «Es como si ellos quisieran, uno por uno, suplicar perdón a nosotros por lo que hicieron en el pasado», dijo.
A pesar de la descripción de los líderes kurdos como personas de principios, honestos y educados, los dos se expresaron algunas reservas. Varias veces durante la entrevista, expresaron cautela hacia los kurdos basados en el legado de la época otomana tardía. «Si digo que no son mi adversario, mi abuelo, mis antepasados no aceptarían eso», dijo uno de ellos.
Sin embargo, la imagen que describieron fue una de inclusión y participación democrática genuina -un logro notable considerando la inclinación de la región por la dictadura y el sectarismo. Ellos eran sinceros al insistir en que los kurdos no quieren que Siria se desintegre, sino, más bien, quieren que todos los grupos trabajen juntos para resolver los problemas que les afectan.
Los hechos muestran que los kurdos simplemente están luchando para tener una voz en las decisiones que afectan sus vidas, no para volver a trazar las fronteras. Esto se puede ver en el norte de Siria y en Turquía, donde una campaña basada en la paz y la solidaridad ayudó al Partido Popular Democrático (HDP), un partido kurdo, a ganar una victoria trascendental en las elecciones parlamentarias de junio –bloqueando efectivamente las ambiciones autocráticas del presidente turco, Tayyip Erdogan.
El ataque actual de Ankara contra los kurdos por lo tanto no puede considerarse una batalla contra el separatismo, sino contra la democracia genuina. De hecho, muchos han acusado a Erdogan de realizar los ataques para quitarle votos al HDP en elecciones adelantadas previstas para este mes de noviembre. Tanto dentro de Turquía como en el norte de Siria, la propaganda diciendo que los kurdos son separatistas es simplemente un pretexto para aniquilar sus logros democráticos.
No se sabe lo que va a ocurrir como resultado de la campaña militar de Turquía contra los kurdos. Su experimento con una democracia pluralista –sin mencionar su formidable lucha contra el ISIS-bien podría derrumbarse bajo el ataque de violencia contra ellos apoyado por Occidente. Ambos entrevistados armenios expresaron dudas acerca de lo que pasará si la guerra contra los kurdos se intensifica.
Los interesados en verdaderamente avanzar la humanidad y la libertad harían bien en respaldar a los kurdos llamando a los gobiernos occidentales a dejar de apoyar la agresión de Turquía; en cambio, deben cumplir con su promesa de luchar contra ISIS apoyando a las fuerzas democráticas dirigidas por los kurdos.
Fuente: http://armenianweekly.com/2015/09/02/targeting-democracy/
Traducción: Rojava Azadi